Redacción Farmacosalud.com
“La realización de un plan de difusión de Compra Publica Basada en Valor (CPBV), la formación y coordinación de todos los agentes implicados, la creación de una estructura de compras inteligente, la solución cultural y la solución metodológica son las cinco grandes propuestas" para la consecución de un plan de acción que impulse la adquisición de materiales sanitarios, apunta José Manuel Pérez Gordo, tesorero de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) y coordinador del Comité de Gestión Económica de la entidad. Para implementar este tipo de captación pública, “es necesario tener en cuenta cuatro aspectos fundamentales a analizar: la definición de valor, la adecuación de los recursos humanos y técnicos, los procesos afectados y la innovación en sistemas de información y el marco regulatorio”.
“En los últimos años se ha puesto de manifiesto la necesidad de impulsar la Compra Pública Basada en Valor para garantizar la calidad y el acceso a la asistencia sanitaria por parte de los pacientes, así como la eficacia y eficiencia de nuestro Sistema Sanitario. No obstante, no son muchas las experiencias de éxito en la CPBV”, señala José Soto Bonel, presidente de SEDISA.
28 soluciones y propuestas
Con tal objetivo, y en el marco del Observatorio SEDISA de la Gestión Basada en Valor, SEDISA en colaboración con Johnson & Johnson MedTech ha elaborado el documento de posicionamiento ‘Compra Pública Basada en Valor en Tecnología Sanitaria’, fruto del trabajo de una treintena de profesionales, que han definido 24 retos y barreras, 28 soluciones y propuestas para hacer frente a los mismos, así como cinco acciones para la creación de un plan de acción para la implementación de la Compra Pública Basada en Valor en las Organizaciones Sanitarias de España.
Pablo Crespo, secretario general de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN), destaca que “hay que reconocer la compleja labor de los equipos de contratación y gestores sanitarios para adquirir todos los productos y servicios necesarios para el cuidado de los pacientes. Sólo los modelos basados en valor aseguran el acceso de los profesionales sanitarios y los pacientes a las tecnologías innovadoras de calidad. Desde el Sector de Tecnología Sanitaria trabajamos con los gestores sanitarios para facilitar que se establezcan procedimientos de compra pública que valoren la calidad, los resultados en salud y la eficiencia”.
“Los principales retos a los que el sector se enfrenta son la resistencia al cambio, las trabas jurídicas, la medición previa y posterior de los indicadores establecidos, la limitación de recursos y las estructuras rígidas que pueden dificultar su impulso, y la necesidad de mejorar el procedimiento con el objetivo de que sea menos rígido”. Para ello, es imprescindible “realizar un plan de difusión de Compra Pública Basada en Valor, formar a todos los agentes implicados en dicha materia, la creación de estructura de Compras Inteligentes, y fomentar la solución cultural y metodológica mediante sistemas para la medición y evaluación, incluso a través de la externalización o participación de agentes independientes y profesionalizados mediante contratos dentro del contrato”, remarca Pérez Gordo.
Diagnóstico de equipos médicos, tecnologías de alto impacto…
Desde SEDISA se impulsó el Sondeo de Percepción de la Compra Pública Basada en Valor en el que quedó reflejado que “casi el 82% de los directivos de la salud afirman que su organización sanitaria está interesada en poner en marcha un sistema de gestión basado en Compra Pública Basada en Valor”, destacando que las áreas en las que se debe implementar en mayor medida son el diagnóstico de equipos médicos, tecnologías de alto impacto, medicamentos, material quirúrgico y servicios generales.
“La Compra Pública Basada en Valor trae consigo una mayor eficiencia, acceso a la innovación, satisfacción del paciente y la mejora de los resultados en salud. Sin embargo, para implementarlo se deben afrontar diferentes barreras como el desconocimiento, la adaptación a la ley de contratos del sector público, la resistencia al cambio y la dificultad de los procesos de compra”. Por ello, es necesario que haya “formación en esta materia, realizar un seguimiento y medición de resultados y evaluación, apostar por la colaboración público-privada y, sobre todo, lograr una mayor implicación de todas las partes implicada y en especial del paciente”, señala Pérez Gordo.