Redacción Farmacosalud.com
Un norteamericano, Tim Friede, se ha inmunizado voluntariamente durante años contra el veneno de serpiente tras inocularse -sin supervisión médica- multitud de dosis ponzoñosas procedentes de algunos de los ofidios más venenosos del mundo. Sus insólitas prácticas han propiciado que un grupo de científicos haya creado una terapia basada en los anticuerpos que ha generado Friede y que ya la hayan probado, con éxito, en ratones. A pesar de que estos hallazgos pueden abrir la puerta a la elaboración de un antídoto universal contra las toxinas de serpiente, el Dr. Agustín Benito Llanes, presidente de la Sociedad Española de Medicina Tropical y Salud Internacional (SEMTSI), prefiere mostrarse prudente y, esta línea, recuerda que el tratamiento creado hasta el momento “no cubre aún a las víboras” ni tampoco “ha sido probado en humanos, por lo que aún no puede considerarse universal en sentido estricto”.
Si bien las Viperidae que habitan en España “rara vez son letales, sí pueden causar envenenamientos graves. Un antídoto portátil, seguro y eficaz, derivado de anticuerpos humanos, mejoraría el tratamiento actual basado en sueros animales. Para trabajadores rurales, senderistas o personal de rescate, una versión adaptada a las víboras europeas podría ofrecer una respuesta más rápida y segura, siempre que el coste y la logística lo permitieran”, agrega el Dr. Benito Llanes.

Una mamba negra, una de las serpientes más venenosas que existen. Cuando se ven amenazadas abren la boca, de un color negro azulado intenso en su interior, que le da su nombre común
Autoría de la imagen: Tad Arensmeier - https://www.flickr.com/photos/11304433@N00/446783640/
Fuente: Wikipedia
-Un exmecánico de camiones, el norteamericano Tim Friede, se ha inmunizado voluntariamente durante años contra el veneno de serpiente tras recibir decenas de mordiscos y autoinyectarse centenares de dosis ponzoñosas procedentes de algunos de los ofidios más venenosos del mundo. Sus sorprendentes prácticas han abierto la puerta a elaborar un antídoto universal contra esta clase de toxinas, lo que constituye toda una hazaña, pero… ¿este hombre es un héroe, un irresponsable, o ambas cosas?
Ambas cosas y con cautela. Desde un punto de vista científico, Friede ha contribuido de forma insólita al avance médico al poner su cuerpo al servicio de la investigación. Gracias a su exposición progresiva a venenos letales, ha desarrollado una inmunidad que ha permitido a los investigadores obtener anticuerpos humanos únicos, útiles para diseñar terapias. Sin embargo, desde un punto de vista médico y ético, su comportamiento es arriesgado, potencialmente mortal, y se aleja de los protocolos científicos seguros. Autoadministrarse toxinas sin supervisión médica es temerario. No hay duda de que su acción fue voluntaria y valiente, pero también imprudente.
El estudio realizado demuestra que el cóctel compuesto por LNX-D09, SNX-B03 y varespladib proporcionó protección completa o significativa en ratones frente al veneno de 19 especies distintas de serpientes elápidas*, incluidas cobras, mambas, kraits y taipanes. Esto incluye a miembros de las categorías 1 y 2 de importancia médica, según la OMS (Organización Mundial de la Salud). A nivel preclínico, este cóctel representa el avance más cercano a un antiveneno universal para elápidos. Sin embargo, no cubre aún a las víboras (familia Viperidae), y no ha sido probado en humanos, por lo que a este antídoto aún no se le puede considerar universal en un sentido estricto.
*elápidos: familia de serpientes altamente venenosas
-Ahondando en todo ello, cabe destacar que esos científicos a los que usted alude y que están establecidos en Estados Unidos, han probado con éxito en modelos animales un suero que funciona como un antídoto frente a las mordeduras de especies letales como la mamba negra, la cobra real y la serpiente de cascabel. El nuevo tratamiento ha sido creado a partir de los anticuerpos generados por Friede, en combinación con un inhibidor de moléculas pequeñas…
Una vez leído el artículo de ‘Cell’, que es la base de evidencia científica existente, está claro que estamos ante un avance significativo. El estudio demuestra que una combinación de dos anticuerpos humanos más un inhibidor enzimático logró proteger a ratones frente a venenos de 19 especies distintas de serpientes elápidas. Aunque no se trata todavía de una cura universal, este cóctel representa un paso muy importante hacia un antídoto eficaz contra un amplio abanico de mordeduras. Pero, insisto, aún queda el desafío de adaptarlo a otras familias de serpientes, como las víboras.
Potencialmente, el nuevo tratamiento desarrollado por el equipo estadounidense, basado en los anticuerpos de Friede y un inhibidor de moléculas pequeñas, ha mostrado efectividad en ratones frente a múltiples venenos. Aunque aún no se ha probado en humanos, los resultados son muy prometedores y representan el avance más significativo hacia un antídoto amplio o 'universal'. En teoría, ese antídoto sí es viable, pero presenta retos.

Dr. Agustín Benito Llanes
Fuente: Dr. Benito Llanes (IMAGEN DE ARCHIVO)
Dado que el cóctel está compuesto por anticuerpos monoclonales y un fármaco inhibidor, podría administrarse de forma profiláctica a grupos como militares, herpetólogos o trabajadores rurales en zonas remotas. Sin embargo, hay desafíos, como son el coste elevado de los anticuerpos, la necesidad de repetir dosis o diseñar formulaciones de larga duración, y las evaluaciones éticas sobre su administración sin exposición confirmada. En definitiva, es algo posible, pero no inmediato. Requiere desarrollo adicional y una evaluación riesgo-beneficio.
-Si al final ese antitóxico funcionara en humanos y tuviera carácter global, ¿se abrirían las puertas a la creación de una vacuna o profilaxis -ya no únicamente una terapia reactiva- contra los venenos de serpientes?
Para que este tratamiento pueda usarse en personas, será necesario seguir y pasar por varias etapas: validar su eficacia y seguridad en animales más grandes, llevar a cabo estudios de toxicidad controlada, e iniciar después ensayos clínicos con humanos. Además, hará falta desarrollar presentaciones estables y accesibles para su uso en campo y trabajar para que cubra otras familias de serpientes, como las víboras presentes en Europa y América.
Lo de crear un suero vacunal o sustancia profiláctica es posible, aunque con matices. En teoría, si se entienden bien los mecanismos inmunológicos de respuesta al veneno, se podría diseñar una vacuna o profilaxis, especialmente para personas en riesgo. Sin embargo, desarrollar una vacuna frente a todos los tipos de ponzoñas sería complejo porque los venenos varían mucho entre especies. Es más probable que se cree una profilaxis limitada a ciertos grupos de toxinas comunes entre serpientes peligrosas.
Sí, eso sería útil y razonable. Aunque las víboras ibéricas rara vez son letales, sí pueden causar envenenamientos graves. Un antídoto portátil, seguro y eficaz, derivado de anticuerpos humanos, mejoraría el tratamiento actual basado en sueros animales. Para trabajadores rurales, senderistas o personal de rescate, una versión adaptada a las víboras europeas podría ofrecer una respuesta más rápida y segura, siempre que el coste y la logística lo permitieran.

Vipera aspis, o víbora áspid, especie de víbora que habita en España
Autor/a de la imagen: Orchi - Fotografía propia
Fuente: Wikipedia
-¿En qué casos las víboras que habitan en España (ibéricas) pueden llegar a causar la muerte de personas?
Como digo, pueden matar a un ser humano, pero son casos extremadamente raros. En España, existen tres especies principales de víboras venenosas. Sus mordeduras pueden causar síntomas graves, especialmente en niños, ancianos o personas alérgicas, pero la mortalidad es muy baja gracias a la atención médica disponible y al uso de antivenenos. La mayoría de los casos se resuelven con el oportuno tratamiento hospitalario.
-Continuando en los entornos rurales y montañosos del territorio español… ¿si se llegara a crear ese antídoto universal, usted recomendaría llevarlo consigo a todo aquellos que trabajan o viven en esos hábitats, que son las zonas donde suelen vivir las víboras con capacidad para causar toxicidad?
Para ampliar esta estrategia a las víboras, que tienen venenos distintos, sería necesario identificar sus principales toxinas y buscar anticuerpos que pudieran neutralizarlas de forma efectiva. Aplicar el enfoque puesto en práctica para los elápidos permitiría construir un cóctel adaptado a las especies ibéricas. Sería un proceso complejo, pero factible con la tecnología actual. Aunque los casos graves por mordedura de víbora en España son raros, disponer de un antídoto específico, más seguro que los actuales basados en sueros animales, sería sin duda beneficioso. Una versión adaptada para uso local podría proteger mejor a personas que trabajan o realizan actividades al aire libre en zonas de riesgo, siempre que se logre un equilibrio entre eficacia, coste y disponibilidad.
Si el antídoto universal llega a ser seguro, portátil y accesible, podría tener sentido en individuos que trabajan solos en zonas remotas, como pastores, guardabosques o senderistas extremos. Sin embargo, para la mayoría de las personas que trabajan en entornos rurales en España, basta con recibir educación sobre prevención, llevar ropa adecuada y saber qué hacer ante una mordedura.
-¿Si se llegara a crear el mencionado tratamiento global, además de la gente que vive en zonas tropicales -donde habitan las serpientes más letales- recomendaría adquirir el antídoto a los turistas españoles que viajaran a esas áreas?
No como norma general, pero sí en casos concretos. Si el antídoto universal se aprueba y comercializa de forma segura, podría ser muy útil para cooperantes, aventureros, científicos o turistas que viajen a zonas remotas sin acceso a atención médica rápida. Para un turista promedio que va a zonas urbanas o guiadas, no sería necesario, siempre y cuando siga las recomendaciones básicas de prevención. No obstante, hay retos prácticos y éticos que considerar: el alto coste de producción del tratamiento, la duración de su efecto terapéutico y la necesidad de justificar su uso preventivo. Su aplicación profiláctica podría llegar a ser viable, pero requeriría de estudios adicionales y un marco normativo claro.