Redacción Farmacosalud.com
En declaraciones a www.farmacosalud.com aprovechando la celebración del XIII Congreso de la Sociedad Iberoamericana de Neurourología y Uro Ginecología (SINUG) en San Sebastián-Donostia, el doctor Mauricio Plata, médico del Departamento de Urología del Hospital Universitario Santa Fe de Bogotá (Colombia) ypresidente de la Sociedad Colombiana de Urología, ha explicado varios sistemas para combatir la incontinencia urinaria. De entre ellos, destaca dos: el marcapasos vesical, indicado para aquellas mujeres que sufren incontinencia de urgencia y que han visto como han fracasado otras terapias, y el esfínter artificial para hombres, unos dispositivos ideales para casos muy severos de incontinencia.
La incontinencia femenina se divide en dos grandes grupos: la incontinencia de esfuerzo (mujeres que tienen escapes de orina cuando tosen o saltan), y la de urgencia (mujer que no alcanza a llegar al baño a tiempo y micciona sin querer). “Muchas mujeres van a tener las dos (afecciones) juntas”, advierte el facultativo. En casos de incontinencia urinaria leve, tanto de esfuerzo como de urgencia, se aplican terapias ‘comportamentales’ y rehabilitación del piso pélvico. Aunque los fisioterapeutas enseñan a la paciente a contraer sus músculos, a menudo surgen problemas de entendimiento por parte de la mujer incontinente. A ese respecto, Plata lo ejemplifica así: “Cuando pido que aprieten los músculos, el 50% hacen todo lo contrario… eso ya está medido. Que una persona dirija ese ejercicio facilitando el proceso y fortalezca sus músculos es como ir al gimnasio… pero tiene el pecado de dejar de ir al gimnasio; […] es una terapia a largo plazo que requiere una disciplina muy importante por parte de la paciente”.
Se contempla el uso del botox
Para la incontinencia de urgencia hay medicamentos que inhiben las contracciones de la vejiga, lo que permite tener tiempo para llegar al baño. Si estos fármacos no funcionaran, existen dos opciones: la toxina botulínica o botox, que paraliza la vejiga (requiere un procedimiento endoscópico con anestesia local para inyectar la sustancia), y la otra es la colocación de un marcapasos a la vejiga, con el objetivo de que este órgano se contraiga correctamente. En el siguiente vídeo, el doctor Plata ahonda en el funcionamiento de dicho marcapasos vesical.
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En cuanto a la incontinencia de esfuerzo, si la rehabilitación inicial no funciona existe un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo: la colocación de una cinta sintética destinada a dar soporte a la uretra. Si esto tampoco diera resultado, se pueden aplicar las denominadas cintas ajustables, en las que un dispositivo permite que la cinta suba o baje en función de las necesidades de cada paciente.
Varios tratamientos en función de la gravedad de la incontinencia
Por lo que respecta a la incontinencia urinaria masculina, el doctor Plata explica que esta alteración es una posible secuela de los procedimientos derivados de la cirugía de próstata en casos de cáncer prostático. Para los casos leves de incontinencia masculina, está indicada la terapia de rehabilitación. Si es moderada, existen las cintas de incontinencia, que son unos dispositivos colocados por vía perineal (por debajo del escroto) cuya función es la de buscar un efecto ‘hamaca’ con el que dar soporte a la uretra (tubo que conduce la orina de la vejiga al exterior). En los casos muy severos, se pueden aplicar los esfínteres urinarios artificiales, unos dispositivos que se introducen en el cuerpo y que permiten ser activados o desactivados manualmente por los mismos pacientes.