Redacción Farmacosalud.com
Llegan nuevos tiempos para el abordaje terapéutico del cáncer de próstata hereditario. Un consenso[1] procedente de Estados Unidos y que ha sido publicado en ‘Journal of Clinical Oncology’ pone de relieve la importancia del estudio genético para la detección precoz de este tipo de tumor prostático, al tiempo que sugiere la utilidad potencial de terapias dirigidas más precisas para las mutaciones asociadas a esta patología como los inhibidores de PARP (iPARP) y la inmunoterapia.
El grupo de expertos estadounidenses que ha elaborado el documento aporta recomendaciones para un adecuado consejo genético en cáncer de próstata hereditario. “En aproximadamente un 25-30% de los pacientes con cáncer de próstata se aprecia una agregación familiar de casos de este tipo de cáncer, es decir, al menos un familiar afectado, lo que puede deberse a factores genéticos o ambientales que compartan los miembros de una familia. Sin embargo, estimaciones recientes sugieren que hasta el 10-15% de los casos de cáncer de próstata tienen un componente genético hereditario”, explica la doctora Carmen Guillén, jefa de sección de Oncología Médica del Hospital Ramón y Cajal (Madrid).
Los puntos más destacados del consenso
“El consenso publicado es muy importante para conocer el papel de los estudios genéticos en el riesgo hereditario de cáncer de próstata”, indica la doctora Guillén. Según la experta, los puntos más destacados del documento son:
• Entre el 10-15% de los cánceres de próstata se deben a mutaciones heredadas en genes de predisposición al cáncer: BRCA1, BRCA2, HOXB13, genes MMR, ATM, CHEK2 y NBN.
• El estudio de estos genes tiene implicaciones importantes en el seguimiento de los pacientes y de sus familiares para la detección precoz de cáncer de próstata y de otros tumores a los que también pueden tener mayor susceptibilidad.
• Los hombres con cáncer de próstata con mutaciones en estos genes pueden beneficiarse de terapias dirigidas más precisas para su enfermedad (por ejemplo, inhibidores de PARP en el caso de mutaciones en genes reparadores o inmunoterapia en el caso de inestabilidad de microsatélites o déficit MMR).
Uso poco extendido en España del estudio genético cuando se habla de tumor prostático
En España, el uso de estudios genéticos para determinar el origen del tumor prostático “está poco extendido, mucho menos que para otro tipo de tumores como cáncer de mama, ovario y colon”, afirma Guillén, quien añade que “hasta el momento sólo se indicaban estudios genéticos con fines de investigación, o el estudio de los genes BRCA1 y BRCA2 en función de la historia familiar, principalmente ante la asociación de casos de familiares con cáncer de mama y/o de ovario, por la sospecha de un síndrome de cáncer de mama y ovario hereditario”.
“La fiabilidad de los estudios genéticos -prosigue la facultativa- es muy elevada (superior al 99% en muchos casos). En los últimos años ha habido un desarrollo tecnológico importantísimo con los estudios de secuenciación masiva (Next Generation Sequencing, NGS), que permiten tanto estudiar muchos genes a la vez en la muestra de un paciente como analizar muchas muestras a la vez de distintos pacientes”. Si se detecta una alteración genética patogénica (mutación) que implica riesgo de cáncer de próstata, se hace una estimación de cuánto es el riesgo que tiene la persona portadora. Esta estimación se basa en qué gen está afectado por la mutación y en otros factores que podrían modificar el riesgo en cada caso en concreto, entre los cuales se encuentran la historia personal y familiar de cáncer.
Claves para saber quién debería someterse a un estudio genético
En cuanto al perfil de candidatos a someterse a una de esas pruebas, para Guillén “es especialmente relevante que las personas que puedan tener un riesgo incrementado de cáncer de próstata acudan -antes de realizarse un estudio genético para analizar si tienen un riesgo hereditario de cáncer- a Unidades de Cáncer Familiar o de Consejo Genético en Cáncer para un asesoramiento adecuado sobre qué son los estudios genéticos y cuándo están indicados, qué implicaciones tienen los resultados para el paciente y para sus familiares y cuáles serían las medidas de prevención a tomar en cada caso”. Se debe realizar entonces una historia personal y familiar completa, analizando los antecedentes médicos, en especial los casos de cánceres en la familia y las edades de diagnóstico.
Se aconseja analizar el riesgo hereditario de tumor prostático en personas con cáncer de próstata a edades tempranas (por debajo de los 50 años) y en personas que tienen más de un familiar cercano con cáncer de próstata. “También se debe evaluar si puede existir un componente hereditario cuando, además de algún caso de cáncer de próstata, en las familias haya casos de cáncer de mama, ovario o cáncer de colon, especialmente si estos se han diagnosticado a edades tempranas o son tumores bilaterales o múltiples”, advierte.
En caso de que un test genético detecte en un hombre riesgo de tener un tumor prostático, hay establecido un protocolo médico. Es decir, si hay un peligro incrementado de cáncer de próstata, se indica seguimiento anual por el urólogo mediante tacto rectal y determinación en sangre de los niveles del antígeno prostático específico (PSA). La edad de comienzo del cribado es a los 45 años, o 10 años antes del primer caso detectado en la familia. O sea, que si el diagnóstico de uno de los casos en la familia es joven, se adelanta la edad del seguimiento a los parientes, de tal manera que, por poner un ejemplo, si el primer caso detectado fue a los 50 años de edad, se empezaría el seguimiento a los familiares a los 40 años en lugar de a los 45. Dependiendo de cuál sea el gen causante del riesgo heredado de cáncer de próstata, también pueden estar indicadas otras pruebas de seguimiento para evitar el riesgo de aparición de otros cánceres (por ejemplo, colonoscopias o, en las mujeres de la familia, mamografías o resonancias magnéticas mamarias).
Los cánceres de próstata hereditarios suelen tener peor pronóstico
Ahora bien, que un test genético establezca que se tienen altas probabilidades de padecer un cáncer de próstata no quiere decir que tarde o temprano se tenga que sufrir dicha patología, tal y como expone la jefa de sección de Oncología Médica del Hospital Ramón y Cajal: “El término 'penetrancia' indica cuál es la probabilidad de que siendo portador de una alteración genética (mutación) la persona desarrolle la enfermedad. En la mayoría de los síndromes hereditarios de cáncer, la penetrancia no es del 100%, por lo que en función de en qué gen se encuentre la alteración genética y de las características de cada caso, se hace una estimación de cuál es el riesgo que tiene esa persona de desarrollar el cáncer a lo largo de su vida. Igualmente, se estima cuál es la probabilidad de que sus familiares hayan heredado esa misma alteración genética y en quiénes está indicado realizar el estudio genético para conocer si son portadores y estimar su riesgo de cáncer, con el fin de adoptar las medidas preventivas necesarias”.
En general, los cánceres de próstata hereditarios, especialmente asociados a mutaciones heredadas en el gen BRCA2, suelen tener peor pronóstico. Se diagnostican a edades precoces, suelen ser poco diferenciados y su comportamiento es agresivo. Por lo tanto, “la detección precoz cobra especial trascendencia para evitar las consecuencias de la enfermedad”, asevera la especialista.
Referencias
1. Giri VN, Knudsen KE, Kelly WK, et al. “Role of Genetic Testing for Inherited Prostate Cancer Risk: Philadelphia Prostate Cancer Consensus Conference 2017”. J Clin Oncol. 2017 Dec 13:JCO2017741173. doi: 10.1200/JCO.2017.74.1173