Redacción Farmacosalud.com
La declaración por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de brote epidémico a nivel mundial de la enfermedad COVID-19, causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, ha coincidido con la época del año en la también se dan con más frecuencia otras infecciones respiratorias de tipo vírico, como la gripe estacional o los resfriados. La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) publica dos documentos, elaborados por los Grupos de Trabajo de la sociedad, en los que se resumen una serie de recomendaciones destinadas a los pacientes y sus familias por un lado y a los médicos de Atención Primaria, Atención Continuada y Urgencias por otro.
Consejos a la población
Han sido elaborados por los miembros del Grupo de Trabajo en Enfermedades Infecciosas de la semFYC. En estos carteles se recuerda a los pacientes que los antibióticos no curan las infecciones respiratorias producidas por virus. De hecho, consumirlos cuando no es necesario contribuye a aumentar las resistencias microbianas.

Fuente: semFYC
La higiene de manos, que puede hacerse con agua y jabón o con preparados de base alcohólica, ocupa un lugar central en la prevención de estas infecciones. También es aconsejable disponer de pañuelos de papel con los que cubrir la boca y la nariz al toser o estornudar. Estos pañuelos han de ser desechados inmediatamente, y después han de lavarse las manos o frotarlas con solución hidroalcohólica. Si no se dispone de pañuelos desechables, ha de cubrirse la boca y la nariz con la manga o, todavía mejor, con el interior del codo; no con las manos, para no contaminarlas.
En cuanto a las mascarillas, la semFYC recomienda que, en caso de tener síntomas de infección respiratoria como tos, estornudos o dolor de garganta, el paciente cubra su boca con una de estas mascarillas cuando estén junto a personas especialmente vulnerables a las infecciones, es decir, recién nacidos, enfermos crónicos o inmunodeprimidos. En caso de no disponer de ellas, es recomendable que se coloque al menos a un metro de ellas.

Fuente: semFYC
Recomendaciones en Atención Primaria
Por otro lado, la declaración por parte de la OMS de una emergencia de salud pública internacional por el brote epidémico mundial causado por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, ha impulsado al Grupo de Seguridad del Paciente de semFYC, con la colaboración de Rosa Mareca, a actualizar sus recomendaciones sobre la higiene de las manos para Atención Primaria de Salud. Las técnicas, como en el caso de la población general, son tanto el lavado con agua y jabón como la fricción de las manos con preparados de base alcohólica. A diferencia de lo que ocurre fuera de los centros sanitarios, donde la higiene de manos se hace predominantemente con agua y jabón, dentro de ellos predomina el uso de soluciones hidroalcohólicas, una técnica más rápida, menos irritativa y con un potencial antiséptico semejante al lavado con jabones antimicrobianos.
El documento también recuerda los momentos en los que es imprescindible lavarse las manos: antes y después de la consulta; antes y después de realizar determinadas exploraciones como las de vías respiratorias; antes y después de ponerse guantes; siempre que exista riesgo de exposición a fluidos corporales, secreciones o excreciones; y entre paciente y paciente, en caso de que haya habido contacto directo con el paciente y según la patología que afecte a este último.
Finalmente, estas informaciones se refieren al uso de guantes y del material de protección personal. Para quitarse las mascarillas hay que sujetarlas desde las tiras de sujeción. Tanto los guantes como las mascarillas y otros materiales de protección individual como batas, gorros y calzas, deben depositarse en el contenedor de residuos correspondiente nada más quitárselos, e inmediatamente hay que higienizarse las manos.
No es necesario llevar mascarillas por la calle
Por su parte, la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), con el objetivo de fomentar la educación sanitaria y evitar confusión tanto entre los profesionales sanitarios como entre la población en general, explica los diferentes tipos de mascarillas y sus usos. En este contexto, explica que la principal función de las mascarillas es evitar el contagio, no permitir el contacto del microorganismo con nuestra mucosa respiratoria. A la hora de hablar de mascarillas es importante saber diferenciarlas, ya que cada tipo tiene su función, reglas e indicaciones de uso.
¿Cuándo usar mascarillas quirúrgicas?
Las mascarillas quirúrgicas se llaman así, precisamente porque son utilizadas en quirófano para evitar que el personal sanitario pueda transmitir microorganismos al campo quirúrgico; por ello también son útiles en las personas enfermas para evitar que transmitan microorganismos. “Estas mismas mascarillas -puntualizan los expertos en Medicina Preventiva y Salud Pública- ofrecen protección para las personas sanas contra enfermedades que se transmiten por gotas mayores de 5 micras, las cuales no son capaces de quedarse suspendidas en el aire ni llegar a una distancia superior a 1,5 metros. Por ello, son las adecuadas para atender a pacientes con enfermedades como la gripe o el SARS-CoV2”. A su vez estos utensilios pueden ser utilizadas por personas con inmunosupresión para ayudarlas a evitar contagiarse de microorganismos oportunistas que atacan exclusivamente a quienes tienen un sistema inmune débil.
Uso de mascarillas FFP2 y FFP3
Existen otras mascarillas con una capacidad de filtrar partículas más pequeñas (menores o iguales a 5 micras). “Hablamos de los respiradores de partículas (FFP2, con una eficacia de filtración del 92% y de mascarillas FFP3, con una eficacia del 98%). Esta cualidad las hace especialmente útiles en la industria para evitar la exposición de trabajadores a contaminantes ambientales, así como también como protección contra enfermedades que se transmiten a través de estas gotitas más pequeñas, las cuales son capaces de quedar suspendidas en el aire y llegar más lejos como puede ser una tuberculosis, es la llamada transmisión aérea”.
“En el caso del SARS-CoV2 no se ha demostrado transmisión aérea, por lo que no sería necesario el uso de este tipo de respiradores”, advierten desde la SEMPSPH. El hecho de que las gotitas puedan quedar suspendidas por el aire hace fundamental el hecho de ajustarse facial de los bordes del respirador, y de ahí el diseño tan característico que tienen estos respiradores FFP2 y FFP3. Dentro de este grupo existen respiradores con o sin válvula y filtro. Este filtro puede hacer que la respiración sea algo más dificultosa, lo que hace que no sea recomendable su uso por paciente. La función de la válvula en los respiradores es la de expulsar mejor el aire, sin necesidad de pasar por el filtro, en cambio, a la hora de inspirar (coger aire) el aire sigue pasando por el filtro, por lo que sigue existiendo esa resistencia. Esta ventaja permite mayor comodidad de uso, pero en contrapartida al ser expulsado el aire sin filtrar no es adecuado para enfermos, ya que expulsarían el microorganismo al aire.

Un ejemplo de mascarilla protectora
Autor/a de la imagen: Neil Moralee©
Fuente: Flickr / Creative Commons
Por último, y específicamente en la atención sanitaria, pueden existir determinadas circunstancias en las que es necesaria la utilización de respiradores FFP2 o FFP3 como medida de protección adicional para atender a pacientes con enfermedades de transmisión por gotas grandes (las mayores de 5 micras), ya que existen ciertos procedimientos que producen aerosoles, que harían necesaria su utilización; esto ocurre en el caso del SARS-CoV2 y en otros microorganismos que se transmiten por gotitas.
Desde la SEMPSPH se insiste en que, ante la situación generada por el coronavirus, “actualmente en España no es necesario que los ciudadanos usen mascarillas en el desarrollo de su vida cotidiana, o cuando se viaje en avión, salvo cuando estén en contacto con algún paciente infectado. En el caso de los profesionales, y como medida extra de protección ante la incertidumbre de cómo puede evolucionar la situación, se recomienda el uso de respiradores FFP2 de forma genérica y el uso de respiradores FFP3 cuando el profesional vaya a realizar un procedimiento o maniobra que pueda generar aerosoles”.
Coronavirus y diabetes: preparados, no asustados
Dada la alarma sanitaria y social que está provocando la pandemia de coronavirus, y su especial impacto en las poblaciones de edad más avanzada y/o con enfermedades asociadas, desde la Sociedad Española de Diabetes (SED) se quiere mandar un mensaje de calma y tranquilidad. La distribución por edades de la tasa de letalidad de la infección indica que el riesgo es muy bajo hasta los 50 años, incrementándose progresivamente hasta llegar a casi un 15% en los mayores de 80 años, con una media del 7% entre los mayores de 50 años, especialmente si las personas presentan factores de riesgo asociados, como enfermedades crónicas, especialmente las pulmonares o una diabetes mal controlada. Ello implica, a juicio del Dr. Alfonso López Alba, endocrinólogo y director de Comunicación de la SED, “la necesidad de que las personas con diabetes mantengan el mejor control metabólico posible, para estar preparados ante un posible episodio infeccioso, por este virus o por cualquier otro, con los que a diario convivimos”.
Con todo, el mensaje principal de la SED es de tranquilidad, calma y aplicar el sentido común. “No debemos alarmarnos ni estar asustados”, indica la Dra. Anna Novials, presidenta de la SED, ya que “el ser humano se ha enfrentado a epidemias en el pasado y lo seguirá haciendo en el futuro”. A su juicio, “la mejor actitud consistiría en seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias, especialmente las medidas de higiene de manos, intentar evitar los viajes a áreas con gran número de personas infectadas, y mantener una alimentación y estilos de vida saludables para, en caso de vernos afectados, poder superar sin problemas la infección”.
Coronavirus y enfermedades autoinmunes sistémicas
El brote de infección por el coronavirus (Covid-19) que ha surgido en China y que posteriormente se ha expandido por el resto del mundo, incluida España, ha hecho que se genere alarma entre los pacientes con enfermedades autoinmunes sistémicas, tratados muchos de ellos con tratamientos inmunosupresores y biológicos. Por dicho motivo, el Grupo de Trabajo de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas (GEAS) de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) quiere lanzar un mensaje tranquilizador a todos los pacientes con este tipo de patologías, y a todas las asociaciones de pacientes, recomendándoles que bajo ningún concepto por alarma o miedo abandonen su tratamiento inmunosupresor.
La infección por coronavirus causa los mismos síntomas que los que produce una gripe común con complicaciones y mortalidad similar. No se dispone de datos en la actualidad para afirmar que los pacientes con enfermedades autoinmunes sistémicas tengan mayor riesgo de desarrollar complicaciones más graves a causa de esta infección. La alarma generada y las medidas de control y contención que reflejan los medios de comunicación, se deben al impacto económico y de recursos sanitarios que producirían cientos de miles de personas infectadas a la vez, lo mismo que ocurriría si, de repente, los afectados por la gripe común se multiplicaran por 10. Las medidas que se deben de seguir y las precauciones son las mismas que para la gripe común. De esta forma, se recomienda a los pacientes consultar la página web oficial del Ministerio de Sanidad, que dispone de toda la información completa para los ciudadanos. Por último, desde GEAS-SEMI se aconseja a las personas con enfermedades autoinmunes sistémicas no tomar decisiones unilaterales respecto al tratamiento inmunosupresor sin antes consultarlo con su médico responsable.
Matemáticas para predecir contagios por coronavirus
En la carrera a contrarreloj para contener la propagación del coronavirus, un grupo de investigadores de la Universidad Rovira i Virgili (URV, en Tarragona) y de la Universidad de Zaragoza ha desarrollado un modelo matemático que permite hacer predicciones del riesgo de nuevos casos de contagio que existe en los municipios españoles. Con esta nueva herramienta los investigadores quieren anticiparse a la propagación del COVID-19 para poder adoptar medidas de control eficaces. Una de las particularidades de este modelo es que tiene en cuenta, también, los contagios que pueden transmitir las personas asintomáticas, que ha sido uno de los principales obstáculos para poder controlar la expansión de la patología. Los resultados de este trabajo se han plasmado en un mapa que se actualizará diariamente a través de la página web de acceso público http://deim.urv.cat/~alephsys/COVID-19/.

El investigador Álex Arenas frente al modelo de predicción sobre el riesgo de nuevos contagios por coronavirus
Fuente: URV
Este grupo de investigadores lleva años trabajando en el desarrollo de modelos matemáticos que estudian la propagación de las epidemias basándose en los patrones de movilidad de las personas y en el censo de las poblaciones afectadas. “Ahora hemos adaptado uno de estos modelos de propagación de epidemias a las particularidades del COVID-19, incluyendo los datos epidemiológicos obtenidos hasta el momento sobre este virus y contemplando también la influencia de aquellos individuos asintomáticos que pueden provocar nuevos contagios”, explica Álex Arenas, del grupo de investigación Alephsys Lab (URV).