Dra. Blanca Madurga Patuel, autora del libro ‘Todo lo que necesitas saber sobre el pene y nunca te atreviste a preguntar’ (Planeta): especialista en Urología con más de treinta años de experiencia, la Dra. Madurga ejerce como titular en el Hospital Puerta del Mar y es Profª. asociada de la Universidad de Cádiz. Fue la primera mujer en coordinar el grupo de Urología funcional, Femenina y Urodinámica de la Asociación Española de Urología (AEU), y ha viajado por medio mundo enseñando técnicas quirúrgicas.
Redacción Farmacosalud.com
Si se entra en el Diccionario de la Real Academia Española (RAE), se puede comprobar que la palabra ‘pene’ acumula hasta 17 sinónimos. Es un órgano muy popular, pero, ya se sabe, a veces lo más popular no es lo que mejor se conoce. El pene, el miembro masculino por excelencia, es capaz de provocar risas, generar disgustos, dar placer y conducir líquidos para la excreción. Es una parte del organismo muy compleja -los hombres, por lo tanto, no serían tan simples como coloquialmente se dice, o al menos el pene no lo es-, por lo que no está de más conocer y entender esa porción del bajo vientre con el rigor que se merece. Con el libro ‘Todo lo que necesitas saber sobre el pene y nunca te atreviste a preguntar’, la Dra. Blanca Madurga Patuel aclara conceptos, entierra creencias equivocadas, descubre facetas casi desconocidas y resuelve dudas sobre el apasionante mundo de la verga, falo, pito, o cómo se le quiera llamar (recuerden, 17 sinónimos…)
En busca del hueso central perdido… y tan perdido
En el manual se lee: «Muchos hombres, ya sean jóvenes o adultos con experiencia e hijos, acuden a mi consulta con falsas creencias e ideas preconcebidas sobre su miembro. Como pensar, por ejemplo, que el pene es un músculo. Sí, hay tejidos musculares en su interior y a su alrededor, pero nunca podríamos calificarlo como tal. Y no, tampoco tiene ningún hueso (te puedo asegurar que hay personas que así lo creen)». “El mayor disparate es pensar que el pene tiene un hueso central. El pene es un órgano complejo, compuesto por dos cilindros: los cuerpos cavernosos, que están rellenos de miles de arterias, y otro cilindro central, más blando y de tejido conectivo que alberga la uretra, es decir, por donde sale la orina o el semen según sea el momento”, explica la Dra. Madurga.
«Y, ahora, una curiosidad: los testículos están fuera del cuerpo porque para la producción de los espermatozoides se precisa una temperatura más baja que los 36,5 grados que se registran de media en el interior del cuerpo humano. Por eso, yo, como muchos de mis colegas, recomiendo a mis pacientes que no utilicen ropa interior ni pantalones excesivamente ajustados. Si los testículos se pegan mucho al cuerpo, se calientan, y esto puede producir esterilidad. No es un falso mito. Así que yo me lo pensaría dos veces a la hora de llevar ciertas prendas, por muy de moda que estén o muy bien que te queden», se lee en el libro.
“Llevar continuadamente ropa ajustada puede provocar infertilidad o baja fertilidad. Desde luego, esto no pasa por ponerse un slip ajustado para el momento de hacer deporte, o un pantalón ajustado para salir un día. Se requiere una cronicidad de meses o años -incurriendo de manera cotidiana en ese uso inadecuado de la ropa- para que esto suceda”, puntualiza la Dra. Madurga.
Uno de los apartados del nuevo manual se centra en el pene y la Tercera Edad. Miembro viril y envejecimiento, tema delicado… si es que todo son problemas: menos erecciones o ninguna, que si la próstata da la lata obligando a orinar cada dos por tres durante la noche, etc. El órgano que ha dado tantas alegrías a lo largo de la vida, ahora, en la Tercera Edad, parece convertirse en uno de los peores enemigos del hombre. Pero Madurga no lo ve así; opina que, a estas edades, el pene “nunca es un enemigo… pierde funcionalidad, sobre todo si el varón padece enfermedades como la hipertensión, diabetes y obesidad, o es fumador. Pero actualmente tenemos fármacos que pueden alargar la vida sexual de este órgano”, remarca.
Tamaños hipermotivados, persistencias orgánicas y piruetas copulativas
Entremos, pues, de lleno en el mundo más picante del pene. Ver una película pornográfica y, tras haber presenciado tamaños hipermotivados, persistencias orgánicas y distintas piruetas copulativas, uno ya no sabe si los actores ‘porno’ son superhombres, supermachos alfa, o bien simplemente unos profesionales del cine para adultos. “Desde luego, no son varones elegidos al azar -afirma la facultativa-. Siempre suelen tener un pene de una longitud superior a la media, y además pueden ser ‘ayudados’ por grandes profesionales de la imagen, quienes con la cámara hacen planos estupendos. El cine es fantasía y la gente debe tomarlo como tal”.
«El funcionamiento del pene es un acto reflejo que empieza con el cerebro mandando órdenes para provocar una cascada de reacciones químicas. Es, pues, un proceso neurovascular; es decir, el cerebro manda esa orden (por un estímulo físico o imaginativo, como cuando te masturbas) y los vasos sanguíneos obedecen, llenando el pene de sangre a presión». No quisiéramos usar aquí un lenguaje grosero, pero es que habitualmente se dice que ‘los hombres piensan con la polla’. Una frase que, en el fondo -no ‘hasta el fondo’, que sería una influencia demasiado evidente del cine para adultos- remite a una cuestión de neurotransmisores, ni más ni menos. “Por supuesto que el cerebro es el amo del cotarro. Pero cualquier tipo de estímulo (visual, táctil, olfativo o un recuerdo sexual agradable) puede dar al interruptor que inicia la cascada bioquímica para empezar una erección”, apunta la Dra. Madurga.
Y en esa catarata bioquímica, la psicología también tiene su cuota de poder… vaya que si la tiene. Y decisivamente, además. Si bien se tiende a pensar que los hombres no reaccionan a otros estímulos que no sean los puramente físicos a la hora de practicar sexo, Madurga enfatiza que un comentario inadecuado de la pareja mientras se produce el contacto íntimo -por ejemplo vocalizado durante los momentos 'preliminares'- puede provocar un gatillazo (falta de erección): “eso está claro. Un varón puede estar en plena función sexual con su pareja, pero no se queda sordo, y si en ese momento oye un comentario peyorativo sobre su actuación o sobre su tamaño, lógicamente puede hacer que todo baje”.
‘Ni larga que tope ni gorda que tape, sino que dure dura’
Los extremos no suelen ser beneficiosos para nadie, tampoco para el pene. Es por ello que, a juicio de la uróloga, el tamaño ideal de un miembro viril es aquel que se caracteriza por no ser ni demasiado grande, ni demasiado pequeño… “sí, ‘ni larga que tope ni gorda que tape, sino que dure dura’; la sabiduría popular al poder”.
El tema de las dimensiones da para mucho cuando se habla de órganos viriles. Entre hombres, no faltan aquellas conversaciones en las que, ya sea en tono humorístico o bien con una intencionalidad exploradora e incluso instructiva -en ambos casos, a menudo sin información fidedigna- se alude a la existencia de procedimientos o tratamientos para agrandar el pene (agrandarlo más allá de la erección, es decir, que tenga mayores dimensiones de manera permanente estando en ‘reposo’). A este respecto, la autora del libro advierte que “no hay cirugía que agrande un pene normal. Se puede engrosar el diámetro con ácido hialurónico, silicona o con propia grasa del paciente. Esto dura unos 6 meses y luego va desapareciendo hasta volver al grosor habitual. Con ciertas operaciones podemos hacer que el pene tenga un efecto visual de mayor tamaño, pero no es real”.
«El andrólogo, un urólogo especializado que está cobrando cada vez más relevancia»
Para evitar falsas creencias, mitos trasnochados o ideas desquiciadas sobre el universo de los genitales masculinos, no hay nada mejor que la buena pedagogía. Sobre todo, recibida en la edad adecuada, antes de que sea demasiado tarde.
Merece la pena, pues, cerciorarse de si en España se están dando las pautas sanitarias correctas en la escuela (a los niños sobre anatomía) y en el instituto (a los adolescentes sobre educación sexual) para el cuidado del pene. “Yo ya no tengo hijos en edad escolar -manifiesta Madurga-, por lo que no puedo juzgar con conocimiento de causa el tipo de educación sexual que se está impartiendo en nuestras aulas. Lo que defiendo es que esta pedagogía debe partir de casa, difundida por los padres, y si los padres no saben cómo hacerlo, pues pueden formarse un poco o pedir ellos ayuda previamente, por ejemplo a un terapeuta sexual”.
‘Todo lo que necesitas saber sobre el pene y nunca te atreviste a preguntar’ es un buen punto de partida para informarse con rigor y sensatez. En esta línea, cabe recordar que existe la figura del andrólogo. «Vista la anatomía del pene y algunas claves sobre su funcionamiento, solo me queda terminar este primer capítulo remarcando la importancia del médico que te ayudará a que todo marche bien: el andrólogo. Es el especialista del pene y los testículos, y quien sabe cómo solucionar tus problemas anatómicos y funcionales. Este urólogo especializado está cobrando cada vez más relevancia debido al número de consultas realizadas por los pacientes, los tratamientos específicos y los avances que se dan en este campo».