Redacción Farmacosalud.com
Un estudio multicéntrico en el que han participado investigadores y expertos de diferentes hospitales españoles ha demostrado la eficacia y seguridad del uso de la terapia con inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa 2, conocidos como iSGLT2, para las personas trasplantados renales que padecen diabetes, aportando importantes beneficios en la evolución de la enfermedad y diversos parámetros analíticos, y mejorando en definitiva su calidad de vida. En concreto, la investigación ha demostrado una mejoría significativa en diversas cuestiones como el control de la glucosa, la proteinuria (la presencia de proteínas en la orina, lo que es síntoma de que los riñones están dañados) y varios factores de riesgo cardiovascular en estos pacientes, como la tensión arterial, la anemia, los niveles de ácido úrico y magnesio o su peso corporal.
Las recomendaciones clínicas actuales sitúan a los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa 2 (iSGLT2) como un tratamiento eficaz y seguro en los pacientes con diabetes mellitus (diabetes tipo 2) que tienen un alto riesgo cardiovascular y/o renal, pero, sin embargo, las posibles complicaciones limitan su prescripción y uso en los pacientes trasplantados renales con diabetes 2 o que desarrollan diabetes post-trasplante, encontrándose además poca evidencia científica sobre la eficacia y seguridad de la utilización de esta terapia en este tipo de enfermos. Es por ello que el estudio se desarrolló con el fin de investigar si los iSGLT2 pueden utilizarse de manera segura en sujetos trasplantados renales con diabetes, analizando la evolución de parámetros analíticos y la aparición de posibles efectos adversos.

Autor/a: Enric Arandes
Fuente: E. Arandes / www.farmacosalud.com
Una investigación presentada en el 7º Congreso de la SET
El nuevo trabajo, de carácter observacional retro y prospectivo, ha sido liderado por la Dra. Ana Sánchez Fructuoso, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid (que lo ha impulsado y ha sido el centro que más pacientes ha reclutado), y en él han participado profesionales de los Servicios de Nefrología de los Hospitales Clínico San Carlos y La Paz de Madrid, el Hospital de Cruces de Bilbao, el Hospital Central de Asturias en Oviedo, el Hospital Puerta del Mar de Cádiz, el Hospital Marqués de Valdecilla de Santander, el Hospital General de Elche, el Hospital Dr. Peset de Valencia, y el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete.
La investigación ha sido presentada en el 7º Congreso de la Sociedad Española de Trasplante (SET), en el que se han dado cita en Málaga más de 400 expertos e investigadores nacionales e internacionales con el fin de presentar y analizar los últimos avances y novedades en el conocimiento y práctica clínica del trasplante de órganos en España, para así mejorar la calidad y las expectativas de vida de las personas trasplantadas.
Los iSGLT2 más utilizados, empaglifozina, dapaglifozina y canaglifozina
El estudio incluyó 323 pacientes, con una media de 61 años y mayoría de varones (74%). El 41% de los enfermos estaban diagnosticados de diabetes antes del trasplante y los iSGLT2 más utilizados fueron empaglifozina (55.8%), seguido de dapaglifozina (23.2%) y canaglifozina (20.6%). Los resultados del estudio mostraron que, tras su uso, se produjo una mejoría estadísticamente significativa del peso, la tensión arterial, los niveles de glucemia, hemoglobina, hemoglobina glicosilada, magnesio, ácido úrico y colesterol, con un ligero descenso del filtrado glomerular.
Asimismo, la ratio albumina/creatinina y proteínas/creatinina urinaria disminuyeron significativamente, siendo la mejoría especialmente evidente en los pacientes con niveles de proteínas/creatinina urinaria mayores de 200 mg/g.
El tratamiento con iSGLT2 se suspendió en 34 individuos (10%), siendo la causa más frecuente la infección urinaria y/o pielonefritis, mientras que la pérdida del injerto se produjo en 6 casos, uno relacionado con el uso de iSGLT2. Seis pacientes fallecieron, ninguno relacionado con la utilización de esta terapia. Los resultados demuestran, por tanto, que los iSGLT2 tienen un buen perfil de seguridad para su aplicación en injertados renales diabéticos, por lo que sus autores destacan que su utilización debería contemplarse en el tratamiento de esta población. Asimismo, concluyen que es importante una adecuada selección de los pacientes, y tener en cuenta las recomendaciones higiénicas y una correcta vigilancia para evitar infecciones urinarias y fúngicas.