Redacción Farmacosalud.com
Ansiedad, aburrimiento, incertidumbre, tristeza, angustia por el paro sobrevenido… hay una larga lista de posibles reacciones asociadas al largo confinamiento por coronavirus. ¿Frente a todo ello, puede haber personas que pretendan evadirse de los problemas derivados del aislamiento iniciándose en adicciones o bien ‘abusando’ de las que ya sufren, por ejemplo agravando el consumo de alcohol o tabaco o el enganche a internet, móvil y videojuegos? El Dr. Francisco Pascual Pastor, experto en adicciones, presidente de SOCIDROGALCOHOL, asesor de CAARFE, investigador del Grupo Prevengo UMH y coordinador UCA – Alcoi (Alicante), no cree que se alcancen cifras significativas de nuevos adictos, si bien es probable que los porcentajes de agravamientos de adicciones ya establecidas sean más significativos.
“Todos sabemos que el ser humano tiende a buscar su evasión; la historia nos dice que el consumo de sustancias ha sido una de estas formas. No creo que la gente se enganche a la cocaína, el éxtasis o la heroína, por citar unos ejemplos de sustancias que se adquieren en el mercado negro (hay que buscarlas). No obstante, el hecho de que se fume más o se pueda beber más bebidas alcohólicas puede ser un tema a tener en cuenta, pero de ahí a considerar que puede haber nuevos adictos… no creo que el número, en todo caso, se eleve demasiado, y siempre con respecto a las drogas legales y considerando el agravamiento más que los nuevos adictos”, establece el Dr. Pascual.
“Algo distinto son las TICs (tecnologías de información y comunicación) y los videojuegos. Ya que somos sensibles a buscar entretenimiento fácil, y es más cómodo ponernos ante la TV o internet, o redes sociales (que como podemos comprobar se están utilizando de forma poco ortodoxa), esto puede representar un problema, pero seguro que puntual, pues la gente tiene más ganas de salir a la calle, ir a tomar el aperitivo, o ir a bailar o a la playa. Para resumir, no creo que el incremento de adictos sea tan preocupante como podríamos pensar en principio”, remarca.
“Nos vamos a encontrar -y lo estamos viendo ya en el seguimiento telefónico y online que hacemos a los pacientes con adicciones- que hay quien aprovecha para dejar de consumir, por lo que les damos apoyo psicológico y farmacológico a distancia para evitar el síndrome de abstinencia. En pocos casos ha habido un incremento por el propio confinamiento. El problema lo podemos tener en las adicciones, diremos legales, ya que la disponibilidad a pesar de todo es absoluta, y la necesidad de consumir tabaco o alcohol se puede incrementar, así como el uso de las nuevas tecnologías”, señala el presidente de SOCIDROGALCOHOL.
Ahora mismo, la preocupación de los que se dedican a tratar adicciones se centra en aquellas personas que puedan dejar de tomar bebidas alcohólicas sin apoyo durante el confinamiento, puesto que en el horizonte se vislumbra el riesgo de aparición del síndrome de abstinencia. Por eso, los profesionales de la salud insisten en que esos pacientes deben ponerse en contacto “con su médico, centro de adicciones o grupos de ayuda mutua que cuentan con apoyo profesional, como puedan ser las asociaciones que pertenecen a CAARFE”, precisa el Dr. Pascual.
“Los profesionales no estamos de vacaciones -enfatiza el facultativo-. Las entidades de ayuda siguen también online a los pacientes con adicciones y en cuanto a las recetas, en caso de necesitarlas, no deben ni venir a recogerlas. Mayoritariamente, las citas que teníamos programadas se han cancelado, pero a todos los usuarios se les ofrece ayuda psicológica y farmacológica y apoyo por parte de Enfermería. En el caso de los adictos a opioides, siguen viniendo al centro a recoger la metadona; a los que además presentan una enfermedad mental o física, se les administra o controla que no les falte medicación… para los homeless (sin techo) se han habilitado centros sociales para darles cobijo y/o comida y, en caso de necesitar un recurso hospitalario, se evalúa telefónica e incluso presencialmente si fuese necesario y se gestiona su ingreso en un hospital, urgente pero programado”.
“Estamos facilitándoles a todos, por medio de las redes sociales o telefónicamente, consejos para ocupar el tiempo libre, como hacer ejercicio, ingerir comida sana… se recomiendan lecturas y se les ayuda a calendarizar su tiempo. Y, por ejemplo, desde revistaindependientes.com se les ofrecen posts, infografías y recomendaciones concretas para poder llevar mejor esta situación”, especifica Pascual.
Recomendaciones para cuidar la salud mental
Ante la situación excepcional que la sociedad española está afrontando desde hace unos días, Lundbeck, compañía comprometida con la salud mental desde hace 25 años en España, quiere contribuir al bienestar emocional de los ciudadanos. Para ello, ha elaborado un documento con consejos que cuenta con el asesoramiento de los Drs. Vicente Gasull, médico de familia y coordinador del Grupo de Salud Mental de SEMERGEN; Rafael Casquero, médico de familia y psiquiatra, Centro de Salud Las Cortes de Madrid y miembro del Grupo de Salud Mental SEMERGEN; Silvia López Chamón, médico de familia y secretaria del grupo de Salud Mental SEMERGEN, y Guillermo Lahera, Psiquiatra, Prof. Titular de Psiquiatría de la Universidad de Alcalá e investigador del CIBERSAM.
Recomendaciones generales para la cuarentena
1. Mantener la calma. Esta situación es pasajera. No hemos tenido ninguna experiencia previa como esta; no obstante, el tiempo siempre se encarga de demostrar que las cosas que parecían muy importantes no lo eran tanto. Es recomendable mantener cierta perspectiva sobre la situación. Esa calma permitirá que evitemos pensamientos catastrofistas que pueden generar un terror paralizante.
2. Seguir las recomendaciones sanitarias. Aunque nos cueste y, en muchas ocasiones, no las entendamos, se hacen por nuestro bien y para alcanzar un bien general, controlar la pandemia. Además de ser imprescindibles, ayudan a recuperar la sensación de control sobre nuestra vida. Podemos llevar a cabo acciones, somos responsables de lo que hacemos y podemos ayudar.
3. Establecer un plan diario de actividades. No es bueno dejar pasar el tiempo sin más, conduce al aburrimiento y al abandono de uno mismo. Además, la planificación nos da seguridad y ayuda a que las horas pasen con más facilidad. a) Fijar una rutina con metas sencillas y, a ser posible, que estén relacionadas con cosas que nos gustan y que no hemos podido realizar en el día a día y deseábamos hacerlas. b) Incluir en esa rutina diaria actividades diversas que se complementen para cuidar de la salud física y mental. c) Llevar un diario anotando las distintas actividades y experiencias. Ejercitar la creatividad.
4. No dejar los hábitos saludables. Seguir cuidando el cuerpo, vistiéndose como para salir aunque uno se quede en su domicilio; higiene, dieta saludable. Si es posible, realizar actividad física, al menos media hora todos los días.
5. Mantener el contacto vía telefónica, redes sociales, videoconferencia… con la familia y los amigos. La tecnología permite mantener las relaciones sociales y no permanecer aislados en estas circunstancias, pudiendo también pedir y dar apoyo afectivo.
6. Mantenerse informado pero no infoxicado. No es bueno estar todo el día oyendo malas noticias acerca de la situación que estamos viviendo. Para estar bien informados se deben seguir las fuentes oficiales y medios fiables y rigurosos, limitando el acceso a la información a 1-2 veces al día. Centremos la atención en las noticias positivas que también existen: alto porcentaje de casos leves, vacunas en fase de desarrollo, evolución positiva en China, etc.
7. Informar de manera responsable a los niños (hijos, hermanos, sobrinos...), con información adaptada a su edad. No sirve de nada mantenerles al margen u ocultarles lo que ocurre.
8. Intentar siempre ser positivo y tratar de canalizar las muchas horas de confinamiento hacia algo altruista y creativo.
Toda situación nueva y peligrosa provoca sufrimiento, pero a la vez, es la ocasión para descubrir nuevos aspectos positivos de los que no se tenía conciencia. En este caso, el aislamiento puede favorecer un incremento del autoconocimiento, el distanciamiento del hiperconsumo con las consecuencias ecológicas de la contaminación y la degradación ambiental, el descubrimiento del tiempo libre como un valor positivo, la posibilidad de cultivar actividades físicas (gimnasia, lectura, hobbies), la posibilidad de vivir sin prisa, descubrir y cuestionarse si hay otras formas de vivir no exploradas hasta ahora, reforzar vínculos afectivos con los convivientes, sentir la solidaridad social, desmontar algunas preocupaciones que antes nos parecían insalvables, centrándonos más en nuestra propia realidad... Como dice un proverbio japonés: ‘Una pérdida, una ganancia’. Los aspectos negativos de la crisis del coronavirus son evidentes, ¿por qué no intentar centrarnos en los positivos?
Pautas para manejar el estrés y el ansiedad
Para manejar el estrés y la ansiedad se puede recurrir a:
1. Técnicas de relajación (hay mucha información solvente en internet).
2. Comunicarse con los más allegados.
3. Llevar a cabo actividades saludables, tanto lúdicas como de actividad física, que ocasionen disfrute y resulten relajantes.
4. Hacer ejercicio regularmente; la actividad física libera la tensión psico-física.
5. Mantener rutinas de sueño regulares y llevar una dieta saludable.
Recomendaciones Específicas para la Tercera Edad
Los ancianos, especialmente aquellos en aislamiento y con deterioro cognitivo/demencia, pueden encontrarse más ansiosos, irritables, estresados, agitados y retraídos durante el brote/cuarentena. Hay que proporcionarles apoyo práctico y emocional a través de su red de apoyo (familias) y profesionales sanitarios. Si su estado mental lo permite, es conveniente mantenerles informados (disminuye su ansiedad) y ayudarles en las medidas de prevención mediante instrucciones que deben comunicarse de una forma clara, concisa, respetuosa y paciente. Algunas recomendaciones podrían ser:
1. La soledad es una situación que en ocasiones puede ser beneficiosa cuando se aprovecha para realizar ejercicios de relajación, meditación, cultivo de vivencias espirituales.
2. La soledad no deseada puede combatirse con la utilización de medios de comunicación (teléfono, medios audiovisuales por redes sociales).
3. Actividades como la lectura, escribir, recurrir a medios de comunicación para información, formación y diversión.
4. Es muy importante la actividad física diaria (tabla de gimnasia, ejercicios físicos con cambios posturales) y la gimnasia mental (ejercicios de cálculo, análisis de lectura, escritura, incorporación de actividades novedosas). Evitar el sedentarismo (ver la televisión estando inmóvil en el sillón durante tiempo prolongado).
5. En aquellos ancianos con experiencia, buen estado de salud y fortaleza suficiente, animarles a ser voluntarios en su comunidad para hacer frente al COVID-19. Pueden brindar apoyo entre pares, así como apoyo a su familia y comunidad de vecinos. De este modo se sentirán más útiles.
Recomendaciones para pacientes mentales
Realmente es una situación difícil para el paciente con depresión, pues a su visión negativa de la vida se suma el conjunto de acontecimientos desagradables y de alarma que están desarrollándose. Por ello es importante:
1. Mantener el cumplimiento del tratamiento.
2. Mantener el contacto y la comunicación con su entorno familiar próximo y con sus amigos íntimos.
3. Mantener el contacto con los recursos sanitarios y sociales ante cualquier situación de agravamiento.