Redacción Farmacosalud.com
El ICG es un tinte o colorante que, en el marco de una prostatectomía laparoscópica, se puede utilizar para identificar los ganglios linfáticos que drenan la próstata. Aplicado habitualmente en prostatectomía radical, el tinte se inyecta dentro de la próstata, los ganglios linfáticos captan ese colorante y brillan, de manera que “los podemos detectar, visualizar y objetivar de una forma cierta”, explica el doctor Luis Martínez-Piñeiro, jefe de la Unidad de Urología del Hospital Universitario Infanta Sofía de Madrid. Con el método ICG, “vas a estar seguro de que ahí hay ganglios linfáticos”, añade.
Martínez-Piñeiro, que es también profesor de la Escuela Europea de Urología de la Universidad Europea de Madrid y coordinador de los grupos de trabajo de la Asociación Española de Urología (AEU), destaca en el vídeo ilustrativo de esta noticia los beneficios del nuevo sistema de visión ICG de Karl Storz, como por ejemplo “poder saber qué ganglio puede ser el ganglio ‘centinela’”.
En declaraciones a www.farmacosalud.com con motivo del LXXIX Congreso Nacional de Urología, el doctor ha remarcado que la técnica ICG debe estandarizarse: “Hay que determinar la cantidad de colorante que hay que inyectar en la próstata, la concentración del mismo, el tiempo que hay que esperar desde que se inyecta hasta que se hace la extirpación de los ganglios... A continuación, hay que definir qué pacientes se van a beneficiar de ella”.
La técnica permitirá verificar si se ha practicado una extirpación completa de ganglios en pacientes con alta posibilidades de tener metástasis ganglionales, mientras que en otros casos el sistema ICG servirá para afinar el tratamiento sobre un grupo ganglional muy determinado y disponer de información sobre la existencia o no de metástasis.
El sistema ICG también tiene otras aplicaciones: en cáncer de vejiga y en tumores de riñón. Si bien “todavía no se sabe muy bien el lugar que va a ocupar en el futuro” esta técnica, por ahora “es una tecnología prometedora”, concluye el experto.