Según el doctor Rafael Carmena, la administración de dosis bajas de estatinas comporta “muy poco riesgo o ninguno” de que aparezca un cuadro de diabetes. En cambio, dosis elevadas de este tipo de medicamentos sí que “conllevan un mayor riesgo de que aparezca diabetes”. De todos modos, Carmena ha puntualizado que, desde un punto de vista clínico, las personas que desarrollan dicha afección metabólica a raíz de la toma de estatinas “tienen ya factores de prediabetes en muchos casos”, de lo que se deduce que dichos fármacos “aceleran un poquito la aparición de una enfermedad que iba a aparecer” de todos modos.
Las estatinas siguen siendo el tratamiento de elección en los pacientes con hiperlipemia. Carmena, que es profesor emérito de medicina en la Universidad de Valencia y director general de la Fundación de Investigación del Hospital Clínico Universitario de Valencia, también ha explicado que los pacientes de mayor edad y tratados con fármacos estatínicos son “más susceptibles” de desarrollar diabetes. En paralelo, se está estudiando si las mujeres sometidas a las mismas condiciones son más proclives a padecer ese problema que los hombres (por ahora los datos obtenidos se refieren a poblaciones de Oriente, personas que no tienen una correspondencia genética similar a la población caucásica de Europa).
Asociación de fármacos en estudio
Sobre la posibilidad de asociar las estatinas con otros fármacos sinérgicos para reducir ese riesgo, el doctor ha emplazado a conocer dentro de unos meses los resultados de un estudio que se está concluyendo y en que se analiza la combinación de una estatina con un inhibidor de la absorción de colesterol en el intestino.
Hasta ahora, en otros análisis se ha comprobado que la asociación de un elemento estatínico con un fibrato ha funcionado bien -prosigue Carmena-, y también se sabe que combinando una estatina a dosis baja-intermedia con agentes de actuación sinérgica (resinas de intercambio aniónico, por ejemplo) “podemos conseguir un descenso mayor de colesterol LDL”. Igualmente, se sabe que duplicar una dosis de estatinas produce un descenso adicional de colesterol, pero “no muy grande”, ha matizado el especialista. O sea, si administrando 10 miligramos se consiguen reducciones del 25-30%, con 20 miligramos no se duplica la respuesta, sino que el descenso registrado es del 5-6% en LDL, ha detallado.