
María de Mondo
Fuente: HarperCollins
María de Mondo, autora del libro ‘La opinión de los demás está de más’ (HarperCollins): después de graduarse en Derecho y Administración y Dirección de Empresas (ADE), María de Mondo empezó a trabajar en el mundo de las finanzas. Una crisis existencial le hizo replantearse su vida y ello la empujó a ir a Argentina, donde inició un viaje de autoconocimiento y libertad. A su vuelta a España, se formó en coaching ontológico y psicología, creando un nuevo camino que le permite divulgar contenidos, impartir formaciones y dar charlas sobre salud mental y bienestar.
Redacción Farmacosalud.com
«Si un simple encuentro con un desconocido puede llevarnos a cuestionarnos, ¿qué pasa con las opiniones de nuestros familiares, amigos, compañeros de profesión o los miles de haters que se esconden en las redes sociales? Si no aprendemos a no tomarlo todo de manera personal y no comenzamos a querernos, respetarnos y validarnos a nosotros mismos, el juicio ajeno nos llevará por delante. Pero esto no va únicamente de que nos duelan, molesten o condicionen los juicios de los demás. También trata de todas esas veces que no supimos decir ‘no’ por miedo al rechazo, por no querer incomodar, por evitar el conflicto o por el simple hecho de agradar. De todas esas veces en que nos relegamos a un segundo plano para complacer a otros en un intento de sentirnos queridos o aceptados. De cuando dejamos de vernos para que nos vea el otro, conduciéndonos a una derrota asegurada», escribe María de Mondo en su libro ‘La opinión de los demás está de más’.
“Cuanto mayor sea nuestro amor propio, menos importancia daremos a la opinión de los demás”
La educación recibida de nuestros progenitores es fundamental para entender nuestra forma de ver el mundo. Es la primera información que recibimos y la que más nos condiciona. Las creencias y juicios de nuestros padres marcan nuestra manera de pensar, actuar y ser en la vida. Así, “si hemos crecido en un entorno donde se nos ha educado para no molestar, agradar al otro, o ‘portarnos bien’ por encima de nuestras propias necesidades, y hemos observado cómo ellos se relacionan con la opinión de los demás -dándole más o menos importancia-, encontraremos respuestas sobre por qué nos afecta tanto lo que piensan las otras personas de nosotros”, manifiesta De Mondo.
“Sin olvidar, por supuesto, la importancia del amor propio, que también se construye en casa. Cuanto mayor sea nuestro amor propio, menos importancia daremos a la opinión de los demás, porque seremos capaces de validar y valorar la nuestra con mayor seguridad”, remarca a renglón seguido.
El caso es que, a medida que una persona crece, busca cada vez más la aprobación externa. Este hábito empieza ya -o se consolida- en la adolescencia, época en la que la pertenencia al grupo es muy importante. “La adolescencia es una etapa crucial en la construcción de las creencias sobre nuestra identidad. En esta etapa, el adolescente busca pertenecer, ser aceptado, gustar y adaptarse al grupo. Por eso, a estas edades muchos chicos/as parecen seguir las mismas modas, hablar de la misma manera y compartir los mismos intereses. En este momento de su vida, no se cuestionan tanto quiénes son, qué necesitan o qué les gusta, sino qué tienen que hacer para ser aceptados”, explica la autora de ‘La opinión de los demás está de más’.

Fuente: HarperCollins
«Si mañana un meteorito destruyese la Tierra, ¿de qué te arrepentirías?»
De Mondo plantea en su libro, a modo de incitación a la reflexión, la siguiente pregunta: «si mañana un meteorito destruyese la Tierra, ¿de qué te arrepentirías?»… ¿de qué se arrepentiría María de Mondo ante una catástrofe de tal magnitud? “Si me hubieran hecho esta pregunta hace algunos años, habría respondido con una lista interminable de errores o momentos en los que no fui mi mejor versión: la mejor hija, la mejor amiga, la mejor hermana... Sin embargo, aprendí a perdonarme y a reconocer mi humanidad, dejando de lado el perfeccionismo para aceptarme tal como soy: un ser humano que intenta hacer lo mejor que puede con los recursos y conocimientos que tiene en cada momento. Así que, hoy, mi respuesta es: no me arrepentiría de nada”.
Haya o no meteoritos de por medio, lo que es muy evidente es que, en este universo, no se puede gustar a todos, ni tan siquiera a la mayoría. De todos modos -puntualiza De Mondo-, siempre queda la opción de “ser políticamente correcto, es decir, dar opiniones neutras y no posicionarte para evitar incomodar a nadie. Sin embargo, tendrás que decidir entre intentar gustar a todo el mundo o ser fiel a ti mismo. Y puedo asegurar que traicionarte a ti mismo no es la mejor opción, al menos si quieres vivir en paz y en coherencia con quién eres”.
No confundir liberarse con causar daño a los demás
Muy bien… supongamos que alguien que trabaja en un banco decide liberarse de prejuicios, y, dado que no le importa lo que piensen los demás de su persona, quiere dar rienda suelta a sus instintos más sombríos, por lo que decide atracar entidades de crédito en lugar de trabajar para ellas… ¿Eso es liberarse o bien ir por el mal camino? “En mi opinión -contesta la coach-, el momento en el que perjudicas a alguien te condenas. Mi mantra es: el éxito en la vida es vivir en paz, y eso implica irte a dormir tranquilo por las noches y levantarte por las mañanas con ilusión. Creo que, en el fondo, cuando perjudicas a otros, no puedes tener la conciencia tranquila y tus acciones no están realmente alineadas con tu verdadero ser”.
No obstante -agrega-, el ejemplo de esa persona que trabaja en el sector financiero y que decide pasarse al otro lado “es un ejemplo interesante porque, en la mente del ladrón, su creencia podría ser ‘no estoy haciendo daño a nadie; los enemigos son los bancos’, convirtiéndose de este modo en una especie de Robin Hood, fiel y justiciero según su moralidad”.
De Mondo ofrece en su libro claves para ser uno mismo y liberarse del ‘que dirán’. “Para mí, la clave más importante es: recupera tu confianza. El primer paso para hacerlo es conocerte de verdad: quién eres, cómo eres, cuáles son tus valores, si tu vida está alineada con ellos, qué te da paz y qué te la quita, y cómo es la relación que tienes contigo mismo”.
“El segundo paso es la aceptación: aceptar tus virtudes, pero sobre todo tus defectos, dejando de esperar ser una persona perfecta que nunca se equivoca. También implica aceptar lo que no podemos cambiar: aquellas situaciones que no son como nos gustaría y dejar de luchar contra lo que ‘no es’. El tercer paso es atreverte: enfrentarte a tus miedos, ser tú mismo, desafiar expectativas sociales, priorizarte, aceptar tus imperfecciones, confiar en ti y, si es necesario, pedir ayuda”, detalla la escritora.
Críticas constructivas y habladurías destructivas
Otro tema crucial del ‘qué dirán’ es el que orbita alrededor de los conceptos de críticas constructivas y habladurías destructivas. Según De Mondo, “las críticas constructivas que nos hacen las personas que nos quieren pueden ayudarnos. Como yo misma insinuaba anteriormente, somos humanos y seguiremos equivocándonos. Un familiar, amigo o compañero que nos aprecia puede darnos feedback sobre algo que hayamos dicho o hecho, ayudándonos a reflexionar, aprender y mejorar”.
Por el contrario, las habladurías destructivas no ayudan a nadie. “Además, no debemos olvidar que lo que dice Juan de Pedro dice más de Juan, que de Pedro. Las opiniones que emitimos sobre otros individuos hablan de nosotros mismos, de nuestras creencias, juicios, valores y formas de interpretar el mundo. Mi consejo siempre será: no des una opinión si no te la han pedido, a menos que creas firmemente que puede ayudar a la otra persona”, sentencia la autora del libro.

Autor/a: lightwavemedia
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