Redacción Farmacosalud.com
El grueso de las vacaciones -el mes de agosto- se acerca y no está de más dar una serie de pautas para ‘sobrevivir’ a los contrastes propiciados por los cambios de hábitos asociados al descanso veraniego. Se ocupa de ello el Dr. Francisco Camarelles, presidente de PAPPS-semFYC (Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria [semFYC], quien recomienda a los pacientes crónicos que tengan previsto desplazarse a un lugar de veraneo llevarse consigo un informe médico actualizado sobre su salud, por si surgiera la necesidad de tener que acudir a un dispensario u hospital. “Los facultativos agradecemos mucho, a la hora de tomar decisiones, tener la mayor cantidad de información posible acerca del paciente”, argumenta Camarelles.
Asimismo, el Dr. hace especial hincapié en los riesgos de ahogamiento, por lo que aconseja, entre otras medidas, no nadar “después de haber bebido alcohol” y “no sobrestimar nuestra capacidad de nado”, sobre todo estando en la playa, donde hay que “mantenernos alejados de las corrientes marinas porque nos pueden fallar las fuerzas”. Por cierto, el presidente de PAPPS-semFYC revela que “los ventiladores ahuyentan un poco” a los siempre molestos mosquitos.
Aires acondicionados / cambios en la dieta
-¿Cómo se puede prevenir que nos constipemos debido a los cambios bruscos de temperatura, es decir, cuando salimos de espacios en los que el aire acondicionado está puesto muy alto, y entramos en espacios -suelen ser exteriores- donde se siente mucho calor o bochorno, y viceversa?
La verdad es que es una pregunta muy difícil, en el sentido de que es difícil prevenir estas cosas. Lo que está claro es que hay que evitar esos cambios bruscos de temperatura -de estar en un lugar muy frío a entrar en un sitio muy cálido, o viceversa-. También se me ocurre regular la temperatura de los sitios más fríos en los que estamos; esa es una cuestión que de vez en cuando vemos en las consultas de los médicos de familia: el hecho de que algunos pacientes se quejen de que los aires acondicionados están demasiado fuertes, a unas temperaturas como muy bajas, y luego salen y notan el contraste… Lo único que se me ocurre es que las temperaturas estén bien reguladas en los interiores donde haya aire acondicionado y, posteriormente, cuando salgamos, que lo tengamos en cuenta e ir aclimatándonos poco a poco al calor.
Es obvio que a veces no se puede controlar la temperatura (por ejemplo, se sale de un tren con climatización y se recibe la ‘bofetada’ de calor en un andén exterior). Desde un punto de vista médico, lo que produce ese cambio brusco de temperatura es una irritación de mucosas de la garganta, y si hay una irritación es más frecuente que proliferen ahí las bacterias o los virus y nos constipemos. Pueden ser más frecuentes los catarros.
-Cuando uno está de vacaciones acostumbra a comer diferente y, a menudo, más de la cuenta… ¿qué hay que hacer para evitar disfunciones intestinales derivadas del cambio de dieta?
Las disfunciones intestinales típicas del verano son las gastroenteritis, que es la patología de esta clase más común en las consultas de los médicos de familia durante esta época del año. ¿Qué podemos hacer? Pues, desde luego, si vamos a comer a sitios distintos estando de vacaciones, tener mucho cuidado con lo que comemos; lavar bien toda la comida, conservarla bien debido al calor que hace, y refrigerar adecuadamente los alimentos y no guardarlos en la nevera muchos días. Para evitar las gastroenteritis es muy importante, y fundamental, lavarse las manos. Las gastroenteritis víricas son muy frecuentes y la única manera de impedir que se expandan y se transmitan de persona a persona es lavarse a menudo las manos.
Picaduras de insectos / enfermedades crónicas en plenas vacaciones
-¿Cómo tiene que protegerse una persona que vive en un entorno urbano y, de golpe y porrazo, pasa a vivir durante unos días en un ambiente montañoso o rural, donde los insectos propios de la zona pueden ser diferentes a los de las ciudades?
Teniendo precaución. Los insectos que más transmiten enfermedades y matan más en el mundo son los mosquitos. Se ha escrito mucho y no todos los pacientes son conscientes de cómo prevenir sus picaduras. Pues bien, se pueden prevenir, por ejemplo, colocando mosquiteras, usando repelentes, poniéndonos ropa larga para evitar exponer más partes del cuerpo a las picaduras… es curioso, pero los ventiladores ahuyentan un poco a los mosquitos. Asimismo, hay insecticidas antimosquitos, si bien hay que tener en cuenta que debemos airear bien la habitación.
En cuanto a las garrapatas, son muy difíciles de evitar. Si vas por el monte, lo que tienes que hacer es llevar ropa larga (para no dejar expuestas partes del organismo). Frente a los alacranes, hay que calzar unas buenas botas y no remover piedras para evitar sus picaduras.
-Para aquellos con enfermedades crónicas o que padecen patologías graves -eso sí- bajo control… ¿con el fin de evitar sustos imprevistos, antes de irse de vacaciones es recomendable que se hagan un mapa de los centros de salud u hospitales más cercanos al lugar de veraneo?
En mi opinión, no es necesario. Yo trabajo en el centro de Madrid -desde mi consulta veo el estadio Santiago Bernabéu a lo lejos- y lo que sí hago sistemáticamente como médico de familia siempre que esos pacientes se van de vacaciones, ya sea a la playa, a los pueblos de procedencia o donde sea, es animarles a planificar un poquito el viaje, es decir, preparar la medicación que tienen que llevar… y luego siempre les hago un informe de salud. Creo que eso es importante, porque si tienen algún percance de salud -sobre todo si son personas con patologías crónicas y de cierta edad-, es fundamental que lleven un informe actualizado de los antecedentes médicos que tienen, las afecciones que padecen y el tratamiento al que se están sometiendo, dado que, si en un momento determinado tienen que recurrir a otro médico, los facultativos agradecemos mucho, a la hora de tomar decisiones, tener la mayor cantidad de información posible acerca del paciente.
Yo, por ejemplo, en mi consulta he tenido casos de personas que han venido desplazadas de otras comunidades autónomas y no han aportado ningún tipo de informe médico, con lo cual, si no tienes una constancia de los antecedentes, las enfermedades y el tratamiento aplicado, es mucho más complicado tomar decisiones. Así pues, más que localizar los centros de salud u hospitalarios -con todo, si se trata de un paciente crónico con una salud muy delicada quizás sea conveniente tener esas localizaciones controladas-, yo más bien insistiría en llevar encima algún informe de salud actualizado por parte de un médico de familia.
Baños en espacios exteriores / el engorroso jet lag
-Hay personas que no practican natación en todo el año pero que, si van a un destino de costa, se pasan gran parte del día bañándose en la playa o incluso apuntándose a cursillos de buceo… ¿qué deben tener en cuenta antes de realizar esas actividades, por si existe el riesgo de que les fallen las fuerzas cuando menos se lo esperan estando dentro del agua?
Esta es una de las cosas más relevantes de cara al verano, el tema de la prevención de los ahogamientos. Desde luego, hay que ser muy prudente, porque ese tipo de accidentes, sobre todo en niños y jóvenes, son una causa frecuente de mortalidad. Hay campañas específicas de prevención en este ámbito. Se ha estudiado mucho el tema y lo más importante es aprender a nadar bien, nadar siempre en compañía y, en la playa, hacer caso de las señales de seguridad como las banderas. Y es que, en ocasiones, ves que la gente está bañándose con la bandera roja. La bandera roja significa que uno no puede bañarse en el mar. Es algo elemental.
Insisto: todos los años mueren niños ahogados. De hecho, en determinadas comunidades autónomas las normativas dictan que las piscinas tienen que estar valladas, en tanto que, en dos minutos de despiste, cualquier menor de corta edad puede caer al agua y ahogarse. Se estima que el ahogamiento es la principal causa de muerte en el mundo en personas con edades comprendidas entre los 5 y los 14 años. No obstante, también fallecen adultos, a veces por imprudencias en la playa, por ejemplo por no hacer caso de la bandera roja.
Otros consejos: nunca nadar después de haber bebido alcohol, procurar bañarse en lugares donde haya socorristas, conocer las condiciones del agua antes de entrar en ella, no sobrestimar nuestra capacidad de nado y mantenernos alejados de las corrientes marinas porque nos pueden fallar las fuerzas y eso puede ser, claramente, motivo de ahogamiento. Tampoco hay que lanzarse de cabeza al agua si no sabemos la profundidad de la zona donde nos vamos a tirar.
Con respecto a bucear, hacerlo también en compañía. Yo tengo pacientes que realizan esta actividad y lo importante es actuar con prevención, en el sentido de que estés acompañado de personas expertas que te digan cómo tienes que bucear y cómo prevenir las otitis relacionadas con este deporte. El buceo puede ser muy satisfactorio pero también peligroso si no lo practicas en las condiciones que se consideran adecuadas.
-Frente al engorroso jet lag (trastorno provocado por el paso rápido entre diferentes husos horarios) ¿se puede prevenir de alguna manera el malestar, la fatiga diurna o los problemas estomacales causados por el jet lag de los vuelos transoceánicos?
Ahí es primordial descansar. El jet lag es a menudo inevitable por el hecho de permanecer tantas horas en el avión y por el tema de los cambios de horario. Lo más importante es planificar que, cuando lleguemos a los sitios, dispongamos de unas horas de descanso en un espacio determinado. Yo, por ejemplo, me voy a Birmania y ya tengo planificado llegar un sábado y tener todo el domingo para descansar. Durante el viaje, hay que procurar estar bien hidratado y comer no de forma excesiva, comiendo poco a poco.
Mareos en la navegación / niños dando la lata
-¿Y los temidos mareos cuando se navega por el mar, se pueden prevenir de algún modo?
Sí, hay tratamientos preventivos como la biodramina, administrada antes de entrar en el barco. También depende del barco, ya que, si es muy grande, si te sitúas en el centro de la embarcación hay menos vaivén. Si vas en un barco grande también, debes permanecer en cubierta y evitar los cambios bruscos de temperatura. Se recomienda estar sentado en la cubierta, no hacer movimientos posturales bruscos con la cabeza, y no agacharse ni bajar la cabeza. Los mareos asociados a la navegación o al transporte de pasajeros son los denominados mareos cinéticos. Para no marearse, por ejemplo viajando en coche, siempre es importante mirar a un punto fijo… pues, en un barco, es conveniente mirar a un punto fijo en el mar, enfocando hacia la lejanía, hacia el horizonte. Si se tiene mucha facilidad para vomitar, antes de entrar en la embarcación hay que procurar no beber muchos líquidos.
En lo concerniente a los mareos cinéticos viajando en coche o en un autobús, es aconsejable ir delante mirando un punto en la lejanía, no hacer movimientos bruscos y tomarse la biodramina. Desde un punto de vista médico, esos mareos no son importantes porque se resuelven solos, pero desde el punto de vista del paciente que los sufre, pues se pasa fatal… ¡yo sufro de ellos y se pasa mal!
-Si nos permite una licencia coloquial… ¿si los niños dan mucho la lata en plenas vacaciones, en pleno bochorno veraniego y con todo atestado siempre de gente, y abonando por tanto el terreno a un hipotético ataque de nervios… ¿existe algún método médico-científico para que los ‘peques’ se comporten?
Pues aquí, lo más importante, es la paciencia por parte de los padres… (el Dr. sonríe) Es obvio, ¿no? En estas situaciones, los niños tienen tendencia a estar irritables y lo que se requiere es una doble dosis de paciencia por parte de los progenitores, procediendo por tanto a ser condescendientes ante la irritabilidad de los más pequeños de la casa. ¿Qué más podemos hacer? Desde luego, estar más pendientes de ellos, procurar desestresarles y esquivar temperaturas de bochorno, los lugares atestados de gente, etc. Ahí los niños sufren, están muy nerviosos y lo principal ya no es tanto el papel que juega los menores, sino cómo manejan la situación los padres.