Redacción Farmacosalud.com
La reconstrucción mamaria integral (RMI) es una técnica ideada por el Dr. Joaquim Muñoz, cirujano plástico y oncólogo, que desde su presentación ha sido desarrollada con éxito ya en 43 mujeres, han indicado desde la Clínica Diagonal de Barcelona y www.joaquimmunoz.com. Este método pionero, publicado en la revista ‘Plastic and Reconstructive Surgery’, integra el uso de la endoscopia en casos de reconstrucción por cáncer de mama permitiendo dejar el pecho remodelado sin cicatrices y reconstruir el complejo areola pezón en una única intervención. La RMI se basa en la obtención endoscópica del músculo dorsal ancho (obtención de músculo en la espalda con incisiones mínimas) para aportar tejido a la remodelación de la mama afectada: “en comparación con la técnica clásica, que provoca una cicatriz que cruza media espalda, la RMI únicamente deja una cicatriz de 3 cm que queda disimulada debajo de la línea del sujetador”, asegura a www.farmacosalud.com el doctor Muñoz.
“La utilización de colgajo muscular de dorsal ancho -prosigue el doctor- es una técnica clásica en reconstrucción de mama, concretamente descrita en reconstrucción de la mama tras mastectomía desde 2012. En la actualidad es una técnica ampliamente extendida en cualquier centro en el que se realicen reconstrucciones de mama. La técnica clásica de reconstrucción con dorsal ancho asocia grandes cicatrices tanto en la mama como en la espalda; pero la RMI, mediante el uso de técnicas endoscópicas mínimamente invasivas, utiliza una pequeña porción de la espalda, concretamente una circunferencia igual a la areola de la paciente que será extirpada durante la mastectomía. En comparación con la técnica clásica que provoca una cicatriz que cruza media espalda, la RMI únicamente deja una cicatriz de 3 cm que queda disimulada debajo de la línea del sujetador. La pequeña circunferencia de piel que se extrae sirve para reconstruir de manera inmediata el complejo areola pezón, lo que supone un gran avance para la paciente”.
Mayor tolerancia a los efectos secundarios de la radioterapia
De acuerdo con el facultativo, el músculo dorsal ancho es ya una de las principales herramientas para el cirujano plástico en la cobertura de defectos en extremidades, cabeza y cuello secundarios a cáncer y mama. “La novedad de la RMI es la obtención del músculo vía endoscópica minimizando cicatrices, estigma y traumatismo para la paciente. Otra ventaja de la RMI es que el manejo de los tejidos vía endoscópica permite una recuperación más temprana y menores curas postoperatorias, ya que sustituye grandes cicatrices”, añade Muñoz.
Por si esto fuera poco, el músculo evita que la prótesis quede alojada inmediatamente sobre la piel, lo que supone un resultado más confortable y mayor tolerancia a los efectos secundarios de la radioterapia aplicada por presencia de un cáncer de mama. Aunque “la radioterapia es necesaria y se ha mostrado efectiva en el control local de la enfermedad”, es un tratamiento que no está exento “de efectos perjudiciales para el resultado final de la reconstrucción”, argumenta el experto. En opinión del doctor, la radioterapia “afecta a la elasticidad, hidratación y pigmentación de la piel, esto hace que las mamas reconstruidas únicamente con prótesis o expansores generen en las pacientes descontento por el resultado final: mamas duras, que pierden la forma y sensibilidad y en muchos casos dolor que hace que lo que inicialmente se presentara como una solución (la reconstrucción de la mama) se convierta en un problema a largo plazo”.
“Un tacto más agradable y un aspecto más natural”
Sin embargo, para el doctor Muñoz “la interposición del Músculo Dorsal Ancho obtenido por endoscopio, aparte de minimizar cicatrices, ofrece un mejor resultado en términos de confort, dado que el músculo bajo la piel almohadilla la prótesis bajo la piel”. Todo ello redunda “en un tacto más agradable y un aspecto más natural, ya que el músculo debajo de la piel reconstruye la cola de la mama, cosa que no hace una prótesis simple, que da un resultado muy artificial”, concluye.