Redacción Farmacosalud.com
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen varios factores de riesgo que pueden influir en la vulnerabilidad de una persona a la hora de adoptar un comportamiento suicida: intentos de suicidio previos, trastornos mentales, consumo nocivo de alcohol, pérdidas financieras, dolores crónicos y antecedentes familiares. También pueden contribuir al deseo de quitarse la vida las dificultades para obtener acceso a la atención de salud, la fácil disponibilidad de medios utilizables para suicidarse, riesgo de imitación de actos suicidas y estigmatización de quienes buscan ayuda por comportamientos límite o por consumo de sustancias psicoactivas.
De igual modo, buscar la propia muerte puede ser una conducta adoptada por víctimas de guerras y desastres, estrés por aculturación (pueblos indígenas o personas desplazadas), discriminación, aislamiento, abuso y violencia.
Por cada adulto suicidado, 20 lo han intentado
Siempre según la OMS, más de 800.000 personas mueren cada año en el mundo por suicidio, lo que convierte este comportamiento en la segunda causa principal de muerte en personas de entre 15 y 29 años de edad. Hay indicios de que, por cada adulto que se ha suicidado, posiblemente más de otros 20 han intentado quitarse la vida.
Dado que los suicidios son prevenibles, la OMS recomienda adoptar una estrategia integral multisectorial de prevención: restricción del acceso a los medios utilizables para quitarse la vida (plaguicidas, armas de fuego y ciertos medicamentos), identificación temprana por parte de los servicios de salud de los perfiles de riesgo de comportamientos suicidas (personas con trastornos mentales, alcoholismo, etc.) y prestación de apoyo social a los individuos vulnerables.