Redacción Farmacosalud.com
Distinguir una brillante luz al final de un túnel, elevarse y observar el propio cuerpo desde un plano superior, notar una gran sensación de paz, ver a gran velocidad las vivencias de la propia existencia… estas son algunas de las percepciones que narran aquellas personas que han estado muy cerca de morir, es decir, que han pasado por lo que se denomina una experiencia cercana a la muerte o ECM. ¿Así pues, todo ese conjunto de fenómenos es lo que también se experimenta cuando una persona deja definitivamente de vivir? Por ahora, se desconoce. Ahora bien, lo que sí se ha podido constatar es que algunas de las percepciones asociadas a las ECM guardan un gran parecido con vivencias experimentadas por personas con epilepsia. El Dr. Carlos Tejero Juste, neurólogo del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, se encarga de ahondar en todo ello en una entrevista concedida a www.farmacosalud.com.
-Se conoce como experiencias cercanas a la muerte (ECM) las percepciones de aquellas personas que han sobrevivido tras estar muy cerca de fallecer o estar clínicamente muertas, es decir, tras haberse detenido su latido cardiaco y su respiración pero sin que se hayan producido daños cerebrales. ¿No deberían denominarse ‘experiencias cercanas a la muerte clínica’ y no ‘experiencias cercanas a la muerte’?
Aunque no sea totalmente correcto, el término ECM es antiguo y está reconocido como tal por la comunidad científica y por el público en general. Este tipo de fenómenos han sido relatados por personas que han necesitado reanimación tras un paro cardiaco o respiratorio, y también personas en situaciones de gravedad extrema en las que los médicos pudimos conseguir que remontaran, sin necesidad de tener que someterlas a técnicas de reanimación, o, si se quiere utilizar el término más extremo, sin técnicas de resucitación. Utilizar ‘cercano a la muerte’ permite englobar a ambos casos. Añadir la palabra ‘clínica’ podría generar confusión y debate improductivos.
-Lo decimos porque, quien está muerto, es que está totalmente muerto, no puede volver para explicar nada.
Nadie que ha muerto ha podido volver para contarnos nada. El cese de las funciones vitales va a provocar la muerte de las células del organismo si no se restablecen con prontitud. No todas las células son igualmente sensibles a la falta de riego u oxígeno; por ello puede darse la circunstancia de que se restablezcan las funciones vitales y sea demasiado tarde para que el cerebro vuelva a funcionar.
-Una de las visiones más famosas que narran los afectados de ECM es la de la brillante luz que ven al final de un túnel. Pero se dice que eso es por efecto de la falta de oxígeno en el cerebro…
Una de las fuentes más importantes que utilizamos los neurólogos para valorar si un cerebro está enfermo es la descripción de síntomas por parte del paciente, y nos encontramos que síntomas que son referidos por las personas con experiencias cercanas a la muerte son también referidos por personas en situaciones diferentes. La luz al final del túnel puede responder a dos fenómenos:
• por un lado, un oscurecimiento de la región visual periférica manteniéndose únicamente la visión central. Este fenómeno se relaciona con una progresiva falta de llegada de la sangre a la retina o al nervio óptico, permaneciendo al final la zona más ricamente vascularizada. Además de las ECM, está descrito por los pilotos de aviones y de fórmula uno, o los astronautas cuando se incrementa la aceleración (fuerza G); también se relata en personas con síncopes o que han perdido mucha sangre.
• otro fenómeno es un destello en la visión central que anula la visión periférica. En este caso es la corteza cerebral de la región occipital la que, al estimularse, desencadenaría el proceso. Lo hemos encontrado relacionado con falta de vascularización, pero también en el contexto de fenómenos epilépticos o incluso relacionado con dolores de cabeza (migraña con aura).
-¿Qué puede decirnos acerca de otras percepciones explicadas por muchas de estas personas que han vivido ECM: elevarse y ver la escena o el propio cuerpo desde un plano superior, notar una gran sensación de paz, ver a gran velocidad las vivencias de la propia existencia, etc?
Respecto a la sensación de ver el cuerpo desde un plano superior, la explicación está en una disfunción de la corteza cerebral en su región parietal. El funcionamiento de esa zona nos permite que, de manera inconsciente, tengamos permanentemente conocimiento de nuestra posición en el espacio y la relación con nuestro entorno. Una alteración en esa región produce la sensación de que nos hemos alejado de nuestro propio cuerpo. Este fenómeno se ha encontrado en epilepsia, encefalitis, y también puede ser consecuencia de intoxicación por opioides o por ketamina.
La sensación de paz o de felicidad se relaciona con la corteza cerebral en su región temporal profunda (amígdala), y se encuentra también en epilepsia y en relación con intoxicaciones por opioides, ketamina, monóxido de carbono, o también cuando se pierde mucha sangre o baja la tensión arterial.
Las vivencias a alta velocidad se vinculan tanto con el lóbulo occipital como con el lóbulo temporal y aparecen en relación con intoxicación por drogas de diseño, además de epilepsia y otros fenómenos.
-¿Desde un punto de vista estrictamente neurocientífico, como se explican los casos de ECM? ¿Es posible que la mente no muera cuando fallecemos (muere el cuerpo, junto con el cerebro, pero no la mente), tal y como señala algún experto sobre este tema?
Como neurólogo, me cuesta separar cerebro y mente cuando vemos esos fenómenos relacionados con patologías tan diversas. Si existe una explicación para esos fenómenos cuando ocurren en otras circunstancias, debo entender que son fenómenos cerebrales relacionados con estímulos que aparecen en la cercanía de la muerte, sin buscar otra explicación.
-¿Algún día se inventará un aparato o maquinaria que permita establecer o al menos tener una idea muy aproximada de lo que hay más allá de la muerte, ni que sea en los primeros momentos del fallecimiento total (es decir, no en un caso de ECM, sino en un caso de muerte definitiva), gracias al estudio neurológico de esos primeros momentos de la defunción?
Hay aparatos que pueden determinar la región del cerebro que está en funcionamiento ante determinadas actividades (electroencefalografía, Resonancia Funcional, PET) y algunos pacientes han fallecido mientras se les estaban realizando estas técnicas. Y, aunque la prioridad ha sido la vida del paciente, se ha podido analizar retrospectivamente lo que ocurría en el cerebro de estos sujetos. Son datos anecdóticos, que únicamente ofrecen datos preliminares. Podrían ser la base de futuros estudios, aunque tendríamos que avanzar mucho en aspectos éticos relacionados con estudios científicos en esas circunstancias…
-Claro está que, quizás, no haya absolutamente nada más allá de la muerte, por lo que podría darse el caso de que esa hipotética máquina no percibiera nunca el más mínimo indicio de algo…
Quizá.