Redacción Farmacosalud.com
La aparición de Celifast, una prueba en que se analiza la sangre del paciente sospechoso de padecer celiaquía, es todo un avance para detectar más rápidamente -puede hacerlo en 10 minutos- dicha enfermedad. “Celifast es específicamente útil para población pediátrica y también creemos que es muy útil para el diagnóstico de familiares de primer grado, quienes también se tienen que hacer la prueba porque, aunque no es una enfermedad de base genética, sí que hay una cierta predisposición genética; los familiares de celíacos tienen 10 veces más probabilidades de padecer celiaquía que el resto de la población. Asimismo, la prueba es útil para el seguimiento de los pacientes que ya están diagnosticados y quizás también para descartar otras alergias alimentarias”, explica la doctora María Isabel Pividori, profesora titular del Departamento de Química de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Si bien se calcula que un 1% de la población es celíaca, “muchos celíacos desconocen que lo son”, advierte a través de www.farmacosalud.com la especialista en Química.
A la hora de diagnosticar esta patología, “en adultos prácticamente siempre se termina en biopsia, pero en niños se intenta evitar porque esa biopsia es una prueba muy cruenta”, comenta Pividori. De hecho, en ese procedimiento hay que sacar muestras del intestino, dado que la celiaquía causa una disfunción de las células que absorben los nutrientes en dicho órgano. Según la especialista, la biopsia “es una prueba que tarda” y además es “difícil” establecer un plazo de finalización, ya que eso depende mucho de si se realiza en “la sanidad pública o privada”.
Actualmente, la media de diagnóstico en niños: 6 meses; en adultos, 8-9 años
Cuando se procede a intentar detectar un posible caso de enfermedad celíaca se tiene en cuenta la suma de sintomatología más tres marcadores (dos de laboratorio y un marcador genético). Si estas pruebas no son concluyentes, entonces llega la biopsia. “Cuando los niveles de estos marcadores de laboratorio son muy altos, que es bastante frecuente en niños, se evita la biopsia. Lo que pasa es que ese proceso -el desarrollado en el laboratorio con los marcadores- tarda mucho tiempo. Celifast lo que haría es reducir estos tiempos y poder realizar en la consulta el diagnóstico que se hace en el laboratorio”, señala la profesora de la UAB. El recorte en los plazos no es, ni mucho menos, baladí: hoy por hoy el único tratamiento efectivo para el celiaco es una dieta muy estricta -y de por vida- libre de gluten, por lo que “el hecho de tener cuanto antes esta información diagnóstica ayuda, sobre todo en el caso de niños,” a tomar rápidamente el sendero dietético adecuado, destaca.
Actualmente, el diagnóstico de celiaquía puede tardar alrededor de unos 6 meses para la población pediátrica. En el caso de los adultos, “dependiendo de cada comunidad autónoma”, se estima que se tarda una media de unos 8-9 años, revela Pividori. Varios factores se alían para fomentar ese largo -casi interminable- período de tiempo: por un lado, los afectados van dejando de forma intuitiva la dieta de gluten, pero lo “hacen mal” porque hay un “montón de alimentos” en los que el gluten está presente y el paciente lo desconoce, y además se actúa sin “un diagnóstico certero”, indica la experta. Por si esto fuera poco, “para llegar a un diagnóstico certero es necesario mantener, al menos durante 6 meses, una dieta con gluten… aunque el paciente se sienta fatal, hay que hacerlo así; es lamentable, pero es así”, admite la científica. En resumen, al celiaco hay que provocarle una reacción para comprobar que realmente sufre la enfermedad. Ahí es nada.
Interés por Celifast en España y Estados Unidos
Celifast es más útil en la población pediátrica porque los niños tienen “una reacción mucho más virulenta al gluten y enseguida levantan muchísimo los marcadores”, detalla Pividori. En cambio, en los adultos el diagnóstico es muy dificultoso y “puede ser más complicado disminuir las biopsias”, lo que conlleva que quizás “tardemos más en la validación clínica” de Celifast para este colectivo de celíacos, agrega. De todos modos, el objetivo de los investigadores es el de, una vez finalizada la validación clínica, acelerar el plazo de detección para los adultos. La profesora de la UAB hace especial hincapié en el hecho de que “no hay otra estrategia en el mercado que sea rápida y cuantitativa” como Celifast, prueba en que “se utiliza un nuevo biomarcador”. Celifast, que empezó a trabajarse a finales del 2012, está ahora mismo en fase de validación clínica, proceso que podría estar finalizado a finales del presente año. Posteriormente, una vez se haya entrado en la fase de comercialización, la idea es impulsar desde el laboratorio una start-up (empresa de creación reciente) y empezar a buscar inversores y partners (socios) industriales para poder producir el dispositivo. Por ahora Celifast ha generado interés principalmente en España, si bien también se han mantenido contactos en Palo Alto, en Estados Unidos.
El proyecto Celifast ha ganado el concurso Valortec d’ACCIÓ, la agencia para la competitividad de la empresa de la Generalitat de Catalunya, en la categoría de creación de empresa de base tecnológica. El concurso tiene el objetivo de incentivar a los investigadores para aplicar su conocimiento al desarrollo de servicios y productos con posibilidades de comercialización, han apuntado desde la Generalitat.