Redacción Farmacosalud.com
Desde el año 2015 la Unidad de Radioterapia de HM Hospitales ha atendido a más de un centenar de pacientes con patología articular y tendinosa crónica resistente a tratamientos convencionales, como artrosis de rodillas, caderas, manos, hombros, columna vertebral, fascitis plantar y espolón del calcáneo, logrando que el 80% de estos pacientes experimente disminución o desaparición del dolor, mejoría marcada de la movilidad y reducción de las necesidades de analgésicos diarios. Estos resultados han sido presentados con éxito en diversos congresos nacionales e internacionales.
El secreto de este éxito asistencial, ante una patología que a día de hoy no tiene un tratamiento específico, reside en la radioterapia, ya que existe evidencia científica avalada por estudios in vivo e in vitro que recomiendan este tipo de tratamiento. La razón principal responde al efecto antiinflamatorio de la radioterapia a bajas dosis que se traduce en un alivio sintomático de la enfermedad reumática osteo-articular. “Los buenos resultados de la radioterapia a bajas dosis son conocidos desde hace mucho tiempo, aunque su empleo no se ha generalizado en consonancia con su efectividad”, asegura el Dr. Ángel Montero, responsable de los tratamientos de patología articular crónica en la Unidad de Radioterapia de HM Hospitales.
La irradiación, recurso a tener en cuenta antes de recurrir a un recambio protésico
En HM Hospitales este servicio tiene un carácter multidisciplinar e implica a las unidades de Reumatología y Radioterapia del Grupo y se distribuye por los hospitales universitarios HM Sanchinarro y HM Puerta del Sur. “Cada vez son más las evidencias publicadas que ponen de manifiesto la utilidad en la irradiación a dosis bajas para el alivio sintomática de la artrosis de rodillas, manos, trocanteritis, epicondilitis, rizartrosis, fascitis plantar y otras muchas patologías que se benefician de la irradiación y es un recurso a tener en cuenta, antes de recurrir a un recambio protésico de la articulación dañada. Sobre todo en pacientes pluripatológicos y polimedicados, algo que no siempre es fácil o bien tolerado por los pacientes”, señala el Dr. Montero. Además, estos tratamientos son ya estándar en países como Alemania o Reino Unido.
Existen reticencias iniciales de los pacientes que asocian radioterapia a proceso oncológico que son superadas una vez comprobada la eficacia, seguridad y precisión del tratamiento que utiliza radioterapia externa a través de fotones generados en un acelerador lineal. “Se requiere una preparación o simulación previa mediante una TC que permite delimitar con precisión la zona que necesita ser irradiada (la articulación o los tejidos afectos) y planificar el tratamiento. Una vez realizados los cálculos de dosis, el tratamiento consiste en 6 sesiones (3 días en semana) de muy corta duración, unos minutos, que se administran de forma ambulatoria y completamente indolora”, indica la Dra. Carmen Rubio, jefe de Servicio de Oncología Radioterápica de HM Hospitales, quien asegura que, “todos los pacientes tratados son reevaluados a las 8-10 semanas de finalizar el tratamiento, y aquellos en los que continúe el dolor recibirán un segundo tratamiento de iguales características”, concluye la Dra. Rubio.
“La artrosis amenaza con convertirse en un problema sociosanitario de primera magnitud”
El beneficio antiinflamatorio en los trastornos musculoesqueléticos crónicos, con la artrosis degenerativa a la cabeza, es muy pronunciado. “La dosis de radioterapia que se utiliza en el tratamiento de esta patología es muy baja (1 Gy en cada sesión), y por tanto no existen contraindicaciones, dado que no produce efectos secundarios adversos. Las dosis de radioterapia que se emplean con intención antiinflamatoria son comparables a la utilización de la radiología diagnóstica. Lo más significativo es que, a largo plazo, los efectos beneficiosos de esta irradiación a bajas dosis se mantienen e incluso se incrementan sin observar la aparición de efecto secundario alguno a corto ni a largo plazo”, asegura la Dra. Rubio.
El impacto médico, económico y social de la de la artrosis crónica es enorme y está motivado por el aumento de la expectativa de vida experimentado en las últimas décadas, el progresivo envejecimiento de la población y el incremento creciente de la obesidad. “La artrosis amenaza con convertirse en un problema sociosanitario de primera magnitud. La OMS ha reconocido que la artrosis puede convertirse en 2020 en la cuarta causa principal de incapacidad. En España, el estudio ArtRoCad evidenció que la artrosis afecta al 17% de la población, siendo las más frecuentes la artrosis de manos y de rodillas que afectan al 10% y 6% de los españoles respectivamente, con una mayor prevalencia en mujeres que en hombres y que el impacto económico de su tratamiento alcanzaba casi los 5.000 millones de euros anuales, aproximadamente el 0,5% del PIB español”, señala la Dra. Paloma García Lefebvre, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario HM Sanchinarro, quien subraya que la radioterapia representa para muchos de estos pacientes una alternativa de tratamiento segura y eficaz, que disminuye el dolor y mejora su calidad de vida.