Redacción Farmacosalud.com
Un estudio demuestra que budesonida a dosis bajas es eficaz a la hora de mantener la remisión clínica a largo plazo en una mayoría de pacientes de colitis colágena, una patología que se caracteriza por producir diarrea crónica, principalmente en mujeres de edad avanzada. Según el doctor Fernando Fernández Bañares, médico del Hospital Universitari Mútua Terrassa (Barcelona), experto del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBERehd) y director del estudio, esas dosis bajas de budesonida (3 mg/d o 3 mg/48 horas) “son muy bien toleradas y no se ha descrito que se asocien a efectos secundarios”.
La investigación, realizada en coordinación con el Grupo de Español de Colitis Microscópica de la Asociación Española de Gastroenterología (AEG), ha permitido avanzar en el conocimiento del tratamiento de la colitis colágena. Esta entidad es un tipo de colitis microscópica que se caracteriza por producir una diarrea crónica acuosa profusa, principalmente en mujeres de edad avanzada, causando una alteración importante de la calidad de vida.
Recidivas frecuentes al suspenderse la medicación
La budesonida es el tratamiento de elección para inducir la remisión clínica y el cese de la diarrea en estos casos. Sin embargo, las recidivas son frecuentes al suspenderse la medicación. En este sentido, se había recomendado mantener la remisión clínica con la dosis más baja de budesonida posible (es decir, hasta 3 mg a días alternos), pero esta última estrategia no había sido validada en ensayos clínicos y el porcentaje de pacientes en que no era posible disminuir la dosis por debajo de 6 mg al día era desconocido, indican desde la AEG. El presente trabajo, que ha sido publicado en la revista europea ‘Digestive and Liver Disease’, demuestra -en una cohorte retrospectiva de 75 pacientes- que una dosis baja de budesonida (es decir, 3 mg/d o 3 mg/48 horas) es eficaz para mantener la remisión clínica a largo plazo en el 80% de los pacientes. Se observa, por tanto, que un 20% de los enfermos necesitan dosis altas de budesonida (6 mg/d o más) para mantener la remisión. Esta dosis debería ser considerada como demasiado elevada para un tratamiento a largo plazo, dado el riesgo de efectos secundarios asociado a su uso, fundamentalmente, osteoporosis y riesgo de fracturas.
Las personas que formaban parte de ese 80% de enfermos no presentaban diferencias clínicas aparentes con respecto a los demás sujetos. “Únicamente, la ingesta de fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) fue significativamente más alta en el momento del diagnóstico en los pacientes que necesitaban dosis de mantenimiento de budesonida de 6 mg/d o más. El uso de este tipo de fármacos (AINEs) ya se sabe que se asocia con el riesgo de presentar una colitis colágena; en este estudio se aprecia que probablemente también influyen en el curso clínico y en la historia natural de la enfermedad”, afirma el facultativo.
Inmunomoduladores y tiopurinas, posibles alternativas a las dosis altas
En los afectados con dependencia a la budesonida (6 mg/d o más) se hace necesario valorar tratamientos alternativos. A juicio del doctor Fernández Bañares, habría que “encontrar fármacos que sean eficaces y que además no presenten efectos secundarios, o que éstos sean escasos. Por tanto, que el perfil de eficacia/seguridad sea el adecuado. No está claro que los fármacos inmunomoduladores (no exentos de efectos secundarios) cumplan este perfil, sobre todo en una enfermedad que presenta una historia natural benigna. Los datos que se poseen sobre su uso son limitados, series cortas de pacientes, con una eficacia superior al 50%. No hay estudios controlados. Por tanto, es pronto para hacer recomendaciones formales”.
“Si un paciente está bien, en remisión clínica, con budesonida 6 mg/d es necesario recomendar suplementos de calcio y un control bianual de la densitometría ósea. Ahora bien, si es una persona joven y presenta de forma basal una densitometría alterada o desarrolla en el seguimiento una alteración franca de la misma que contraindiquen budesonida, habrá que valorar otras opciones terapéuticas y, en este caso, las tiopurinas son una posibilidad”, añade.
Los interesantes resultados de la investigación deben ser comprobados en trabajos prospectivos, pero de momento suponen un avance en el manejo terapéutico de estos pacientes. Hay que tener en cuenta que, en nuestro medio, la colitis colágena no es una enfermedad muy frecuente y que serán necesarios estudios multicéntricos europeos a gran escala para validar definitivamente estos resultados.
El Grupo Español de Colitis Microscópica empezó su andadura en marzo de 2014 tras la realización de un estudio multicéntrico sobre factores de riesgo de colitis microscópica (estudio RECOMINA). El presente trabajo es la cuarta publicación del grupo en revistas internacionales con factor de impacto.
Referencia del estudio
Fernández-Bañares F, Piqueras M, Guagnozzi D, Robles V, Ruiz-Cerulla A, Casanova MJ, Gisbert JP, Busquets D, Arguedas Y, Pérez-Aisa A, Fernández-Salazar L, Lucendo AJ; GECM (Grupo Español de Colitis Microscópica). 'Collagenous colitis: Requirement for high-dose budesonide as maintenance treatment'. Dig Liver Dis 2017; 49:973-7.