Dr. Juan José Díaz Martín
No hay duda de que la leche materna es el alimento perfecto para cualquier lactante desde el nacimiento hasta los primeros 6 meses de vida. Asimismo es un estándar en el que todas las fórmulas infantiles se intentan comparar. No obstante, el objetivo de las fórmulas actuales no es solamente la reproducción exacta de la composición de la composición de la leche humana, sino que tratan de reproducir su funcionalidad.
Blemil Plus Optimum es una nueva gama de leches infantiles para la alimentación de los lactantes y niños de corta edad con una composición más cercana a la de la leche materna. Sus beneficios para el desarrollo de los más pequeños provienen no sólo de la variedad de ingredientes que la componen, sino también del valor añadido que aporta su especial combinación e interacción entre ellos.
La fórmula, desarrollada por Laboratorios Ordesa, ayuda al desarrollo del sistema inmunológico del lactante, mejora su desarrollo cognitivo y visual, reduce la incidencia de enfermedades infecciosas, y contribuye a un óptimo crecimiento, todo ello acompañado de una buena tolerancia y digestibilidad, que la asemeja, cada vez más, a la leche materna.
Entre sus principales ingredientes se encuentran la osteopontina láctea, compuestos de la membrana del glóbulo graso de la leche (MFGM, del inglés, milk fat globule membrane), Bifidobacterium infantis IM-1™, un probiótico patentado y desarrollado exclusivamente por Laboratorios Ordesa para su aplicación en alimentación infantil, y galactooligosacáridos (GOS), uno de los prebióticos que han demostrado mayor capacidad de bloquear la adhesión de las bacterias patógenas[1].
La combinación de estos ingredientes, que funcionan y actúan como un conjunto, implementa sus efectos individuales, actuando de manera más parecida a la leche humana, y ayuda al desarrollo de una microbiota saludable y a la reducción de infecciones, en particular de las diarreas y otras infecciones gastrointestinales, en los primeros años de vida.
Características diferenciales de la OPN láctea
La osteopontina (OPN) es una proteína presente en muchos tejidos (hueso, cartílago, riñón, cerebro, médula ósea, vasos, etc.), en glándulas (sudoríparas, conductos biliares y pancreáticos) y en fluidos (plasma, semen, orina), y específicamente a nivel intracelular (macrófagos, linfocitos, células dendríticas y vellosidades del corion)[2], lo que le permite participar en una gran variedad de procesos fisiológicos.
A esta proteína se le atribuyó una función puente entre las células óseas y la hidroxiapatita de la matriz ósea, pero, además de en el remodelado óseo, la OPN está involucrada en múltiples funciones orgánicas, incluyendo la activación inmunológica, la regeneración de heridas y la angiogénesis.
La OPN láctea es una proteína acídica, cargada negativamente, glicosilada y altamente fosforilada. Estas características determinan su capacidad de interacción con lactoperoxidasa (LPO), lactoferrina (LF) e inmunoglobulina M (IgM), que son proteínas básicas.
La OPN láctea es resistente al tratamiento térmico hasta 90 ºC y, por su acidez, también es resistente al pH gástrico del lactante, lo que garantiza su paso de forma intacta al intestino y preserva su actividad biológica[3].
Esta proteína actúa como una citoquina que promueve la respuesta inmunitaria mediada por macrófagos frente a patógenos, y actúa favorablemente sobre el balance Th1/Th2, regulando las actividad de los macrófagos (migración, activación, fagocitosis y producción de citoquinas proinflamatorias)[4].
La OPN se encuentra en una concentración especialmente alta en la leche humana, entre 7 y 10 veces mayor que en la leche de vaca, y en mucha mayor concentración en el plasma del lactante que en el adulto, lo que refuerza la idea de que la OPN podría tener funciones biológicas importantes para aquél.
Evidencia Clínica
La adición de OPN en formulas infantiles cuenta con la evidencia de un ensayo clínico que aportó datos prometedores sobre sus potenciales beneficios, y que mostró que promueve la maduración del sistema inmune en el neonato: activa la inmunidad innata y activa la vía de desarrollo de la inmunidad adaptativa (aumenta las células Th1 y monocitos)[5]. Además, regula o modula la respuesta inflamatoria, reduciendo citoquinas proinflamatorias en plasma (TNF-α)[6].
Membrana del glóbulo graso de la leche (MFGM): evidencia científica
La membrana del glóbulo graso de la leche (MFGM) agrupa una serie de componentes importantes que están presentes en la leche materna. Entre ellos se encuentran los fosfolípidos, que gracias a su carácter anfipático dan estructura a la tricapa lipídica que engloba los glóbulos de grasa láctea, o los gangliósidos, que además de una parte lipídica tienen una parte glucídica que es fundamental para las funciones de reconocimiento y señalización. Otros componentes del MFGM son las proteínas bioactivas que están asociadas a la membrana, como las mucinas, lactadherina y butirofilina, entre otras[7].
Durante el desarrollo perinatal, diversos estudios han podido asociar la ingesta de los componentes del MFGM, como los gangliósidos, a un efecto sobre el sistema inmunitario. A nivel intestinal, actúan como análogos de los receptores de microorganismos patógenos, modulan la microbiota intestinal e intervienen en el desarrollo de la función inmune a nivel intestinal[8].
La nueva gama de productos Blemil Optimum está enriquecida en los componentes del MFGM, aportando nutrientes como gangliósidos, esfingomielina, fosfolípidos y proteínas de la membrana que son importantes en el desarrollo cerebral y los procesos de aprendizaje y memoria, así como en la prevención de diarrea y otras infecciones comunes en el lactante.
Menor aporte proteico: crecimiento más equilibrado
Asimismo, esta nueva fórmula se caracteriza por una reducción del contenido de proteínas hasta un nivel similar al de la leche materna (1,8 g proteína/100 kcal) y un perfil de aminoácidos semejante. Es importante destacar que, además de las proteínas bioactivas referidas anteriormente (OPN láctea y proteínas de la MFGM), Blemil Plus Optimum también contiene alfa-lactoalbúmina, de cuya digestión derivan péptidos con efectos beneficiosos sobre la captación de hierro y zinc, y que supone el 20-25% de las proteínas de la leche materna.
La elevada calidad proteica de la alfa-lactoalbúmina se debe a que en un 63% está compuesta por aminoácidos esenciales, entre ellos el triptófano, un precursor de serotonina con importantes propiedades.
Así pues, el incremento de la concentración de alfa-lactoalbúmina en las leches infantiles permite llevar a cabo una reducción del aporte proteico total manteniendo el aporte de aminoácidos esenciales y con ello la calidad proteica.
Entre otras de sus ventajas, la alfa-lactoalbúmina contribuye a un crecimiento adecuado, tiene propiedades inmunoestimulantes y promueve una microbiota intestinal favorable.
Aunque en menor medida que la alfa-lactoalbúmina, la incorporación de osteopontina también resulta de interés para mejorar el perfil proteico de las leches infantiles, ya que propicia unos niveles de aminoácidos (AA) en plasma, más cercanos a la leche materna y, en especial, menores niveles de AA insulinogénicos: isoleucina, leucina y valina.
Probióticos y salud gastrointestinal de los lactantes
La adición de probióticos con evidencia clínica contrastada a las fórmulas infantiles se ha revelado como una de las estrategias más eficaces para favorecer el desarrollo de una microbiota bifidogénica y mantener la salud gastrointestinal de los lactantes[9].
Bifidobacterium infantis IM-1™ (cuyo nombre completo es Bifidobacterium longum subsp. infantis CECT 7210) es un probiótico patentado y desarrollado exclusivamente por Laboratorios Ordesa para su aplicación en alimentación infantil, y cumple los requisitos establecidos por los principales organismos internacionales y nacionales para ser considerado un probiótico seguro y apto para su aplicación en lactantes.
Bifidobacterium longum subsp. Infantis es una de las especies más representativas de la microbiota del intestino de niños alimentados con lactancia materna[10].
Entre sus efectos beneficiosos para la salud, este probiótico tiene actividad antimicrobiana frente a Salmonella, Escherichia coli[11], Clostridium dificile, Cronobacter sakazakii, Yersinia, Shigella; actividad antivírica ante Rotavirus[12,13], y otros enterovirus (Astrovirus), y presenta un efecto inmunomodulador en células dendríticas ayudando a su correcta maduración.
La ingesta de fórmula infantil suplementada con B. infantis IM1™ se asocia a una reducción en el número de episodios de diarrea y a un incremento en la producción de inmunoglobulina A secretora (SIgA) a nivel intestinal en lactantes[14].
GOS: el principal oligosacárido
Se han identificado más de 150 oligosacáridos en la leche materna, que en conjunto suponen el tercer componente más abundante de la fracción sólida de la leche, después de la lactosa y los triglicéridos.
Los oligosacáridos presentes en la leche humana son auténticos prebióticos[15]. Actúan como sustrato energético específico para determinadas bacterias intestinales beneficiosas, contribuyendo al desarrollo adecuado de la microbiota del lactante. Además, contribuyen a la prevención de infecciones, porque bloquean la adhesión de microorganismos patógenos a la pared intestinal[16].
Aunque para asemejar las fórmulas infantiles a la leche humana se les ha adicionado galactooligosacáridos (GOS), fructooligosacáridos (FOS) o polidextrosas (PDX), los oligosacáridos más parecidos a la leche materna son los GOS[17], ya que la leche contiene oligómeros con galactosa (pero no con fructosa).
Todos los prebióticos mejoran el crecimiento y la actividad de la microbiota intestinal, pero los GOS son los que han demostrado mayor capacidad de bloquear la adhesión de las bacterias patógenas[1], y parece que los GOS y lactulosa ofrecen las características de crecimiento más favorables a lactobacilos y bifidobacterias comparado con maltodextrina y PDX[15].
Los GOS tienen un efecto positivo sobre la respuesta inmune: aumentan la actividad de células NK, aumentan las citoquinas antiinflamatorias como IL-10 y reducen la secreción de las proinflamatorias como IL-6, IL-1β y TNF-α[18]. Además, los GOS son los oligosacáridos con mayor capacidad de antiadherencia sobre microorganismos patógenos[19].
Blemil plus 1 Optimum y Blemil plus 2 Optimum incorporan en su composición 0,4 g/100 ml de GOS, que junto al B. infantis IM1 promueven un efecto simbiótico que favorece un ecosistema con predominio de bifidobacterias, y ayudan al desarrollo y maduración del sistema inmune asociado al tracto gastrointestinal.
Incorporación de grasa láctea: una mejora relevante de la fracción lipídica
La combinación de grasa láctea con aceites vegetales en las fórmulas infantiles permite aproximar la fracción lipídica a la de la leche materna, no sólo en lo que se refiere a la composición y perfil de los ácidos grasos, sino también en la estructura de la grasa (triglicéridos) y en el aporte de otros lípidos importantes en la etapa de desarrollo como puede ser el colesterol.
La formulación de la fracción grasa de la fórmula Optimum, con una combinación de grasa láctea y aceites vegetales, garantiza un correcto crecimiento y desarrollo del lactante, y presenta una buena tolerancia digestiva[20].
Además, la grasa láctea muestra una estructura de triglicéridos similar a la de la leche materna, que aporta beneficios para el metabolismo lipídico, y la adición de grasa láctea mejora los niveles de omega-3, facilitando su deposición en ciertos tejidos como el cerebro y la retina[21,22].
Por otro lado, la grasa láctea incorpora en su composición ß-palmitato y MFGM, ayudando a incrementar la concentración de este tipo de compuestos en las leches infantiles.
La fracción lipídica de Blemil plus 1 Optimum y Blemil plus 2 Optimum combina grasa láctea con aceites vegetales y está libre de aceite de palma y aceite de coco, con la finalidad de mejorar el perfil de ácidos grasos mediante la combinación de grasa láctea y aceites vegetales.
Por último, entre otros nutrientes presentes en la fracción lipídica de esta nueva fórmula desarrollada por Laboratorios Ordesa, se encuentran los ácidos grasos polinsaturados de cadena larga (DHA y ARA), importantes constituyentes del sistema nervioso central (SNC) que influyen en el neurodesarrollo.
La ingesta de una fórmula infantil suplementada con DHA ha demostrado los siguientes beneficios:
• Mejora en las puntuaciones de las pruebas de aprendizaje y de procesado de información[23,24].
• Contribuye al desarrollo de la capacidad visual medida a través de los potenciales evocados[25].
La combinación de todos estos compuestos hace de Blemil plus 1 Optimum y Blemil plus 2 Optimum una gama de leches infantiles suplementada con compuestos bioactivos en los que destaca, más allá de su papel nutricional, su potencial funcional en el desarrollo y maduración del lactante.
Referencias
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