Redacción Farmacosalud.com
Según el doctor Guillem Cuatrecasas, endocrinólogo de Hospital Quirón Teknon (Barcelona), la prevalencia de la prediabetes está en consonancia con la obesidad: “En nuestro país estamos en cifras de obesidad del 23% y sobrepeso 39%. Estimamos que un 30% de la población tiene alteración del metabolismo de la glucosa (en mayor o menor grado). Sólo un 13% tienen una diabetes diagnosticada, el resto sufren la enfermedad pero lo desconocen”. “Está claro que si la prevalencia estimada es cercana al 30% y sólo tenemos un 13% de diabetes diagnosticada, tenemos un importante nicho de pacientes en prediabetes no evaluados”, añade Cuatrecasas. El endocrinólogo sostiene que si un prediabético quiere evitar convertirse en diabético “debe reducir drásticamente el aporte de azúcares refinados y reducir razonablemente los carbohidratos complejos (30-40% del aporte calórico total) tipo pan, pasta, arroz, cereales etc”.
-¿Qué es la prediabetes?
Con los criterios diagnósticos actuales se define diabetes si la glucosa en sangre es superior a 126 mg/dl en ayunas o bien superior a 200 tras 2h de haber ingerido una cantidad de glucosa determinada (sobrecarga oral de glucosa). El concepto de prediabetes englobaría tanto la ‘glucosa basal alterada’ (cifras entre 110-126) como la ‘intolerancia a la glucosa’ (cifras entre 140 y 200 a las 2h post-curva).
-¿Cuáles son sus factores de riesgo?
Además de factores de tipo genético (suele haber agregación familiar de diabetes), sin duda el factor de riesgo más importante es la obesidad y el sobrepeso. También el sedentarismo y la falta de actividad física influyen en la capacidad de secreción de insulina del páncreas. No necesariamente tiene que ver con un mayor consumo de azúcares y carbohidratos.
-Se dice que la prediabetes es una epidemia silenciosa del siglo XXI. ¿Influye en ello el hecho de que sea asintomática? ¿Cómo puede darse cuenta una persona de que sufre esa alteración metabólica?
Efectivamente, si la glucosa en sangre no supera 180 mg/dl no suele haber poliuria (orinar más de la cuenta), ni más sed (polidipsia). Pueden padecer cefaleas, calor, irritabilidad, sensación de estar abotargado… pero en cualquier caso son síntomas muy inespecíficos.
-¿Cuál es la prevalencia de la prediabetes?
Su prevalencia va a la par con la obesidad. En nuestro país estamos en cifras de obesidad del 23% y sobrepeso 39%. Estimamos que un 30% de la población tiene alteración del metabolismo de la glucosa (en mayor o menor grado). Sólo un 13% tienen una diabetes diagnosticada, el resto sufren la enfermedad pero lo desconocen. Cifras verdaderamente epidémicas.
-Se calcula que la prediabetes aumenta hasta 6 veces el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. ¿Cómo puede evitar un prediabético convertirse en diabético?
Lo más importante seria controlar su peso corporal. Desde un punto de vista dietético debe reducir drásticamente el aporte de azúcares refinados y reducir razonablemente los carbohidratos complejos (30-40% del aporte calórico total) tipo pan, pasta, arroz, cereales etc. El ejercicio físico de tipo aeróbico también es clave en este proceso de no progresar a diabetes tipo 2. Se han ensayado diferentes fármacos (por ej. Acarbosa, Metformina, Pioglitazona), pero ninguno ha tenido una eficacia comparable a los cambios en el estilo de vida.
-Pero algunos doctores piensan que la metformina estaría indicada para tratar la prediabetes…
El estudio DPP (diabetes prevention trial) si bien hace años que fue publicado, no demostró una clara superioridad de la metformina en la prevención de la diabetes tipo 2, aunque es cierto que el grupo tratado con este fármaco progresó a diabetes de una forma más lenta. La nueva clase de fármacos conocidos como inhibidores DPP4 o análogos del GLP1 ofrecen nuevas esperanzas en este sentido.
-Desde un punto de vista estrictamente de salud pública: ¿Hay exceso de atención en la diabetes y déficit de atención en la prediabetes?
Sin duda hablamos del mismo proceso en diferentes fases. Es cierto que hay gran concienciación social con la diabetes pero una vez establecida y pensando quizás más en complicaciones (retinopatía, isquemia en extremidades inferiores, etc.) que asustan al paciente. Está claro que si la prevalencia estimada es cercana al 30% y sólo tenemos un 13% de diabetes diagnosticada, tenemos un importante nicho de pacientes en prediabetes no evaluados. Todos los médicos (desde áreas básicas, hasta cardiólogos o neurólogos, pasando por farmacias o controles de enfermería) debemos prestar atención a glucemias ‘limítrofes’ (>100 mg/dl). Deberíamos sistematizar en esos casos la realización de curvas de sobrecarga oral de glucosa. Visto el coste sanitario de la diabetes, a pesar de generar mayor número de pruebas de forma masiva, sin duda sería coste-efectivo.