Redacción Farmacosalud.com
El último número de la revista ‘Clinical Infectious Diseases’, la publicación de mayor prestigio en el mundo en enfermedades infecciosas, lleva en sus páginas un nuevo estudio de la Cohorte de GeSIDA de pacientes coinfectados por VIH/VHC en el que se revela que el índice no invasivo FIB-4 arroja mejores resultados que la biopsia hepática para la predicción de complicaciones hepáticas y de muerte en este grupo de población. La hepatitis C continúa siendo la principal comorbilidad de los pacientes infectados por el VIH en nuestro medio. Hasta hace pocos años, la biopsia hepática ha sido la prueba de referencia para valorar la fibrosis hepática y establecer un pronóstico en pacientes con hepatitis C. La biopsia hepática, sin embargo, es un procedimiento invasivo, caro y no exento de complicaciones, por lo que en los últimos años se ha investigado mucho con el fin de desarrollar pruebas no invasivas para valorar el estadio de fibrosis hepática como la elastografía de transición y diferentes índices elaborados a partir de pruebas de laboratorio habituales.
Aunque tanto la elastografía como los índices no invasivos han mostrado gran fiabilidad diagnóstica y de hecho han reemplazado a la biopsia hepática en muchos centros para valorar la fibrosis en pacientes con hepatitis C, existe muy poca información sobre la capacidad pronóstica de estas técnicas no invasivas, ha informado GeSIDA. El nuevo trabajo se llevó a cabo para comparar la capacidad de predecir mortalidad y complicaciones hepáticas de la biopsia hepática frente al índice no invasivo FIB-4. Este índice, validado en pacientes coinfectados por VIH/VHC se basa en la edad, las concentraciones de transaminasas (ASAT y ALAT), y la cifra de plaquetas. El estudio se ha realizado en el seno de la cohorte de GESIDA 3603 integrada por 1500 pacientes tratados de la hepatitis C en 19 centros hospitalarios españoles entre los años 2000 y 2008.
Seleccionados 903 pacientes
Para este estudio se seleccionaron los 903 pacientes de la cohorte de GESIDA que tenían una biopsia hepática y una determinación de FIB-4 antes de comenzar el tratamiento de la hepatitis C. Se comparó la capacidad pronóstica para predecir muerte por cualquier causa y eventos hepáticos (descompensación hepática o hepatocarcinoma) mediante la metodología habitual en este tipo de estudios como: curvas ROC (acrónimo de Receiver Operating Characteristic), curvas de Kaplan-Meier y pruebas de regresión de Cox multivariante. De los 903 pacientes, 375 lograron la respuesta viral sostenida (equivalente a la curación de la hepatitis C) y 575 no lo lograron. Tras más de 5 años de seguimiento se documentaron 46 muertes, 64 descompensaciones y 13 hepatocarcinomas, la mayor parte de las cuales se concentraron en los pacientes que no lograron la respuesta viral sostenida. Todos los estudios estadísticos demostraron que el índice FIB-4 tenía una capacidad para predecir el pronóstico significativamente superior a la de la biopsia hepática. Además, en el subgrupo de pacientes que tenían cirrosis hepática en el momento basal, aquellos con un valor de FIB-4 ≥ 3,25 tuvieron un riesgo ajustado de muerte o descompensación 4 veces superior a aquellos con un valor de FIB-4.
Según los autores, la explicación más plausible para explicar la mejor capacidad pronóstica del FIB4 en relación a la de la biopsia hepática reside en que esta última permite evaluar la estructura hepática pero no la función hepática. Sin embargo, el índice FIB-4 incorpora parámetros que se correlacionan con el grado de hipertensión portal (la cifra de plaquetas) y con la actividad necroinflamatoria hepática (transaminasas), todo lo cual tiene importancia pronóstica según diferentes estudios publicados hasta la fecha. Los resultados de estudio cuestionan el papel de la biopsia hepática como prueba de referencia para establecer un pronóstico a largo plazo en los pacientes coinfectados por VIH y VHC. Para este fin es más fiable el índice FIB-4 que ha sido elaborado específicamente para este grupo de población y que resulta muy sencillo de calcular a partir de unos pocos datos clínicos y de laboratorio. Los autores proponen el uso del índice FIB-4 tanto en la práctica clínica como en contextos de investigación (ensayos clínicos y estudios observacionales).
Información sobre los autores estudio GeSIDA
Juan Berenguer, Francisco X. Zamora, Teresa Aldámiz-Echevarria, Miguel A. Von Wichmann, Manel Crespo, José Luis Lopez-Aldeguer, Ana Carrero, Marisa Montes, Carmen Quereda, María J. Téllez, María J. Galindo, José Sanz, Ignacio Santos, Josep M. Guardiola, Carlos Barros, Enrique Ortega, Federico Pulido, Rafael Rubio, Josep Mallolas, Cristina Tural, Juan J. Jusdado, Gloria Perez, Cristina Díez, Julio Alvarez-Pellicer, Herminia Esteban, José M. Bellón y Juan Gonzalez-Garcia, todos del Grupo de Estudio de Sida (GeSIDA).