Redacción Farmacosalud.com
Si alguien se pregunta por qué cuando llega el invierno sus pies se enfrían por más que intente evitarlo mediante el uso de un doble calcetín -o si a pesar de usar esa doble protección el pie no adquiere la temperatura deseada-, debe saber que esa sensación de no confort entra dentro de la normalidad: “Al bajar las temperaturas hay un efecto vasoconstrictor del riego sanguíneo periférico, manifestando frío generalizado; en las extremidades superiores e inferiores, por estar más alejadas del corazón, y por lo tanto tener un riego sanguíneo menor, se produce frío en manos y pies. Lógicamente, si tapamos o cubrimos los pies con calcetines y calzados con materiales naturales (algodón, lana, hilo, cuero, etc) esa protección reducirá la vasoconstricción sanguínea y disminuirá el frío o sensación de frío”, explica José Luis Muñoz Álvarez, presidente del Colegio Oficial de Podólogos de Castilla y León (COPCYL).
Ahora bien, cuidado porque un pie frío también puede esconder varias patologías, en tanto que la “deficiencia o insuficiencia circulatoria puede que no sea solamente periférica o externa, sino media o profunda, con riesgo de insuficiencia arterial y venosa, con varices no ‘visibles’ externamente u otras patologías de carácter sistémico, como la Enfermedad de Raynaud, la acrocianosis (color azulado-violáceo de la pierna y el pie por falta de oxígeno), la EAP (enfermedad arterial periférica), también llamada claudicación intermitente, que está asociada directamente con el tabaco y provoca obstrucciones en las arterias y dolor al caminar, diabetes mellitus, etc”, advierte el podólogo. Por cierto, Muñoz también alude a la costumbre que tienen algunas personas de dormir con los calcetines puestos: “Aunque no es aconsejable de forma general utilizar calcetines para dormir, siempre y cuando la vivienda o la habitación se mantenga entre 18-20 grados durante la noche, puede aceptarse que se pongan calcetines para dormir aquellas personas con insuficiencia sanguínea o ‘frioleras’”.
-¿Es normal tener los pies fríos en invierno, a pesar de que se refuerce el pie con doble calcetín y se lleve un calzado que proteja mucho?
Sí, es normal tener esa sensación no sólo en los pies sino en todo el cuerpo, o al menos la sensación de frío generalizado en el cuerpo en invierno, y en especial en regiones del norte de España. Al bajar las temperaturas hay un efecto vasoconstrictor del riego sanguíneo periférico, manifestando frío generalizado; en las extremidades superiores e inferiores, por estar más alejadas del corazón, y por lo tanto tener un riego sanguíneo menor, se produce frío en manos y pies. Lógicamente, si tapamos o cubrimos los pies con calcetines y calzados con materiales naturales (algodón, lana, hilo, cuero, etc) esa protección reducirá la vasoconstricción sanguínea y disminuirá el frío o sensación de frío.
-¿Qué patología puede esconder un pie frío en invierno?
La deficiencia o insuficiencia circulatoria media o profunda; pues, si como hemos dicho anteriormente, se produce una disminución en el riego sanguíneo periférico con el frío, ello puede hacer pensar que es sólo por efecto del propio frío. Sin embargo, la realidad es que dicha deficiencia o insuficiencia circulatoria puede que no sea solamente periférica o externa, sino media o profunda, con riesgo de insuficiencia arterial y venosa, con varices no ‘visibles’ externamente u otras patologías de carácter sistémico, como la Enfermedad de Raynaud, la acrocianosis (color azulado-violáceo de la pierna y el pie por falta de oxígeno), la EAP (enfermedad arterial periférica), también llamada claudicación intermitente, que está asociada directamente con el tabaco y provoca obstrucciones en las arterias y dolor al caminar, diabetes mellitus, etc.
-¿Cómo se puede evitar el pie frío en esta época del año?
Lo normal es utilizar la lógica; es decir, abrigarse, taparse, cubrirse las zonas más expuestas al frío y en especial las zonas o regiones ubicadas más lejos del corazón. Y, como se decía antes, con elementos naturales que eviten el frío y por lo tanto la vasoconstricción de la red venosa.
-¿Qué ocurre si esa sensación se mantiene a lo largo de todo el año?
Cuando las personas mantienen esa sensación de frío generalizado -y más en las extremidades- en cualquier época del año lo más indicado es una valoración del sistema sanguíneo, comprobando si éste llega a esas zonas más alejadas como son los pies y dedos, ya que puede haber enfermedades sistémicas no sabidas por las personas/pacientes. Deben ser los especialistas sanitarios quienes valoren y exploren clínicamente esas sensaciones de frío continuo, utilizando, incluso, los aparatos propios para este tipo de pruebas (doppler, photoplethysmógrafo, índice tobillo-brazo, etc).
-¿Qué otros problemas podológicos se pueden manifestar en invierno? ¿Cómo pueden solucionarse?
Es frecuente encontrar, en zonas geográficas con mayor rigor de frío, pacientes con eritemas pernios o sabañones. Antiguamente, mucha gente tenía sabañones, pero actualmente también se ven, en especial, personas con insuficiencia circulatoria en extremidades inferiores, sobre todo en personas de más de 50 años. La solución o aminoración del eritema pernio pasa por evitar el frío en las zonas distales del cuerpo (pies) cubriendo éstos con calcetines y calzado adecuado (materiales naturales) y, por supuesto, disponer de locales debidamente ‘calefactados’ (oficinas, cocinas, habitaciones, centros de trabajo, etc). No hay que aproximarse mucho a braseros, estufas, focos de calor directo, después de pasar o tener sensación de frío, ya que se produce el efecto contrario, la vasodilatación y el dolor. Son aconsejables los pediluvios de agua ligeramente caliente después de tener los pies fríos o tras llegar de algún lugar donde se ha pasado frío.
-¿Qué consejos de ‘mantenimiento’ daría para tener unos meses invernales podológicamente tranquilos?
En ausencia de patología llevar buenos calcetines y buen calzado. También debemos tener en cuenta la zona donde se vive y adecuar ese calzado y calcetín a ese clima. Llevar una buena higiene en los pies, con especial cuidado en el secado, evitando calzado de goma y calcetines o medias sintéticos que mantengan la humedad y el frío.
-¿Ponerse calcetines mientras se duerme en aconsejable, desaconsejable o ni una cosa ni la otra?
La sensación de frío no es igual para todas las personas; por lo tanto, aunque no es aconsejable de forma general utilizar calcetines para dormir, siempre y cuando la vivienda o la habitación se mantenga entre 18-20 grados durante la noche, puede aceptarse que se pongan calcetines para dormir aquellas personas con insuficiencia sanguínea o ‘frioleras’, aunque los calcetines no deberán oprimir en tobillos ni pies y deberán ser de hilo o lana.
-¿Alguna recomendación podológica para las personas que esquían o disfrutan de la nieve?
En estos colectivos de personas es recomendable utilizar calzado tipo bota, sabiendo dichas personas, y según la especialidad que vayan a realizar, que pueden encontrarlas en establecimientos especializados en deportes de nieve. Al igual, es recomendable ponerse calcetines más gruesos y de lana que no sólo abriguen, sino que ofrezcan mullido o amortiguación en zonas prominentes del pie, pues por sus características y misión deben ajustarse convenientemente al pie y región inferior de la pierna, no debiendo presionar (tobillos, tendón de Aquiles, dedos en garra, juanetes, uña del dedo gordo, etc) en evitación de rozaduras, ampollas, hematomas subungueales, uñas incarnadas, etc.
-¿Con los niños, por sus especiales condiciones -juegan, practican deporte en la escuela y pueden hacerlo fuera de ella, están más en contacto con el exterior, por ejemplo en la hora del patio, etc- hay que tomar alguna medida para cuidar sus pies en esta época del año?
Puede ser suficiente usar calcetines de materiales naturales (hilo, algodón, lana) con grosor suficiente para épocas de frío, y calzados adecuados. En el supuesto de llevar calzado de goma, debido a la lluvia, cambiarlo lo antes posible por los de materiales nobles (cuero, etc) para no mantener la humedad y el frío después de las actividades de correr, saltar, etc. Es recomendable utilizar calzado de material noble en zona superior con suela de goma, no todo de goma o materiales sintéticos, a excepción de si se deben afrontar importantes lluvias.
-¿Los deportistas adultos (por ejemplo los que practican footing) deben cuidar especialmente sus pies en invierno?
Al practicar deporte el pie entra en calor al igual que el resto del cuerpo por el aumento de la corriente sanguínea, no siendo tan necesario calcetines muy gordos; aunque sí, y repetimos, deben ser de materiales naturales (hilo, algodón o lana) pues permiten transpirar, disminuyendo el sudor y la humedad sobre el pie. Frente a la sensación de frío que aparece cuando el pie pierde calor una vez ha acabado el deporte, hay que cambiar lo antes posible a calcetines y calzado secos.