Redacción Farmacosalud.com
Durante primera jornada del XIV Congreso de la Sociedad Española de Contracepción, que se desarrolla en el Auditorio de la Diputación de Alicante y que cuenta con la cobertura de www.farmacosalud.com, el presidente de la SEC, el Dr. José Ramón Serrano, ha valorado, especialmente, la concurrencia al XIV Congreso de la SEC de los representantes internacionales. Entre los ponentes, del encuentro que preside la Dra. María Ángeles Gómez, destacan el presidente electo de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO), con sede en Londres, el Dr. Carlos Fütchner, con más de 700.000 profesionales afiliados de 130 países, y el post presidente de la Federación de Sociedades Latinoamericanas de Obstetricia y Ginecología (FLASOG), el Dr. Edgar Iván Ortiz, que suma más de 30.000 asociados.
El Dr. Serrano ha aludido, singularmente, al contenido del Congreso con temas de tanta importancia social como la mortalidad materna, la prevención del aborto inseguro, la situación de la anticoncepción de urgencia y el embarazo en la adolescencia, entre otros. A fin de reducir los graves problemas existentes, en especial en Latinoamérica y en otras regiones del mundo, la SEC desarrolló el pasado año, en la modalidad online, el primer máster en salud sexual y reproductiva que tuvo tanta aceptación entre los profesionales que fue preciso duplicar la matrícula con un segundo curso y que continuará con una tercera convocatoria en 2018.
Déficits en la cobertura universal de los métodos anticonceptivos
El Dr. Edgar Iván Ortiz, post presidente de la FLASOG, se ha referido a la importancia del acuerdo establecido por su organización con la SEC, que se ha traducido en los dos primeros másters. Ha recordado como en el año 2000 América Latina se comprometió a reducir las muertes maternales. Implicaba pasar de una mortalidad materna de unas 100 por cada 100.000 nacidos vivos a 45-50 en el año 2015. “En la reunión neoyorkina se decidieron tres grandes estrategias. Una, la atención al parto por personal cualificado. Hoy en América Latina las tasas de atención institucional están por encima del 75%. Otra de las iniciativas fue buscar la cobertura universal en métodos anticonceptivos. No debe olvidarse que hay países en donde no se alcanza el 20% como en Guatemala, en tanto que otras naciones tienen coberturas intermedias como Bolivia, Haití, El Salvador cercanas al 40%, y otros donde hay una mayor tasa, cual ocurre en Argentina y Cuba, donde se aproximan al pleno”.
Al cabo de los años se ha comprobado que hay una agenda pendiente en cuanto al uso de los métodos anticonceptivos, que se agrava en las poblaciones con menos medios, incluyendo las mujeres que tienen condiciones de salud en las cuales el embarazo puede resultar fatal. “Los métodos que más se usan son los menos seguros”.
Muerte materna asociada al aborto séptico
El tercer aspecto que ha destacado el doctor es el referido al acceso a los servicios para el aborto seguro. “Lamentablemente, América Latina sigue teniendo en este asunto leyes restrictivas y el negativo peso, en materia de anticoncepción, de la religión. En un continente donde abundan estas leyes y la cobertura de métodos anticonceptivos es baja, hay una alta tasa de abortos y el gran problema es la muerte materna asociada al aborto séptico. En muchos países la muerte por aborto sigue siendo importante.”
El Dr. Iván Ortiz señala, asimismo, que la vulnerabilidad afecta sobre todo a los adolescentes. “En América Latina, uno de cada cinco embarazos ocurre entre adolescentes, destacando que crece el número entre los menores de 15 años y aumenta la mortalidad materna en este segmento”. La inequidad perjudica más a mujeres con condiciones deplorables de salud antes de quedar embarazadas (desnutrición, enfermedades, etc.), algo que se refleja en que la muerte materna por causas indirectas representa más del 25% de las causas.
“¿Por qué no hemos logrado cumplir las metas del milenio? Pues la respuesta hay que asociarla a la anticoncepción y a las leyes restrictivas que o no facilitan o prohíben el IVE. Así se justifican las altas tasas de embarazos no deseados y muertes maternas. Lo que viene ahora es el objetivo de que para 2030 todos los países del mundo deben optar a evitar que la mortalidad materna supere, al menos, el 70 de cada mil nacidos vivos. Hay que reducir en unas 2/3 partes la mortalidad materna prevista para 2010. Es el reto y si uno analiza lo sucedido hasta 2015 hay que incrementar por parte de cada país el uso de los métodos anticonceptivos”.
Los países con mayor anticoncepción tienen menor mortalidad materna
Por su parte, el Dr. Carlos Fütchner, presidente electo de la FIGO, la asociación más importante de ginecólogos de todo el mundo, detalla que en materia de salud sexual y reproductiva Latinoamérica representa un punto intermedio entre Europa y África: “La ayuda de los grandes organismos y naciones en materia de anticoncepción se vio muy mermada en los últimos años; no es que los gobiernos no tengan el dinero preciso, sino que lo gastan en otras cosas. Son muy elevadas las cantidades que debían destinarse a salvar las vidas de mujeres y que se destinan a otros fines”. Los países latinoamericanos que registran mayor anticoncepción son los que tienen menor mortalidad materna. Cuba, por ejemplo, tiene la mayor tasa de anticoncepción y la menor de mortalidad materna y Haití la menor en anticonceptivos y la mayor en muerte de la madre. Las comparaciones se repiten entre Colombia y Bolivia, con ventaja de la primera.
“La culpa es de todos. Nosotros como sociedades profesionales no hemos sabido imponer que la enseñanza en salud sexual y reproductiva deje de ser mínima en la formación de los profesionales. Al final, especialmente en los medios rurales, la anticoncepción está en manos del médico general, de la enfermera o de las matronas. “Recientemente el mundo aprendió que las cifras de las muertes maternas van a tener un cambio cualitativo cuando se alcance una alta tasa de cobertura. Tal es el caso de los métodos de larga duración, aconsejables hasta para los adolescentes”.
Una de las mayores inequidades que hay en el mundo no es el ingreso per cápita, sino cuántas muertes maternas tenemos, cuántos embarazos de adolescentes hay y la problemática del aborto en condiciones de inseguridad. “Tenemos que apostar por mejorar la cobertura en anticoncepción a nivel mundial, con lo que reduciremos las muertes maternas, así como las del recién nacido”, concluye Fütchner.