La insuficiencia cardiaca (IC) se produce cuando hay un desequilibrio entre la capacidad del corazón para bombear sangre y las necesidades del organismo. Entre las causas de la IC figuran la cardiopatía isquémica, miocardiopatías, valvulopatías, arritmias e insuficiencia cardiaca por aumento de demanda (anemia, infecciones generalizadas, enfermedades de tiroides, fístulas arteriovenosas y aumento de la presión arterial)1.
La cardiopatía isquémica es la causa más frecuente de insuficiencia cardiaca en los países occidentales. Además, debemos considerarla tanto en su fase aguda como en su fase crónica. Durante un infarto agudo de miocardio es posible que algunos segmentos musculares se vean gravemente dañados, lo que afecta a la función sistólica del ventrículo izquierdo, que podría no recuperarse y constituir la base para el desarrollo a corto o medio plazo de insuficiencia cardiaca (a veces desarrollo inmediato).
Por otro lado, la implementación de mejoras en el tratamiento revascularizador y farmacológico de la enfermedad coronaria ha permitido aumentar la supervivencia de estos pacientes, propiciando, como contrapartida, el desarrollo a largo plazo de insuficiencia cardiaca.
Del total de pacientes con IC, prácticamente la mitad son mujeres y la mitad varones
Frente a una prevalencia de IC del 2% en otros países europeos y en Estados Unidos, los estudios en España arrojan cifras del 5%, probablemente a causa de limitaciones metodológicas de los estudios realizados2. Por sexos, un estudio establece que la prevalencia es similar en varones y mujeres3. En cuanto a la mortalidad, la IC constituye el 3% del total de defunciones de varones y el 10% del de mujeres2.
En la actualidad, podríamos decir que, del total de pacientes con insuficiencia cardiaca, prácticamente la mitad son mujeres y la mitad varones. Es cierto que, especialmente en lo que respecta a aquellas formas de insuficiencia cardiaca en las que la función sistólica del ventrículo izquierdo se encuentra deprimida, la cardiopatía isquémica, bien sea en sus fases aguda o crónica, constituye la causa más frecuente de IC… y la cardiopatía isquémica afecta más a varones que a mujeres, por lo que, en consecuencia, esta forma de insuficiencia cardiaca afecta más a los varones y tiene, además, peor pronóstico.
Alguien puede pensar que los datos de mortalidad por IC -superiores en población femenina- pueden ‘chocar’ con un imaginario colectivo que asocia la letalidad por enfermedades coronarias al sexo masculino, más que al femenino. Es cierto que muchos estudios observacionales le otorgan a la mujer mejor pronóstico, probablemente porque el perfil clínico de la mujer con IC difiere de la del varón. En cualquier caso, el mensaje debe ser que nos encontramos ante una entidad con muy mal pronóstico, peor, como destacamos en muchas ocasiones, que el de la mayoría de cánceres. Por tanto, debemos esforzarnos en prevenir su aparición, en seguir mejorando su tratamiento y en propiciar entornos asistenciales de calidad que mejoren la supervivencia de los pacientes y disminuyan las hospitalizaciones.
Alto porcentaje de pacientes de debut entre los hospitalizados por IC
La Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha publicado los datos de la primera fase de su Registro de insuficiencia cardiaca, cuyo objetivo es conocer los resultados de la atención a los pacientes con esta patología en las unidades de IC de hospitales españoles que cuentan con el sello de excelencia de la SEC. En la primera fase del Registro han participado 20 centros y se ha reclutado a un total de 657 pacientes atendidos tanto a nivel ambulatorio como hospitalario. De todos ellos, la mitad son mayores de 75 años y el 59,7%, varones4.
De acuerdo con este trabajo, el 37,5% de los pacientes atendidos a nivel ambulatorio u hospitalario no tenía IC previa, mientras que, entre los pacientes hospitalizados, esta cifra asciende al 44,9%. Lo deseable es disminuir el número global de hospitalizaciones por IC, y ese es uno de los objetivos de las unidades multidisciplinares. Que entre los pacientes hospitalizados haya un alto porcentaje de pacientes de debut quiere decir que debemos mejorar las estrategias encaminadas a la detección precoz de esta patología y adelantarnos al ingreso, que es una situación indeseable (el ingreso) porque implica que el paciente ha alcanzado un deterioro clínico importante que le confiere peor pronóstico. Si detectamos antes la enfermedad, podremos actuar precozmente para modificar el curso natural de la misma, consiguiendo, entre otras ventajas, evitar una situación clínica avanzada que requiera de una hospitalización, y en esto la colaboración con la Atención Primaria es esencial.
Pero, desde otra perspectiva, diríamos que este dato refleja también -o es consecuencia- del descenso de las hospitalizaciones de los pacientes crónicos, lo que pone de manifiesto la buena labor desempeñada con estos pacientes en nuestras unidades de insuficiencia cardiaca, ya que uno los objetivos perseguidos, como hemos señalado, es disminuir las hospitalizaciones.
A pesar de que algunos autores han observado una disminución progresiva de la mortalidad entre los pacientes españoles con IC durante las últimas 2 décadas, las series regionales recientes destacan la persistencia de altas tasas de mortalidad y de reingresos5. Los datos poblacionales sobre mortalidad intrahospitalaria por insuficiencia cardiaca y reingresos precoces no son buenos, y ponen de manifiesto que aún tenemos mucho que mejorar.
Es muy interesante asomarse a la realidad con estos datos poblacionales, porque nos dicen si hemos sido capaces de trasladar de forma homogénea a la población general las mejoras que aportan la ciencia y la organización sanitaria a una patología concreta. Es cierto que estos registros poblacionales tienen también sus limitaciones, y los datos han de ser interpretados asumiendo, desde luego, esas limitaciones.
Descenso de la mortalidad intrahospitalaria
Si bien los registros poblacionales muestran una mortalidad intrahospitalaria superior al 10%, con un descenso poco significativo en los últimos años, en el nuevo Registro de insuficiencia cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología, con el análisis de los datos de los primeros 657 pacientes incluidos en esta primera fase de nuestro trabajo, esa cifra cae al 3%, un dato mucho más verosímil y en consonancia con lo reportado en otros registros de países de nuestro nivel socioeconómico.
Aunque el nuestro es un Registro observacional prospectivo, lo que hemos analizado hasta ahora son datos basales y no disponemos aún de datos de seguimiento, por lo que no podemos facilitar aún el porcentaje de reingresos hospitalarios.
El Registro de IC de la SEC tendrá dos fases más hasta conseguir una participación total de 70 hospitales españoles. Con ello se espera contar con unos 5.000 pacientes en total, lo que lo convertirá en uno de los mayores registros de IC llevados a cabo en nuestro país.
Conclusiones
• La insuficiencia cardiaca es una entidad prevalente con elevada mortalidad, en hombres y en mujeres, a pesar de los avances conseguidos en su tratamiento. Debemos impulsar medidas eficaces para su prevención.
• A colación de lo anterior, se subraya que la cardiopatía isquémica es la causa más frecuente de insuficiencia cardiaca en nuestro entorno, por lo que, grosso modo, las medidas destinadas a prevenir la enfermedad coronaria redundarán en la prevención de la IC.
• La adecuada organización asistencial de la IC mejora la supervivencia y disminuye las hospitalizaciones de los pacientes crónicos, pero aún debemos mejorar en el diagnóstico precoz de los pacientes de debut y adelantarnos a la hospitalización.
• Registros observacionales como el que desarrolla en la actualidad la SEC son fundamentales para conocer a fondo la situación actual de la IC en nuestro país y localizar puntos de mejora.
Referencias
1. Fundación Española del Corazón (rev. Beltrán Troncoso P). Insuficiencia cardiaca. ¿Qué es la insuficiencia cardiaca? [Internet] https://fundaciondelcorazon.com/informacion-para-pacientes/enfermedades-cardiovasculares/insuficiencia-cardiaca.html
2. Sayago-Silva I, García-López F, Segovia-Cubero J. Epidemiología de la insuficiencia cardiaca en España en los últimos 20 años. Rev Esp Cardiol. 2013;66(8):649–656
3. Anguita Sánchez M, Crespo Leiro MG, De Teresa Galván R, Jiménez N, Alonso-Pulpón L, Muñiz García J. Prevalencia de la insuficiencia cardiaca en la población general española mayor de 45 años. Estudio PRICE. Rev Esp Cardiol, 2008;61(10):1041-1049
4. Registro observacional prospectivo de pacientes con insuficiencia cardiaca, de la Sociedad Española de Cardiología. https://secardiologia.es/images/institucional/sec-calidad/sec-excelente/Datos_basales_Registro_IC-SEC_primer_corte.pdf
5. Martínez Santos P, Bover Freire R, Esteban Fernández A, Bernal Sobrino JL, Fernández Pérez C, Elola Somoza FJ, et al. Mortalidad hospitalaria y reingresos por insuficiencia cardiaca en España. Un estudio de los episodios índice y los reingresos por causas cardiacas a los 30 días y al año. Rev Esp Cardiol. 2019;72(12):998–1004