Redacción Farmacosalud.com
Investigadores de la Unidad de Enfermedades Neuromusculares del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona han aplicado una terapia génica para el tratamiento de la distrofia de Duchenne, por primera vez en un niño menor de 4 años, en el marco de un ensayo clínico internacional, activo y abierto para este tipo de pacientes, en el que están implicados seis centros de diferentes países. El equipo de la Unidad de Ensayos del Sant Joan de Déu, liderado por el Dr. Andrés Nascimento, ha sido el primero de todo el mundo en incluir a un paciente menor de 4 años y hacer la infusión de este tratamiento de terapia génica.
La previsión es que, gracias al hecho de ser hospital de referencia y el primer centro en activar el estudio, se podrá ofrecer la oportunidad de acceder a este tratamiento a un mayor número de sujetos menores de 4 años.
En torno a los 3 y 4 años es cuando se pone en evidencia la debilidad que caracteriza a la dolencia
La distrofia de Duchenne es una patología genética infrecuente y que se enmarca dentro del grupo de las conocidas como enfermedades minoritarias, que está ligada al cromosoma X y produce debilidad progresiva. Los niños se diagnostican en los primeros años de vida y sus músculos se van deteriorando progresivamente. En torno a los 3 y 4 años es cuando se pone en evidencia esta debilidad, llegando los enfermos a perder la capacidad de caminar sobre los 12 a 14 años. A día de hoy no existe ningún tratamiento que ofrezca una curación o una mejoría de los síntomas de la enfermedad, con lo que es muy difícil combatirla. Las únicas terapias que existen intentan retrasar la progresión, pero aún no son capaces de lograr estabilizar el cuadro clínico.
La terapia génica y, además, aplicada lo antes posible, es la opción terapéutica más prometedora para frenar esta distrofia de origen genético. Hasta ahora sólo se habían tratado individuos mayores de 4 años, con resultados positivos que han permitido la aprobación por parte de la Agencia Americana de Medicamentos y Alimentos (FDA) de este tratamiento para los pacientes de 4 a 5 años. Hay que destacar que esta afección tiene un carácter progresivo, por lo que cuanto más tiempo pasa, se pierde más tejido muscular que es sustituido por grasa y fibrosis. Por este motivo es importante ofrecer el tratamiento antes de que el daño muscular sea irreversible.
“Nuestro equipo ha incluido ya al primer niño de todo el mundo en este nuevo ensayo, denominado Envol, a la espera de que el resto de centros se sumen, y ya estamos estudiando a otras familias para poder seguir tratando a estos niños con terapia génica”, explica Nascimento, jefe de la Unidad de Enfermedades Neuromusculares del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona y miembro del grupo de Investigación Aplicada en Enfermedades Neuromusculares del Instituto de Investigación Sant Joan de Déu Barcelona.
A lo que añade: “el tratamiento se administró hace varias semanas; el paciente se ha mantenido estable, sin efectos secundarios y a la espera de poder confirmar los resultados positivos en su evolución. Tenemos buenas expectativas, ya que los cambios que puede generar esta terapia génica se producen sobre un tejido muscular más preservado”, sigue el experto.
Atención a la microdistrofina
La aparición de la terapia génica es un avance importante para los pacientes pediátricos de Duchenne. Uno de los retos de esta terapia era el tamaño del gen de la distrofina, que es muy grande y no puede ser introducido a través de los vectores virales (adenovirus modificados) que se encargan de transportar al gen nuevo a las células para que se incorpore en ellas. Hace unos años, se observó un colectivo de personas que habían llegado a edades adultas avanzadas con dolor muscular, aumento de enzimas musculares, ciertas dificultades de movilidad y alteraciones motoras, pero que conservaban la capacidad de andar.
Esos individuos tenían alteraciones en el gen de la distrofina que daban lugar a versiones más pequeñas pero funcionales de la proteína, conocidas como microdistrofinas. Dicha observación sugirió que la presencia de microdistrofina, aunque en menor cantidad o tamaño, podría proporcionar cierta protección contra los síntomas graves de la distrofia muscular de Duchenne. Basándose en tales hallazgos, los científicos comenzaron a explorar la posibilidad de utilizar la microdistrofina como una opción terapéutica para las personas con distrofia muscular de Duchenne.
A partir de ahí, se pusieron en marcha todas las pruebas preclínicas y Sarepta, el laboratorio que ha diseñado esta terapia génica, promovió las fases 1 y 2, que mostraron datos de seguridad y eficacia, permitiendo el desarrollo y finalmente el ensayo de la fase 3 (Embark) para pacientes entre 4 y 8 años. En el ensayo clínico, esta microdistrofina se asocia a un adenovirus modificado (vector) con capacidad para incorporar este nuevo material genético a las células musculares. Los primeros niños tratados de esta franja de edad toleraron bien el tratamiento y mejoraron su función motora de manera significativa.
En la fase 3 del estudio Embark participaron este mismo grupo de especialistas, que lograron incluir a 12 pacientes de entre 4 y 8 años. Estos datos serán evaluados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) en espera de su aprobación. Hace pocas semanas, se ha iniciado el ensayo clínico Envol en menores de 4 años. El ensayo espera poder incluir en una primera etapa a 10 pacientes de entre 3 y menos de 4 años, según los resultados de seguridad de este grupo; posteriormente se permitirá participar a pacientes menores de 3 a 2 años, y hasta a niños de meses –o que, de hecho, aún no han nacido–, para buscar determinar la seguridad y el impacto del tratamiento precoz.
En este ensayo internacional participan seis centros del Reino Unido, Italia, Holanda, Francia, Bélgica y España. El Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona ha incluido al primer paciente, y por el volumen de enfermos y las familias que ya están a la espera, confía en poder incluir al menos a unos cuatro pacientes, siendo de nuevo, al igual que en el ensayo Embark, el centro que mayor número de sujetos aporta. “Nuestra voluntad es siempre poder ofrecer todas las opciones de tratamiento a nuestros pacientes, pero no todos son candidatos. Existen unos criterios clínicos y genéticos muy específicos que se tienen que reunir. Uno de los mayores factores limitantes para poder recibir el tratamiento es que los enfermos no deben tener anticuerpos contra el vector (adenovirus modificado) que transporta al microgen de la distrofina”, apunta el Dr. Nascimento.
La Unidad de Tratamiento Integral del Paciente Neuromuscular (UTIN) del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona está formada por un equipo multidisciplinar con experiencia en el diagnóstico, tratamiento e investigación de las diferentes patologías incluidas en el grupo de las enfermedades neuromusculares (ENM). Es pionera en el tratamiento de pacientes con enfermedad de Duchenne y atrofia muscular espinal, entre otras enfermedades. Atiende a 800 pacientes con ENM cada año. Colabora con entidades y centros de todo el mundo, y desarrolla un ambicioso programa de investigación y docencia orientado a la asistencia del enfermo y su familia. Trabaja de forma coordinada con el equipo de la Unidad de Ensayos Clínicos desde hace más de quince años.