Redacción farmacosalud.com
Se ha comprobado que los alimentos con alto índice glucémico (aquellos que son sometidos a procesos especiales para su conservación, con gran cantidad de aditivos, colorantes, conservantes y potenciadores de sabor que no son beneficiosos para nuestro organismo y no aportan los nutrientes necesarios: harinas, pan o arroz blancos, azúcar, etc.) pueden empeorar el acné. Así lo ha revelado el doctor Jorge Soto de Delás, del Servicio de Dermatología Policlínica de Guipúzcoa y miembro de la AEDV (Academia Española de Dermatología y Venereología), quien ha añadido que es preferible consumir harinas poco refinadas y sí integrales. Sin embargo, el mito de que el chocolate (o los lácteos) también incrementa el acné no está probado.
Se trata de informaciones difundidas en un comunicado a raíz de la XXV reunión del GEDET (Grupo Español de Dermatología, Estética y Terapéutica de la AEDV) y que han sido recogidas por farmacosalud.com. El doctor Soto de Delás también detalla que el sobrepeso puede empeorar la psoriasis e incrementar el riesgo de las patologías acompañantes del síndrome metabólico (coronariopatías, etc). De acuerdo con el mismo especialista, hay enfermedades y cambios cutáneos de relación incierta con la dieta: Rosácea: algunos pacientes empeoran con episodios de enrojecimiento tomando café, té, bebidas calientes, tabaco, alcohol y comidas picantes; Aftosis (úlceras en la boca de origen desconocido): aún no se ha probado la relación con los alimentos ingeridos.
La glicación, implicada en el envejecimiento cutáneo
Respecto al envejecimiento cutáneo, para el doctor Soto de Delás es evidente la influencia positiva de una dieta sana y de reducir la glicación de los alimentos durante su manipulación culinaria. La glicación es el resultado de la reacción del organismo a los azúcares, algo que se da cada vez más a causa de ‘malcomer’, ha indicado el experto. Opera principalmente en la dermis: las moléculas de glucosa (azúcar) presente en nuestra alimentación reaccionan con las estructuras moleculares proteicas, generando así una desorganización de dicha dermis. Por otro lado, la glicación engendra proteínas más grandes, denominadas ‘proteínas glicosiladas’, nefastas para el organismo, ya que el cuerpo no puede destruirlas. Con la edad, éstas se acumulan en las células y terminan destruyendo el colágeno y la elastina.
Los expertos recomiendan cocinar al vapor, y siempre a fuego bajo, y huir de las cocciones a más de 180º, las parrilladas y las salsas preparadas. También se recomiendan frutas y verduras crudas, y evitar los dulces en la medida de lo posible.
Afecciones relacionadas con la dieta y otras de índole genética
Enfermedades de la piel donde la dieta tiene un papel definitivo: Dermatitis herpetiforme: erupción cutánea crónica con ampollas, mucho picor, de origen desconocido, pero asociada con la sensibilidad al gluten, por lo que se aconseja una dieta libre del mismo.
Enfermedades genéticas y metabólicas donde una dieta de eliminación o suplementación de nutrientes específicos es obligatoria; Fenicetonuria: es una rara afección en la cual un bebé nace sin la capacidad para descomponer apropiadamente un aminoácido llamado fenilalanina, que se encuentra en alimentos que contienen proteína (leche, huevos y aspartamo); Porfirias: enfermedades metabólicas ocasionadas por deficiencia de las enzimas que participan en la síntesis de glóbulos rojos; Gota: (producida por acumulación de ácido úrico) la obesidad, la ingesta excesiva de alcohol o carnes rojas, pescado azul o mariscos, actúan como desencadenante de las crisis; Xantoma: formación de placas o nódulos debidos a un trastorno del hígado o un trastorno metabólico de lípidos; Otras: Enfermedad de Refsun, Tirosinemia, Déficit de Glucosa-6-fosfato deshidrogenasa y Galactosemia.
Trastornos vinculados con nutrientes y con ingestas específicas
Trastornos relacionados con exceso o déficit de nutrientes específicos: Escorbuto (Avitaminosis por deficiencia de Vitamina C), Kwasiorkor (enfermedad infantil por déficit de nutrientes), Leucopenia (disminución del número de leucocitos), Marasmo (desnutrición energética acompañada de flaqueza exagerada), etc.
Trastornos en los que factores específicos de la ingesta están implicados en la patogenia: Trimetilaminuria (Síndrome de olor a pescado, por el déficit de una proteína), Síndrome del aceite tóxico (enfermedad de la Colza).