El fallo ovárico prematuro, o menopausia precoz, tiene una baja incidencia en la población femenina (en torno a 1 de cada 100 mujeres), pero precisa de atención especializada en la que la paciente recibe consejo terapéutico en función de sus expectativas reproductivas. En paralelo, la visita al especialista sirve para prevenir efectos a largo plazo provocados por este trastorno hormonal. Se entiende por menopausia precoz aquella que se presenta en mujeres por debajo de los 40 años, han precisado fuentes del Hospital San Juan de Dios del Aljarafe (Bormujos, Sevilla) y de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.
Con respecto a las razones por las que se produce la desaparición prematura de la menstruación, hecho que se considera patológico, “sólo el 10% de los casos son de origen familiar”, ha explicado José María Rodríguez, jefe de servicio de Ginecología del centro hospitalario sevillano. “El fallo ovárico prematuro tiene una gran cantidad de posibles causas y sólo unas pocas son genéticas -añade Rodríguez-. La mayoría de las causas conocidas son secundarias, debido a tratamientos médicos o quirúrgicos previos, pero en muchos casos se desconoce la causa”.
La menopausia puede causar varios trastornos
En la mayoría de las mujeres el agotamiento folicular (escasez de óvulos) que se produce en la menopausia suele afectar, en primer lugar, al ciclo menstrual y sólo tiempo más tarde asociarse a otros síntomas relacionados con el déficit hormonal: trastornos de la esfera psicológica (irritabilidad, nerviosismo, ansiedad, tendencia depresiva, inapetencia sexual o insomnio), trastornos vasomotores (los conocidos sofocos y las crisis de sudoración profusa), los síntomas tróficos (sequedad vaginal, sensación de quemazón vaginal o prurito genital) y, más tardíamente, dolores músculo-esqueléticos (lumbalgias, síntomas neurológicos por compresión radicular, etc.).
No puede descartarse un embarazo en plena menopausia
Es en este momento vital cuando la mayoría de las mujeres abandonan el periodo fértil. Sin embargo, se registran hasta un 5 y 10% de embarazos en este colectivo de mujeres. “Esta es la razón por la que no puede descartarse un embarazo aún en estas circunstancias de ausencia de menstruaciones”, ha asegurado Rodríguez.
Control de las molestias asociadas a la menopausia
En el caso de mujeres que aún no hayan satisfecho completamente su deseo reproductivo y vayan a ser sometidas a tratamientos quirúrgicos agresivos sobre sus ovarios, o vayan a someterse a tratamientos quimio o radioterápicos, hoy en día pueden considerar los tratamientos de preservación de la fertilidad mediante la congelación de ovocitos.
Por último, Rodríguez ha señalado que “actualmente la mayoría de los síntomas y molestias que pudieran derivarse de la menopausia se controlan perfectamente siguiendo las recomendaciones sobre hábitos saludables que solemos ofrecer en consulta, tanto los médicos de familia como los especialistas, y sólo en aquellos casos en los que sea preciso, existen terapias de control hormonal que minimizan dichos efectos y mejoran la calidad de vida de la paciente”.