Redacción Farmacosalud.com
Se muestra sin acritud, pero con firmeza. Sin ánimo destructivo, pero con exigencia constructiva. Sin ansia inquisitorial, pero con afán crítico. Cuando a alguien le sale del alma lo que dice, se nota… y mucho. María Huerta, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española de Pacientes con Dolor Neuropático, Neuralgia del Trigémino y disfunción de ATM (AEPA-ATM) y miembro de ANIS (Asociación Nacional de Informadores de la Salud), pone el grito en el cielo en nombre de AEPA-ATM a la hora de valorar cómo se aborda el Dolor en España. Están ‘dolidos’, y nunca mejor dicho, más por las cosas que no se hacen que por las que se hacen. A tenor de sus palabras, queda un universo por hacer en el ámbito asistencial del Dolor.
Que el contenido del artículo que están leyendo se convierta en un ejercicio de montar castillos en el aire o bien sirva para propiciar cambios en beneficio de los pacientes ya no depende únicamente de dicha asociación. En este sentido, Huerta considera que la Administración sanitaria y las políticas de salud que ésta pueda llevar a cabo de ahora en adelante son la clave para enderezar el rumbo. Con todo, que ese cambio se produzca a corto plazo es, a criterio de Huerta, harto difícil porque, a pesar de que “todos los españoles, políticos incluidos, acabaremos siendo pacientes”, hoy en día “para los políticos el Dolor no es una prioridad”.
De entrada, esta miembro de la Junta Directiva de AEPA-ATM quiere destacar que la Asociación Española de Pacientes con Dolor Neuropático cuenta con un Comité Científico compuesto por 18 facultativos de diferentes especialidades médicas que disponen de formación internacional. Y quiere destacarlo porque, “dentro del campo de la Odontología, ha surgido una gran picaresca y hay muchos odontólogos y no odontólogos que dicen que son especialistas colaboradores de nuestra entidad, con lo que aconsejamos a todos los pacientes que llamen a la Asociación para evitar sorpresas. Nuestro teléfono es: 638 989 769”.
“Tardar hasta 6 meses en acceder a una Unidad del Dolor es lamentable”
Pero esto sólo es la punta del iceberg de lo que esconde la problemática de las patologías que cursan con síntomas dolorosos. Según la Sociedad Española del Dolor (SED), el 64% de estos pacientes sufren molestias durante meses antes de ser tratados en una Unidad del Dolor. “Nuestros clínicos no entienden esta situación. Que en nuestro Sistema de Salud un paciente tarde hasta 6 meses en acceder a una Unidad del Dolor nos parece un dato cierto y lamentable”, señala la portavoz de AEPA-ATM. De hecho, la media de espera para acceder a una de estas unidades en España supera los 100 días. “Creemos que estas cifras se deben a que, obviamente, el dolor es un efecto colateral de muchas enfermedades como el cáncer, la diabetes, la esclerosis múltiple, las enfermedades sistémicas inflamatorias (artritis, lupus…), determinados tipos de migrañas, síndromes post-radiologías, dolor que surge tras amputaciones, traumas, artrosis, radiculopatías (discos luxados que comprimen nervios adyacentes….) Otras muchas patologías pueden cursar con dolor neuropático, por lo que debe haber miles y miles de pacientes esperando su turno de todas las especialidades citadas”, explica Huerta.
“Se necesitan -según comenta- más especialistas del Dolor. Se necesitan muchos más anestesistas intervencionistas. Por otro lado, oímos a varios de nuestros clínicos comentar por qué no se aprovechan por las tardes las instalaciones que existen en todos los hospitales, por ejemplo los de Madrid. Es decir, el Estado debería contratar también a anestesistas intervencionistas por las tardes porque actualmente la situación que están pasando los pacientes que sufren dolor en España es lamentable. Es el resultado de no saber qué enfermedades pueden cursar con dolor. Y todos los españoles, políticos incluidos, acabaremos siendo pacientes. TODOS. En nuestra humilde opinión, es necesario añadir más Unidades del Dolor, aumentar las ya existentes, ampliar sus horarios y considerar esta especialidad como una prioridad”.
“Paseas por un hospital público por la tarde y parece un hospital fantasma”
El drama vivido por las personas que sufren este tipo de patologías puede llegar a ser algo realmente estremecedor, como lo demuestra el hecho de que en los casos más extremos se llegue incluso a la elaboración de ideas suicidas. Según Huerta, “un paciente que sufre dolor neuropático puede presentar muchos síntomas diversos: entre ellos, dolor como cuchillos constante o intermitente; es un dolor sobrehumano que hace que algunos pacientes desarrollen una fuerte depresión. En algunos casos acaban en ideas y acciones de autolisis, de suicidio”. Al dolor neuropático se le conoce como ‘enemigo silencioso’ porque es difícil de diagnosticar y tratar.
Con el fin de mejorar la cobertura médica frente al dolor neuropático, Huerta propone “aprovechar los recursos de todos los hospitales por la mañana y por la tarde. Es absurdo que las instalaciones de los hospitales (máquinas de resonancias, TACS, etc) y toda la gran estructura de un hospital público esté parada por las tardes. Por ejemplo, te das un paseo por un hospital público cualquiera de Madrid por la tarde y, habiendo recursos en los que ya se ha invertido, parece un hospital fantasma. ¿Por qué no funcionan las consultas de los especialistas en diagnóstico y todas las demás unidades como en horario de mañana?”, se pregunta la portavoz.
“No es cierto que el Dolor esté controlado”
La receta para mejorar la cobertura médica del dolor neuropático es más o menos la misma que Huerta prescribiría para el resto de patologías que cursan con síntomas dolorosos: “La Administración debería poner a trabajar por las tardes los hospitales en todas las áreas y, sobre todo, en las Unidades de Dolor. Si por parte del Estado no hubiera posibilidad de aprovechar por las tardes estas estructuras hospitalarias existentes, entonces que durante ese período del día se aprovechen con especialistas privados como hace el Hospital Clínic de Barcelona o como ocurre en Madrid con la Fundación Jiménez Díaz. Para nosotros, tener parados los hospitales por las tardes es incomprensible. Algo propio de los años 50 o de una situación de guerra y cartilla de racionamiento. No se entiende en pleno año 2016. Los políticos deberían dedicar fondos europeos a este fin: hacer funcionar los hospitales por las tardes aprovechando la estructura ya invertida (edificio, máquinas…)”
“Las Administraciones locales y estatales deben tomar conciencia de esta situación. El Dolor es un efecto colateral del resto de enfermedades. No es cierto que el Dolor esté controlado. Los pacientes viven sumergidos en una auténtica situación de descontrol, lo que a muchos de ellos les lleva a cometer graves errores en su búsqueda desesperada… y terminan realizándoles tratamientos erróneos. No creemos que esta situación cambie, dada la inestabilidad política que sufre nuestro país con fecha de febrero de 2016. Actualmente, para los políticos el dolor no es una prioridad ni una necesidad”, sentencia Huerta.