Redacción Farmacosalud.com
La revista ‘Journal of the American Medical Association’ (JAMA) publica la actualización del Sequential Organ Failure Assessment (SOFA), el sistema de referencia mundial en medicina intensiva para evaluar el grado de disfunción orgánica en pacientes críticos. Los resultados se han presentado también de forma paralela en el Congreso Anual de la Sociedad Europea de Medicina Intensiva (European Society of Intensive Care Medicine, ESICM LIVES 2025), celebrado recientemente en Múnich (Alemania). El SOFA-2, que sustituye al modelo vigente desde 1996, incorpora los avances en diagnóstico, monitorización y soporte vital introducidos en las últimas décadas, con el fin de reflejar con mayor precisión la realidad de los enfermos en estado crítico y la respuesta de sus órganos al tratamiento.
El estudio ha sido impulsado por el consorcio internacional SOFA-2 Study Group, con el Dr. Otavio Ranzani, jefe del Salud DataLab del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau, en Barcelona), como el líder de la metodología y análisis de datos. La magnitud y diversidad de los datos analizados —más de 3,3 millones de ingresos en unidades de cuidados intensivos (UCI) de nueve países— convierten este trabajo en la mayor revisión internacional realizada hasta la fecha sobre la medición de la disfunción orgánica y en un nuevo referente para la práctica y la investigación en cuidados intensivos.

Dr. Otavio Ranzani
Fuente: Institut de Recerca Sant Pau [Instituto de Investigación Sant Pau] / Hospital de la Santa Creu i Sant Pau
Cerebro, corazón, pulmones…
El sistema SOFA fue concebido en 1994 y publicado en 1996 como un lenguaje común para describir la disfunción de seis órganos —cerebro, corazón, pulmones, hígado, riñones y sistema de coagulación— a partir de parámetros clínicos y analíticos. Desde entonces, se ha convertido en una herramienta esencial tanto en la práctica asistencial como en la investigación, utilizada para cuantificar la gravedad de la enfermedad crítica. En las tres últimas décadas, los cuidados intensivos han evolucionado profundamente. Hoy se dispone de nuevos dispositivos de monitorización, terapias de soporte menos invasivas y fármacos más específicos, además de sistemas de información que permiten valorar el estado del paciente de forma más dinámica y precisa.
Estos avances hicieron necesaria una actualización completa del modelo original. “La forma de tratar a los pacientes en cuidados intensivos ha evolucionado enormemente en tres décadas”, explica Ranzani, primer autor del estudio. “Hoy disponemos de ventilación no invasiva, terapias de reemplazo renal continuas, soporte circulatorio con dispositivos y fármacos mucho más precisos. Era necesario que el sistema SOFA reflejara esa realidad para poder describir mejor la disfunción orgánica y comparar de manera homogénea la gravedad de los pacientes en todo el mundo”.
Inclusión de la oxigenación ECMO y ventilación de alto flujo
El SOFA-2 mantiene la estructura de seis sistemas orgánicos, pero redefine los umbrales de puntuación y actualiza las variables utilizadas. Entre las principales novedades destacan la inclusión del uso de oxigenación extracorpórea (ECMO) y ventilación de alto flujo en el componente respiratorio, una nueva clasificación de dosis de vasopresores en el cardiovascular y criterios revisados para valorar la función hepática, renal y de coagulación. El nuevo modelo logra así una gradación más uniforme de la gravedad y una relación más ajustada entre la puntuación y los desenlaces clínicos.
La metodología actualizada conserva la sencillez del SOFA original, pero con una base empírica mucho más sólida y criterios clínicos revisados a partir del análisis de millones de casos reales. Cada punto de la escala fue calibrado para corresponderse con un incremento progresivo y clínicamente coherente del riesgo de mortalidad, validado en distintas cohortes y países. Además, se incorporaron instrucciones detalladas para la recogida e interpretación de los datos, lo que facilita su aplicación uniforme en diferentes entornos asistenciales. En conjunto, el SOFA-2 ofrece una representación más precisa y contemporánea del manejo del paciente crítico en el siglo XXI, sin renunciar a la claridad y facilidad de uso que caracterizaron al modelo original.

Fuente: Institut de Recerca Sant Pau [Instituto de Investigación Sant Pau] / Hospital de la Santa Creu i Sant Pau
Más allá de su rendimiento estadístico, la principal aportación del SOFA-2 es su mayor aplicabilidad clínica. El nuevo modelo contempla la realidad de hospitales con distintos niveles de recursos y define reglas claras para el registro e interpretación de las variables, reduciendo la variabilidad entre unidades y países. “Queríamos que SOFA-2 fuera útil tanto en un gran hospital europeo como en una UCI de un país en desarrollo», señala el Dr. Ranzani. “Nuestro objetivo era ofrecer una herramienta estandarizada, actual y global, que facilite la investigación y la toma de decisiones clínicas”, agrega.
Mejora de la coherencia en los niveles intermedios de disfunción
El sistema también mejora la coherencia en los niveles intermedios de disfunción, evitando saltos bruscos entre categorías y permitiendo una gradación más intuitiva del deterioro orgánico. Esto aumenta su valor para el seguimiento clínico diario y para la comparación de resultados entre instituciones o en ensayos terapéuticos. Además, incluye instrucciones adaptadas a contextos con recursos limitados, lo que permite su uso fiable incluso en entornos donde ciertos tratamientos o mediciones no están disponibles.
Otro de sus aportes fundamentales es su capacidad para armonizar la investigación en medicina intensiva. Al incorporar criterios actualizados y aplicables globalmente, el SOFA-2 facilita la comparación de resultados entre estudios multicéntricos y mejora la calidad de los ensayos clínicos. Esta homogeneidad metodológica es esencial para avanzar hacia una medicina intensiva más basada en datos y con mayor validez internacional.
Asimismo, los investigadores destacan su utilidad para monitorizar la calidad asistencial de las UCIs, dado que proporciona un indicador sensible y estandarizado del grado de disfunción orgánica de los sujetos tratados. El equipo considera que esta actualización marca un punto de inflexión en la forma de cuantificar la enfermedad crítica, al ofrecer un marco más preciso, dinámico y adaptado a la práctica actual.
Artículo de referencia:
Ranzani OT, Singer M, Salluh JIF, et al. Development and Validation of the Sequential Organ Failure Assessment (SOFA)-2 Score. JAMA. Published online October 29, 2025. doi:10.1001/jama.2025.20516




