Redacción Farmacosalud.com
Bajo el título ‘Actualizaciones en cáncer de cabeza y cuello’, recientemente tuvo lugar un webinar que fue moderado por el Dr. Juan Jesús Cruz, médico del Hospital Clínico Universitario de Salamanca, y que contó con las intervenciones como ponentes de los Drs. Julio Lambea, oncólogo médico del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa (Zaragoza); Gemma Bruixola, facultativa del INCLIVA Instituto de Investigación Sanitaria (Valencia), Santiago Cabezas, miembro del Hospital Clínico San Carlos (Madrid), y Yolanda Escobar, oncóloga del Hospital Gregorio Marañón (Madrid). En la sesión se comentó que, en primera línea y en pacientes con CPS>20, el tratamiento con pembrolizumab en monoterapia consigue aumentar el beneficio en supervivencia global, obteniéndose además respuestas más prolongadas y con un mejor perfil de seguridad que el esquema EXTREME.
También se remarcó que la combinación de pembrolizumab + quimioterapia frente a EXTREME en población global aporta un impacto en supervivencia global y respuestas más duraderas, presentando una tasa de efectos adversos similar a EXTREME.
Abordaje multidisciplinar: Modelos de éxito
“El Comité de Tumores o Unidad Funcional es el modelo multidisciplinar que debe existir para una asistencia de calidad en cáncer de cabeza y cuello”, aseveró el Dr. Julio Lambea.
Si bien la composición básica de estos equipos “está clara”, cuantos más especialistas distintos haya en escena “más logros se conseguirán” en términos de calidad de atención, aseguró Lambea.
A su juicio, el éxito reside en la posibilidad de “optimizar” el Comité o la Unidad Funcional y, en caso de que resultara imposible culminar ese proceso de mejora, el experto recordó que existen centros de referencia donde “probablemente se va a conseguir una mayor supervivencia de los pacientes por unos estándares más altos de calidad”.
El papel de la inmunoterapia en el manejo de pacientes con carcinoma escamoso de cabeza y cuello (CECC)
Aunque el tratamiento con antiPD-1 ha demostrado su eficacia en segunda línea en términos de tasa de respuesta y supervivencia, y con un perfil de toxicidad manejable, “es importante informar al paciente sobre las toxicidades y signos/síntomas de alarma por los que debe consultar”, puntualizó la Dra. Gemma Bruixola. En general, se ha visto que los enfermos HPV + alcanzan mejores resultados, si bien aquí “sigue siendo necesario identificar biomarcadores que permitan una mejor selección de los pacientes”, destacó.
Con respecto a la primera línea, en pacientes con CPS>20 el tratamiento con pembrolizumab en monoterapia consigue aumentar el beneficio en supervivencia global, obteniéndose además respuestas más prolongadas y con un mejor perfil de seguridad que el esquema EXTREME.
A todo esto, la combinación de pembrolizumab + quimioterapia frente a EXTREME en población global ha demostrado un impacto en supervivencia global y respuestas más duraderas, presentando una tasa de efectos adversos similar a EXTREME. “Por tanto, nos encontramos con un nuevo estándar de tratamiento” que, no obstante, aún no está disponible en la práctica clínica, remarcó la Dra. Bruixola.
En cuanto al tumor localmente avanzado, “parece que la inmunoterapia concomitante con radioterapia es factible y con un perfil de seguridad adecuado”, explicó la facultativa. Con todo, “los resultados de los estudios fase II/III presentados hasta la fecha han sido negativos”, matizó. Por otro lado, se está testando la inmunoterapia en neoadyuvancia en un escenario de inducción, estrategia que también ha demostrado ser viable y segura. Sin embargo -puntualizó la Dra. Bruixola-, “los datos presentados son muy inmaduros y sólo podemos hablar de señales de eficacia”.
Biomarcadores de respuesta: nuevas evidencias
Actualmente se dispone de biomarcadores en tejido con valor pronóstico y valor predictivo (HPV y los linfocitos infiltrantes de tumor), mientras que el PD-L1 “es cuestionable que tenga un valor pronóstico”, si bien “parece que sí es predictivo a la inmunoterapia”, precisó el Dr. Santiago Cabezas. El especialista subrayó tanto el carácter prometedor de la firma de genes inmunoreguladores como la utilidad de los biomarcadores en el ámbito de anti-EGFR y Otras Terapias Dirigidas.
En inmunoterapia, destacó el PD-L1: TPS/ CPS, y las firmas de genes inmunoreguladores. El Dr. Cabezas habló también del TMB -poco estudiado en tejido en cáncer de cabeza y cuello, más estudiado en sangre- y mutaciones de resistencia como el HLA-1.
“La biopsia líquida fundamentalmente se ha desarrollado en cáncer nasofaríngeo y virus de Epstein-Barr positivo (CN VEB+) y carcinoma epidermoide HPV+ (CECC HPV+)”, expuso. “Necesitamos muchos más estudios en población HPV-“, señaló Cabezas, quien agregó que el bTMB en sangre parece ser "un biomarcador prometedor en pacientes tratados con inmunoterapia”.
El paciente con cáncer de cabeza y cuello: un paciente – un reto
“No es que demos palos de ciego con los pacientes de cáncer de cabeza y cuello... pero su complejidad clínica y su complejidad molecular es tal, que realmente muchas veces las decisiones las tomamos basándonos en la clínica. Esto ha sido así históricamente y de momento creo que es algo que no podemos abandonar”, admitió la Dra. Yolanda Escobar.
Acto seguido, la Dra. Escobar centró su intervención en dos casos clínicos:
a) un paciente con cáncer localmente avanzado y un posible segundo primario pulmonar con trasplante hepático (cáncer epidermoide de hipofaringe de debut metastásico -vs segundo primario- en paciente con trasplante hepático).
b) un paciente con enfermedad localmente avanzada y posible segundo pulmonar y vejez extrema (carcinoma epidermoide de orofaringe localmente avanzado en paciente con vejez extrema y otro tumor controlado).
Para conocer más a fondo las explicaciones de la Dra. Escobar, y posteriormente seguir el debate-discusión que completó el webinar, clicar el vídeo que sigue a continuación: