Dr. Pedro Genaro Delgado / Redacción Farmacosalud.com
Según el Dr. Pedro Genaro Delgado Guillena, miembro del Grupo Joven y del Grupo de Trabajo de Esófago-Estómago-Duodeno de la Asociación Española de Gastroenterología (AEG), ya se ha publicado la actualización de la guía clínica sobre el manejo de las condiciones y lesiones precancerosas en el estómago (Guía MAPS II). El nuevo documento, una actualización de la guía publicada en el 2012 (guía MAPS I), ha contado con la participación y consenso de la Sociedad Europea de Endoscopia Gastrointestinal (ESGE), el Grupo Europeo para el Estudio de la Microbiota y Helicobacter (EHMSG), la Sociedad Europea de Patología (ESP) y la Sociedad Portuguesa de Endoscopia Digestiva (SPED). El texto se ha realizado siguiendo la metodología AGREE (Appraisal of Guidelines for Research and Evaluation), creándose para cada área grupos de trabajo que categorizaron la evidencia científica disponible según el sistema GRADE (Grading of Recommendations Assessment, Development and Evaluation).
La actualización está enfocada hacia la prevención secundaria del cáncer gástrico (detección precoz) a través del manejo (diagnóstico, tratamiento y vigilancia) de los individuos con gastritis atrófica, metaplasia intestinal y displasia del estómago, cuyo resultado final es el adenocarcinoma gástrico de tipo intestinal (secuencia conocida como la cascada de Correa).
Recomendaciones para optimizar el reconocimiento y diagnóstico endoscópico
El mejor método para identificar a los pacientes de alto riesgo es la gastroscopia; la confirmación llega mediante la realización de biopsias. En la guía clínica se ofrecen recomendaciones para optimizar el reconocimiento y diagnóstico endoscópico de las lesiones/condiciones precancerosas gástricas en la práctica clínica habitual. “La recomendación más destacada para optimizar el reconocimiento de lesiones precancerosas gástricas es el uso de endoscopios con tecnología más avanzada (alta definición y cromoendoscopia) asociada a la realización de biopsias dirigidas de las zonas sospechosas. En el caso de no contar con estas tecnologías, se recomienda de forma rutinaria la realización de biopsias del tercio distal y medio del cuerpo gástrico”, apunta el Dr. Delgado.
Además, en el documento se proponen métodos no invasivos en sangre para la selección de los pacientes que se beneficiarían de una gastroscopia. Así, “valores bajos de pepsinógeno I y/o o una relación baja de pepsinógeno I/pepsinógeno III en sangre son considerados buenos indicadores de cambios atróficos avanzados en la mucosa gástrica. Estos marcadores, particularmente cuando se asocian a una serología negativa para Helicobacter Pylori, podrían ayudar a seleccionar a los pacientes de alto riesgo para cáncer gástrico, a quienes se debería ofrecer una gastroscopia”, explica el especialista.
Pautas de tiempo para la vigilancia de pacientes de alto riesgo
Después del diagnóstico de lesiones precancerosas, la guía clínica recomienda pautas de tiempo para la vigilancia de pacientes de alto riesgo. De acuerdo con Delgado, “se recomienda vigilancia endoscópica cada 3 años en los pacientes de alto riesgo (y en el caso de tener afectación gástrica extensa y algún familiar de primer grado con cáncer gástrico reducir la vigilancia a cada 1-2 años). En el caso de la displasia, se recomienda una endoscopia inmediata para confirmar el grado de displasia y posteriormente una gastroscopia de vigilancia cada 12 meses (para displasia de bajo grado) o cada 6 meses (para displasia de alto grado)”.
Los pacientes de alto riesgo son aquellos con afectación extensa (gastritis atrófica o metaplasia intestinal en el tercio medio y distal del estómago). No se recomienda el seguimiento de pacientes con afectación localizada (sólo en tercio medio o distal) con la excepción de la metaplasia intestinal asociada a una de las siguientes condiciones: (i) antecedente familiar de cáncer gástrico, (ii) diagnóstico de gastritis autoinmune, (iii) infección persistente de Helicobacter Pylori (HP) o (iv) que la metaplasia intestinal sea de tipo incompleto. La guía clínica recomienda un seguimiento endoscópico más estrecho de los pacientes con displasia, y en caso de lesiones visibles, la resección endoscópica siempre que sea posible.
En el documento se recomienda la erradicación del HP en estos pacientes porque cura la gastritis no atrófica y puede conducir a la regresión de la gastritis atrófica. Con la evidencia disponible no se ha visto que la metaplasia intestinal mejore tras la erradicación del HP, pero sí disminuye el riesgo de progresión a cáncer gástrico.
Finalmente, en la guía se realiza un análisis de coste-efectividad sobre la prevención secundaria del cáncer gástrico. Se concluye que el cribado poblacional (personas sin síntomas) no está justificado en países de riesgo intermedio-bajo (es el caso de España), y que la vigilancia de pacientes de alto riesgo sí es coste-efectiva y estaría recomendada.
Bibliografía
• Pimentel-Nunes P, Libânio D, Marcos-Pinto R, Areia M, Leja M, Esposito G, Garrido M, Kikuste I, Megraud F, Matysiak-Budnik T, Annibale B, Dumonceau JM,Barros R, Fléjou JF, Carneiro F, van Hooft JE, Kuipers EJ, Dinis-Ribeiro M. Management of epithelial precancerous conditions and lesions in the stomach (MAPS II): European Society of Gastrointestinal Endoscopy (ESGE), European Helicobacter and Microbiota Study Group (EHMSG), European Society of Pathology (ESP), and Sociedade Portuguesa de Endoscopia Digestiva (SPED) guideline update 2019. Endoscopy. 2019 Apr;51(4):365-388. https://www.esge.com/assets/downloads/pdfs/guidelines/2019_a_0859_1883.pdf