Redacción Farmacosalud.com
La Comisión Europea ha dado el pistoletazo de salida en Madrid al proyecto ACTIVAGE, una iniciativa que tiene como objetivo hacer frente al reto que supone el envejecimiento de la población con soluciones que plantean el uso del Internet of Things (El Internet de las Cosas), un concepto que se basa en la interconexión digital y que, en este caso, permitirá incrementar la seguridad de las personas mayores, favoreciendo el mantenimiento de su independencia y participación social, así como reducir el impacto negativo que implican enfermedades crónicas y el deterioro.
El proyecto ACTIVAGE cuenta con el apoyo de 49 organizaciones, de las cuales el 22% son industriales, 14 institutos de investigación o universidades punteras, 11 grandes compañías y 15 PYME’s altamente innovadoras. El plan está coordinado por Medtronic Ibérica bajo el auspicio de la Comisión Europea. Según el coordinador de esta iniciativa, Germán Gutiérrez, la Comisión cuenta con un gran equipo de expertos dedicado a programas de innovación en el marco del programa H2020: “Se han definido de forma clara las líneas de I+D+i que interesan desde una perspectiva europea global y común e involucrando a gran cantidad de actores externos. En este sentido, para la Comisión y para ACTIVAGE, la colaboración entre estos actores es básica para alcanzar los objetivos buscados”.
10.000 personas mayores de 7 países distintos de la UE
Tal y como explica Gutiérrez, se trata de una experiencia a gran escala que se desarrollará durante los próximos tres años y medio: “Involucrará a cerca de 10.000 personas mayores en 7 países distintos de la Unión Europea, desarrollando toda una serie de servicios basados en tecnologías Internet of Things (IoT) con el objetivo de avanzar en la provisión de servicios destinados a conseguir un envejecimiento activo y saludable”. La implementación de los pilotos se realizará en Madrid, Galicia, Valencia, Emilia‐Romagna (Italia), Cluster Griego: Ática, Grecia Central y Macedonia, Grenoble (Francia), Woquaz (Alemania): Región de Hessen, Leeds (Reino Unido) y Cluster Finlandés: Ciudades de Espoo, Tampere y Turku.
Para el coordinador adjunto del proyecto, Sergio Guillén, ACTIVAGE tiene un enorme potencial en distintas esferas: “Es un proyecto de innovación que pretende crear y probar evidencia sustentada en indicadores de calidad, sobre el impacto positivo que va a tener el IoT en la mejora de la calidad, la salud, el bienestar y la independencia de las personas mayores, pero también sobre la sostenibilidad de los sistemas de salud y de cuidado sociales en los países de la Unión Europea”. Guillén afirma que esta iniciativa también tendrá una implicación directa en la competitividad de la industria y la creación de empleo, sobre todo en las PYME’s tecnológicas europeas, ya que se creará un espacio favorable para el desarrollo de nuevos productos y servicios en un mercado de 90 millones de personas.
Tres fases de pilotaje
“El proyecto consta de tres fases de pilotaje que permitirán disponer de la evidencia técnica y científica que confirme nuestras hipótesis o nos muestren las correcciones necesarias a los planteamientos iniciales. En los últimos seis meses nos centraremos en la consolidación de los programas de crecimiento en cada zona y en que estos se conviertan en referencia para los otros países de la Unión”, asegura el coordinador adjunto, quien destaca el carácter europeo de esta iniciativa: “ACTIVAGE es un elemento importante en la ejecución de la estrategia de digitalización de la industria europea y del desarrollo sostenible de las tecnologías IoT inteoperables, seguras, confiables, que garanticen la privacidad y los derechos de los ciudadanos. Hay una sola escala y es europea”.
Los países occidentales y Europa, en concreto, asisten al envejecimiento acelerado de la población debido al incremento de la esperanza de vida y la baja tasa de natalidad en el continente, un fenómeno que se prevé aumente en los próximos años. Esta tendencia es especialmente preocupante en el caso de España, donde los mayores de 50 años (17,9 millones de personas) duplican a los menores de 18 (8,7 millones) y obliga a buscar soluciones que permitan mejorar el empoderamiento de los mayores y aumentar su autonomía. “Enfermedades antes mortales han pasado, felizmente a convertirse en crónicas, lo que está conduciendo a que las personas se involucren en el cuidado de salud sin la necesidad de que este se realice únicamente en los hospitales. La industria debe ser consciente de estos cambios, incorporando a sus propuestas clínicas cada vez más soluciones orientadas hacia el entorno doméstico”, concluye el coordinador de ACTIVAGE.
El 89% de los cuidadores de ancianos en España son mujeres
Por otro lado, según el estudio “CuidadorES” (estudio de investigación socio sanitaria sobre cuidadores de personas mayores dependientes), realizado por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología y por Lindor, hay un claro predominio de mujeres cuidadoras (89%), frente a los hombres (11%). Además en el 47% de los casos, el familiar es el cuidador principal.
Las personas que se encargan de atender a los ancianos tienen una importante carga física, psíquica y emocional, ya que el 84% de los mayores dependientes precisa de ayuda para su higiene; 8 de cada 10 para el vestido; 7 de cada 10 para realizar la limpieza del hogar. El 63% precisa ayuda para preparar comida y el 58% para alimentarse. Además, 6 de cada 10 necesita ayuda para gestiones administrativas. No sólo los ancianos dependientes necesitan ayuda en el día a día de sus tareas ordinarias, sino que dentro del ámbito sanitario también hay un alto grado de dependencia: el 85% requiere de ayuda a la hora de tomar medicamentos adecuadamente; el 62% estimulación cognitiva y casi 6 de cada 10 tiene incontinencia urinaria o fecal. Además, el 54% necesitan algún tipo de cura y 5 de cada 10 precisan rehabilitación.