Redacción Farmacosalud.com
La compañía Ipsen ha anunciado la aprobación en España de Dysport® (abobotulinumtoxinA) para el tratamiento de la espasticidad de las extremidades superiores (brazos) en niños con parálisis cerebral. Esta aprobación complementa la recibida en abril de 2000 para tratar a pacientes con espasticidad asociada con la deformidad dinámica del pie equino en niños a partir de los dos años, lo que le convierte en la primera toxina botulínica tipo A que tiene luz verde en España para las indicaciones de espasticidad pediátrica de extremidades superiores e inferiores (piernas). Uno de los aspectos destacados de abobotulinumtoxinA es la duración de su efecto, ya que, en miembros superiores, hasta un 24% de los pacientes no necesitan volver a tratarse hasta transcurridos 8 meses.
“La ampliación de la ficha técnica de Dysport® aprobada ahora en España es un avance importante para los niños que sufren las consecuencias de la espasticidad y que ahora pueden beneficiarse de un alivio duradero de los síntomas con una toxina botulínica tipo A bien estudiada. Estamos muy agradecidos a los investigadores, a los padres y cuidadores que han participado en los ensayos clínicos que nos han ayudado a conseguir este hito, haciendo posible que los niños con espasticidad tengan el tratamiento adecuado para extremidades superiores e inferiores”, sostiene mediante un comunicado el Dr. Juan Lobera, director Médico y de Asuntos Regulatorios de Ipsen España.
La toxina botulínica, asociada a terapias como la fisioterapia o el uso de ortesis
Según las guías de práctica clínica, la toxina botulínica es el tratamiento de elección en pacientes con espasticidad focal. Comúnmente, este fármaco se asocia a terapias concomitantes como la fisioterapia o el uso de ortesis, lo que mejora el resultado global del tratamiento. En cuanto a la duración del efecto de la toxina botulínica, en términos generales suele situarse en torno a los 3 meses. “Sin embargo, ya hace años que se empezó a demostrar, tanto en ensayos clínicos como en estudios observacionales, que el beneficio clínico de abobotulinumtoxinA puede ir más allá de los 3 meses en determinados pacientes. Esto es muy importante cuando hablamos de niños, ya que supone recibir menos inyecciones, pero también sería importante para los cuidadores y a nivel de costes para el sistema. En nuestro último estudio de miembro superior se ha visto que hasta un 24% de los pacientes no necesitó volver a tratarse hasta los 8 meses”, asegura el Dr. Lobera en declaraciones a www.farmacosalud.com.
En niños y adolescentes, la parálisis cerebral (PC) es la principal causa de discapacidad infantil que afecta a la función y al desarrollo. Está causada por alteraciones no progresivas en el cerebro que se está desarrollando en el feto o en el niño, dando lugar a un trastorno de por vida3. La espasticidad en población pediátrica está comúnmente asociada a la parálisis cerebral2,4. Afecta al tono muscular, al movimiento y a las habilidades motoras, dificultando la capacidad del cuerpo para moverse de forma coordinada y con un propósito, lo que puede afectar a la capacidad de los niños para participar en actividades cotidianas2.
Un trastorno que puede interferir en la vida escolar y lúdica del sujeto afectado
“La mayoría de los niños con espasticidad de extremidades superiores padecen una parálisis cerebral espástica que se caracteriza por tensión muscular, rigidez de las articulaciones y movimientos involuntarios que pueden afectar a su calidad de vida. Este trastorno puede interferir en su capacidad para participar en actividades de la vida diaria, incluyendo el colegio y el juego”, afirma la Dra. Ann Tilton, investigadora y Profª de Neurología Clínica y Pediatría del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Louisiana, en Nueva Orleans (Estados Unidos).
“Los pacientes son nuestra razón de ser y, por ello, seguimos comprometidos con el avance de terapias adaptadas para satisfacer necesidades no resueltas en el área de neurociencias, a través del programa de investigación en curso para esta neurotoxina botulínica tipo A y de la próxima generación de neurotoxinas recombinantes diseñadas cuidadosamente”, explica Lobera.
El Dr. Lobera, además, destaca la efectividad de abobotulinumtoxinA para tratar la espasticidad pediátrica tanto en brazos como en piernas, por lo que segmentar y comparar la utilidad del fármaco por extremidades puede llevar, a su juicio, a conclusiones equivocadas: “Comparar estudios que evalúan la efectividad de toxina botulínica puede llevar a importantes errores de interpretación ya que, tanto los objetivos de tratamiento, como los músculos a tratar y las dosis empleadas, entre otros muchos factores, serán diferentes en función de la extremidad afectada. Lo que podemos afirmar es que, tanto en la extremidad inferior como en la superior, abobotulinumtoxinA ha demostrado de forma estadísticamente significativa beneficios en la reducción del tono muscular, la evaluación clínica global y la consecución de objetivos en comparación con el tratamiento control”.
Con respecto a los eventos adversos de la abobotulinumtoxinA para el tratamiento de la espasticidad de extremidades superiores en niños con parálisis cerebral, el director Médico y de Asuntos Regulatorios de Ipsen España remite a la Ficha Técnica del medicamento:
• Trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo: Frecuentes: Mialgia, debilidad muscular
• Trastornos generales y alteraciones en el lugar de administración: Frecuentes: Enfermedad de tipo gripal, fatiga, reacciones en el lugar de la inyección (por ejemplo: eccema, hematomas, dolor, hinchazón, erupción)
• Poco frecuentes: astenia Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo. Frecuentes: Erupción
La espasticidad es una enfermedad en la que determinados músculos se contraen continuamente causando rigidez o tensión muscular, lo que puede interferir con el movimiento5. La espasticidad afecta a los músculos y a las extremidades y particularmente afecta a los niños en edad de crecimiento6. Suele estar causada por un daño en las zonas del cerebro o de la médula espinal que controlan el movimiento voluntario. La parálisis cerebral, las lesiones medulares, la esclerosis múltiple, los accidentes cerebrovasculares o los traumatismos craneoencefálicos pueden causar espasticidad5. Los síntomas de este trastorno pueden incluir un aumento del tono muscular, contracciones musculares rápidas, reflejos tendinosos profundos exagerados y/o espasmos musculares5. El grado de espasticidad puede variar desde una rigidez muscular leve hasta espasmos graves, dolorosos e incontrolables7.
La espasticidad de extremidades superiores en niños es una enfermedad que provoca espasmos musculares en los músculos del codo, la muñeca y los dedos8. La espasticidad de extremidades inferiores provoca un aumento de la rigidez muscular en la pantorrilla que, cuando se intensifica, impide que el tobillo se flexione como es necesario y hace que el pie apunte hacia abajo y hacia adentro9.
Sobre el estudio pivotal fase III1
La eficacia y seguridad de Dysport para el tratamiento de extremidades superiores en niños se evaluó en un estudio aleatorizado, multicéntrico, doble ciego y controlado en que las dosis de 8 U/kg y 16 U/kg se compararon con una dosis baja de control de 2 U/kg. Un total de 212 pacientes con o sin tratamiento previo de toxina botulínica con espasticidad de las extremidades superiores debido a parálisis cerebral (con grado 2 o más en la Escala Modificada de Ashworth (EAM) en el grupo muscular diana primario (GMDP)) fueron aleatorizados en el estudio.
Después del tratamiento inicial, se podían administrar hasta 3 tratamientos adicionales de Dysport a las dosis planificadas de 8 U/kg o 16 U/kg, aunque el investigador podía optar por aumentar o disminuir la dosis (pero sin exceder 16 U/kg). La dosis total de Dysport se inyectó por vía intramuscular en los músculos afectados de la extremidad superior, que incluía el GMDP de los flexores del codo o de la muñeca, así como otros músculos de la extremidad superior según la presentación de la enfermedad. No se permitió administrar más de 0,5 ml por sitio de inyección. Sin embargo, se permitió más de un sitio de inyección por músculo. La variable principal de eficacia fue el cambio promedio del valor inicial de la EAM en el GMDP en la Semana 6. Las variables secundarias de eficacia fueron el promedio de la Evaluación global por el médico (PGA por sus siglas en inglés) y el promedio de la Escala de consecución de objetivos (GAS por sus siglas en inglés) en la Semana 6. (Ficha técnica).
Dysport® (abobotulinumtoxinA) es una solución inyectable de una neurotoxina botulínica tipo A (BoNT-A), derivada de la bacteria Clostridium botulinum que produce BoNT-A e inhibe la transmisión efectiva de los impulsos nerviosos y, por tanto, reduce las contracciones musculares. Se presenta como polvo liofilizado. AbobotulinumtoxinA puede comercializarse en 90 países, tiene más de 30 años de experiencia clínica y seis millones de pacientes tratados cada año. Las recomendaciones detalladas para la utilización de Dysport están descritas en la ficha técnica.
Referencias
1. Ficha Técnica DYSPORT, AEMPS Septiembre/2020.
2. Shamsoddini A, et al. Iran J Pediatr 2014;24(4):345-51.
3. Rosenbaum P, et al. Dev Med Child Neurol 2007; 109:8-1414
4. Cerebral Palsy Foundation. Key Facts. Available at: https://www.yourcpf.org/statistics/ Accessed November 2019
5. International Neuromodulation Society. Spasticity. Available at: https://www.neuromodulation.com/spasticity Accessed November 2019.
6. American Association of Neurological Surgeons (AANS). Spasticity. Available at: https://www.aans.org/Patients/Neurosurgical-Conditions-and-Treatments/Spasticity Accessed November 2019.
7. Gharbaoui I, et al. Semin Plast Surg 2016;30(1):39-44.
8. Bar-On L, et al. Biomed Res Int 2015;2015:217047.
9. Pirazzini M, et al. Pharmacol Rev 2017:200–235.