Redacción Farmacosalud.com
Con el objetivo de reducir el riesgo de pérdida de visión tras el diagnóstico de glaucoma, se ha presentado SSY Engine (según sus siglas en inglés -Save Sight Years Engine- o ahorrador de años de pérdida de visión), una herramienta basada en un algoritmo que calcula la presión intraocular necesaria para frenar la evolución de esta afección ocular. Según el Dr. Francisco Javier Goñi, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital de Mollet del Vallés (Mollet del Vallès, en Barcelona) y consultor del Centro de Tratamiento Integral del Glaucoma–Hospital Teknon Barcelona, “el SSY Engine es útil en las fases iniciales, moderadas y avanzadas del glaucoma, ya que las predicciones que se realizan se basan en las características lineales de la progresión de la enfermedad, habitual en la mayoría de los casos cuando empleamos el defecto medio (DM) y/o el Visual Field Index (VFI)”.
“En situación de daño muy severo, las predicciones pierden fiabilidad. Esto se debe a que el SSY Engine emplea condiciones de exploración estándar (estímulo tamaño III de Goldmann) y se alcanza un efecto suelo en la medición de umbrales. En estos casos se recomienda usar un estímulo de tamaño V y recalcular la sensibilidad media (SM). Esto permite extender el rango dinámico y continuar detectando y cuantificando progresión”, precisa en declaraciones a www.farmacosalud.com el Dr. Goñi.
Principal causa evitable de ceguera en España
El glaucoma afecta a más de un 3% de la población y es, junto con la diabetes, la principal causa evitable de ceguera en España, según datos de la Sociedad Española de Glaucoma (SEG). En los países occidentales, el 50% de los sujetos afectos de esta patología ocular no están diagnosticados y, por tanto, desconocen que la sufren1, ya que la enfermedad no presenta síntomas hasta fases tardías2. En la actualidad, la presión intraocular (PIO) es el único factor de riesgo del glaucoma que se puede controlar, por lo que lograr un seguimiento adecuado es la mejor forma de tratarlo1.
La pérdida de visión ocasionada por esta afección suele ser lenta, lo que facilita la aparición de adaptación cerebral compensatoria. “Se estima que la prevalencia del glaucoma en sujetos mayores de 40 años se sitúa en el 2%3, lo que en números redondos representa medio millón de personas, de las que aproximadamente la mitad” desconoce que está enferma por falta de diagnóstico, detalla Goñi a través de un comunicado.
Según una revisión retrospectiva de las historias clínicas de más de 590 pacientes, alrededor del 27% de las personas con glaucoma perdían la vista en un ojo durante los 10 años posteriores a su diagnóstico4. Partiendo de esta premisa, y con el propósito de reducir el riesgo de pérdida de visión, se ha presentado la novedosa aplicación SSY Engine, cuyo desarrollo ha ido a cargo de los expertos en oftalmología Anders Heijl, Prof. sénior y consultor en el servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Skåne en Malmö y la Universidad de Lund (Suecia), y Magnus Brandel, mánager del departamento médico de Abbvie de Escandinavia, en colaboración con Allergan, and AbbVie Company.
Basada en la evidencia científica, la nueva herramienta complementa la experiencia clínica y respalda las decisiones que pueden reducir la tasa de progresión del glaucoma, lo que a la postre implica salvar años de visión. De hecho, SSY Engine ayuda al profesional de la oftalmología a predecir la velocidad de la progresión de la enfermedad y facilitar el tratamiento individualizado de la persona afectada.
Edad, pérdida de campo visual inicial y final, ritmo de progresión de la enfermedad…
En la actualidad, la PIO es el único factor de riesgo que puede tratarse. “Lograr un control adecuado de la presión intraocular es la mejor forma de tratar el glaucoma. Dicho control se estima en función de la llamada ‘presión objetivo’, que representa el valor de PIO a partir del cual frenaremos de manera significativa la progresión de la enfermedad y el consiguiente riesgo de pérdida de calidad de vida”, explica Goñi. En este sentido, SSY Engine contribuye a que el profesional de la oftalmología pueda realizar un abordaje personalizado de acuerdo con lo recomendado por las Guías de la Sociedad Europea del Glaucoma, y estimar y establecer la PIO objetivo de cada paciente usando un algoritmo basado en la evidencia de ensayos de referencia5-8.
Este algoritmo permite calcular la presión objetivo que será necesaria para frenar la evolución del glaucoma en base a información previa sobre el paciente. “A través de datos como la edad, pérdida de campo visual inicial y final, ritmo de progresión de la enfermedad y PIO registrada, el SSY Engine extrapola la evolución esperable y muestra de manera gráfica el escenario original con la edad que tendrá el paciente al entrar en riesgo para su calidad de vida visual y que el programa sitúa en el 50% de la capacidad del campo visual. La principal aportación de la herramienta no es sólo conocer cómo evoluciona el paciente, sino también cómo ayudarle a mejorar estableciendo un objetivo de PIO concreto”, especifica.
“En la práctica clínica esta herramienta permite realizar un abordaje del glaucoma más claro y, sobre todo, cuantitativo. Ahora, el oftalmólogo podrá tomar las acciones terapéuticas necesarias para reducir la PIO con un objetivo numérico claro, algo que hasta ahora no sucedía”, asegura el facultativo.
De todos esos factores (edad, pérdida de campo visual, etc), el factor más importante de partida es el relativo al daño de campo visual inicial. “Un daño de origen que nos sitúe muy cerca del 50% de capacidad nos conducirá a cualquier edad y casi a cualquier ritmo de progresión a alcanzar dicho límite a corto o medio plazo. No menos importante es el ritmo de progresión. Una velocidad de empeoramiento elevada, igual o superior a 1 dB/año o a un 3%/año, en términos de DM y VFI, respectivamente, conducirá en pocos años a una pérdida de campo muy significativa. Por ejemplo, un daño de partida con un VFI del 80% y que muestre una progresión rápida del 5% por año, llevará el daño al límite del 50% en tan sólo 6 años. El SSY Engine permite proyectar la pérdida futura incluso a partir de seguimientos de 2 o 3 años, lo que en el anterior ejemplo nos alertaría con tiempo suficiente para recalcular la presión objetivo y salvar años de visión”.
Según Goñi, “la presión registrada durante el seguimiento es importante pero sólo como referencia, en caso de que el SSY Engine demuestre que se necesita una presión objetivo más baja para cambiar la predicción de la evolución de la enfermedad”.
Una fácil formación permite manejar la nueva herramienta
Para poder manejar SSY Engine, basta con aplicar las indicaciones recibidas en un breve taller explicativo y emplear posteriormente la herramienta -con una cierta frecuencia- durante la práctica clínica habitual.
Como se ha apuntado anteriormente, la PIO es el único factor de riesgo del glaucoma que se puede controlar, por lo que lograr un seguimiento adecuado de este valor es la mejor forma de tratarlo. Para controlar la presión intraocular, actualmente se dispone de:
1) fármacos, que se dispensan en forma de colirios
2) láseres, que se aplican sobre la malla trabecular en el ángulo camerular y cuya técnica se denomina trabeculoplastia
3) cirugía, de la que existen múltiples variantes, incluyendo las técnicas más novedosas que incorporan el implante de dispositivos para facilitar el drenaje del humor acuoso
Todos esos tratamientos persiguen reducir la PIO con distintos perfiles de eficacia y seguridad, ya que cada paciente, cada ojo, representa una decisión individualizada. “El especialista propone y discute con el paciente qué tratamiento es más recomendable en función de diversos factores, tanto de partida como de ulterior evolución. En este sentido, el SSY Engine ayuda a recalcular la presión objetivo y, por lo tanto, también a decidir sobre la opción terapéutica que puede alcanzar dicho objetivo”, subraya el Dr. Goñi.
Referencias
1. Sociedad Europea del Glaucoma (EGS). Guías y terminología. 4ª edición. 2014
2. Sociedad Española de Glaucoma. ¿Qué es el glaucoma? Disponible en: https://www.sociedadglaucoma.com/que-es-el-glaucoma/. Con acceso: abril 2021
3. Antón A. et al Prevalence of primary open-angle glaucoma in a Spanish population: the Segovia study. J Glaucoma. 2004 Oct;13(5):371-6
4. Peters D et al. Am J Ophthalmol. 2013: 156(4): 724–730.
5. Leske et al. Ophthalmology 2007; 114(11): 1965–1972;
6. Heijl et al. Acta Ophthalmol 2013; 91(5): 406–412;
7. Chauhan et al. Arch Ophthalmol 2008; 126(8): 1030–1036;
8. De Moraes et al. Arch Ophthalmol 2011; 129(5): 562–5682