Redacción Farmacosalud.com
El cáncer de ovario afecta a más de 3.000 mujeres cada año en España. Muchas de ellas deben someterse a una cirugía que puede llegar a ser muy invasiva y requerir incluso la resección de diferentes órganos situados en el abdomen antes del tratamiento con quimioterapia. El ensayo clínico PROFAST (‘Ensayo clínico comparando recuperación postoperatoria tras protocolo FAST-TRACK vs manejo clásico en cáncer ginecológico avanzado’), liderado por la Unidad de Ginecología Oncológica y Patología del Tracto Genital Inferior del Hospital Universitario Vall d’Hebron y el grupo de Investigación Biomédica en Ginecología del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR, en Barcelona), ha demostrado que un nuevo protocolo mejora la recuperación de las pacientes intervenidas con cáncer de ovario avanzado. Se trata del primer estudio aleatorizado de este programa a nivel mundial en el ámbito del tumor ovárico.
El protocolo de recuperación intensificada (ERAS, del inglés enhanced recovery after surgery) que ha puesto en marcha el equipo de Vall d’Hebron se basa en un conjunto de estrategias que se aplican durante el periodo preoperatorio, intraoperatorio y el postoperatorio con el objetivo de facilitar la recuperación de las pacientes con cáncer de ovario, reducir el tiempo de ingreso en el hospital y minimizar las complicaciones posteriores a la cirugía y los reingresos, así como mejorar el confort. La importancia de los resultados obtenidos y el impacto en las pacientes han permitido que el estudio se haya publicado en la revista ‘European Journal of Cancer’.
Primer y único centro acreditado por el grupo de rehabilitación multimodal (GERM)
“El Servicio de Ginecología de Vall d’Hebron es el primer y único centro hasta el momento acreditado por el grupo español de rehabilitación multimodal (GERM) como centro de excelencia en recuperación intensificada”, destaca el Dr. José Luís Sánchez, médico adjunto de la Unidad de Ginecología Oncológica del Hospital Universitario Vall d’Hebron, investigador del grupo de Investigación Biomédica en Ginecología del VHIR y primer autor del trabajo. El estudio ha contado también con la participación del Servicio de Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del Dolor, la Unidad de Soporte Nutricional y la Dirección de Sistemas de Información de Vall d’Hebron.
El plan ERAS incluye un conjunto de actuaciones, todas ellas dirigidas a mejorar el confort de las mujeres y su evolución clínica. Entre las principales diferencias respecto a las cirugías que se realizaban hasta ahora, destaca que ya no es necesaria una preparación intestinal intensa preoperatoria, sino que es suficiente con la administración de un enema la noche anterior; las pacientes no llegan en ayunas a la intervención quirúrgica, sino que dos horas antes ingieren 200ml de maltodextrina (una bebida azucarada); y pueden iniciar dieta también 6 horas después de la operación, mientras que antes no se seguía este criterio.
“Es importante también, en relación a los analgésicos, evitar el uso de morfina, ya que puede tener más efectos secundarios en las pacientes”, explica la Dra. Susana Manrique, jefa del Servicio de Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del Dolor del Hospital Vall d’Hebron e investigadora del grupo de Medicina Materna y Fetal del VHIR. Por otro lado, el protocolo ERAS recomienda también realizar una valoración de su estado nutricional antes de la cirugía, eliminar los drenajes lo más pronto posible y fomentar que las mujeres operadas se sienten y comiencen a caminar después de la cirugía.
Un ahorro que puede llegar hasta los 1.146€ por persona
Para validar su utilidad en cáncer de ovario, el estudio de Vall d’Hebron incluyó a 100 mujeres con cáncer de ovario que se sometieron a cirugía. En la mitad de ellas se siguió el protocolo habitual y, en el resto, se implantó el protocolo ERAS. Entre los resultados del estudio destaca que el grupo de pacientes tratadas con las recomendaciones del protocolo recibió el alta, de media, dos días antes que el resto de pacientes (7 días de ingreso en el caso de las pacientes del grupo ERAS, 9 días en las pacientes control). Además, las pacientes del grupo ERAS tenían una tasa de reingreso mucho más baja (el 6% de las pacientes ERAS necesitaban un nuevo ingreso en el hospital, mientras que esto sucedía en el 20% del grupo control). “Hemos demostrado que este protocolo mejora la evolución y el confort de las pacientes sin incrementar las complicaciones postoperatorias”, afirma el Dr. Antonio Gil Moreno, jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Universitario Vall d’Hebron y jefe del grupo de Investigación Biomédica en Ginecología del VHIR.
La reducción del tiempo de ingreso, la intensificación de los cuidados y la mejor evolución de las pacientes tratadas con el protocolo ERAS contribuye a un ahorro económico del centro y del sistema sanitario, que puede llegar hasta los 1.146€ por persona.
En 2014 el protocolo ERAS ya se implementó en Vall d’Hebron para pacientes con cáncer de ovario. Sin embargo, hasta ahora no existía evidencia científica que demostrase su utilidad para este tipo de cirugías, sino que era una estrategia basada en las recomendaciones para pacientes con cirugía colorrectal. “Esta metodología requiere un gran esfuerzo por parte de un equipo multidisciplinar del hospital, que incluye a los equipos de ginecología, oncología, psiquiatría, anestesiología, enfermería, nutrición y rehabilitación”, explica Mª del Pilar Gutiérrez supervisora de Enfermería de la planta de Ginecología de Vall d’Hebron. “Por este motivo, es muy importante tener datos objetivos basados en la evidencia como los conseguidos con el ensayo PROFAST que refuercen la eficacia de este protocolo”, agrega.
ERAS está ya disponible para toda la cirugía ginecológica y mamaria. “En la actualidad, con el apoyo de la Dirección del Hospital, estamos trabajando para poder adaptarlo al abordaje de cualquier tipo de cirugía que se realice en Vall d’Hebron”, concluye la Dra. Asun Pérez, jefa de sección de la Unidad de Ginecología Oncológica y Patología del Tracto Genital Inferior del Hospital Vall d’Hebron e investigadora del grupo de Investigación Biomédica en Ginecología del VHIR.