La arterioesclerosis es una enfermedad sistémica que se caracteriza por el engrosamiento y endurecimiento de las grandes arterias debido a la acumulación de lípidos, carbohidratos, sangre y sus productos, tejidos fibrosos y depósitos de calcio. Entre el 25 y el 45% de los fallecimientos en países industrializados están relacionados con complicaciones de la arterioesclerosis, ha señalado la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular (SEACV).
Esta patología ha estado tradicionalmente ligada a la edad, pero poco a poco comienza a elevar su prevalencia entre los más jóvenes, según ha revelado el doctor Fernando Vaquero. “Muchos adultos jóvenes tienen un engrosamiento de las arterias, o arterioesclerosis, no detectado, que puede provocar enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular y la muerte”, ha comentado el doctor Vaquero, quien ha añadido que la ateroesclerosis coronaria suele aparecer comúnmente entre adultos de entre 50 y 60 años procedentes de zonas urbanas.
El tabaquismo favorece el desarrollo de la arterioesclerosis
Existen una serie de factores de riesgo demostrados científicamente que favorecen el rápido desarrollo de esta enfermedad, como son el tabaquismo, la diabetes, el aumento de colesterol o la hipertensión, entre otros, que cada vez están más presentes entre los pacientes jóvenes a causa del actual estilo de vida sedentario y el consumo de comida rápida.
Coordinación entre atención primaria y especialistas
Por su parte, el doctor Javier Álvarez, vicepresidente de la Sociedad Española de Angiología y Medicina Vascular (SEACV), ha alertado sobre las consecuencias de un diagnóstico tardío de la arterioesclerosis: “Al ser una enfermedad silente es importante que los especialistas se coordinen para acelerar la detección y evitar las posteriores complicaciones que podrían provocar desde la hospitalización hasta amputaciones, parálisis o limitaciones funcionales, con el consecuente coste socio-económico”. Para el doctor Álvarez, “una vez que se diagnostica, la enfermedad arterioesclerótica clínicamente activa es similar a tener un cáncer de colon en cuanto a la supervivencia de los pacientes, acortándose la esperanza de vida en función del control de los factores de riesgo; a menos control, menor esperanza de vida”.
En este sentido, los expertos abogan por establecer protocolos de coordinación entre los profesionales de atención primaria y de especializada con vistas a mejorar la información, diagnóstico, prevención y tratamiento de la arterioesclerosis.