Redacción Farmacosalud.com
La Federación Empresarial de Farmacéuticos de Castilla-La Mancha (FEFCAM) y la compañía alemana KLS Pharma Robotics han rubricado un acuerdo de colaboración para implantar robots de almacenamiento en las farmacias de esta comunidad autónoma. Con estos avanzados ingenios, los farmacéuticos pueden estar más que tranquilos ya que, según explica a www.farmacosalud.com Mariano González, presidente de FEFCAM, los robots de almacenamiento son infalibles a la hora de realizar las tareas para las que han sido programados: “Todos los envases de medicamentos deben llevar un código bidi. El código bidi contiene información del código nacional del medicamento, el lote y la fecha de caducidad, y también un número que identifica inequívocamente cada caja. Un robot lee precisa y exactamente esa información y la utiliza para identificar el envase adecuado que hay que entregar al paciente o todas las cajas que caducan en un periodo, o aquellas afectadas por una retirada cautelar de Sanidad. En estas tareas, el robot no falla”.
Las boticas pertenecientes a FEFCAM obtendrán descuentos por la instalación de estos sistemas automáticos y un año de mantenimiento premium gratis. Los robots de alta tecnología para el almacenaje ocupan muy poco espacio, controlan los pedidos, el stock y la caducidad de los medicamentos de forma automática y permiten al farmacéutico dedicar más tiempo al paciente. Su velocidad les permite dispensar hasta 900 paquetes de medicamentos por hora, permitiendo manipular incluso envases redondeados de forma tumbada, sin depender ni del diámetro ni de la altura de los mismos.
El usuario no se queda solo en el mostrador
“La principal ventaja de este sistema robotizado es que ayuda a los farmacéuticos a rentabilizar tiempo y espacio. Son los pacientes quienes se merecen todo nuestro tiempo, y el proceso de robotización nos ayuda a eliminar procesos innecesarios”, sostiene González mediante un comunicado.
“Si el farmacéutico quiere ganar espacio a la zona de venta, ampliar los servicios ofrecidos y mejorar la atención farmacéutica, es el momento de plantearse la robotización de la farmacia. Con el sistema robotizado la variable del número de operaciones cambia drásticamente, tanto en cantidad como en calidad. Además, este sistema se adapta a todos los tamaños de la farmacia, ofreciendo la mejor solución según las necesidades particulares”, detalla Juan Mirabet, CEO en España de KLS Pharma Robotics.
A este respecto, González destaca que el rendimiento de los nuevos ingenios automatizados “es mayor cuanta mayor sea la carga de trabajo. Hay que tener en cuenta que el proceso que nos ahorra ese equipo es el de recepción de pedidos, control de caducidades, control de existencias, control de lotes por una posible alerta sanitaria... y, lo más importante: te entrega los productos que el paciente demanda sin tener que abandonar a dicho paciente (en el mostrador). Nuestro tiempo debemos dedicarlo al usuario y no a las otras tareas que, por otra parte, hacen mejor las máquinas. Partiendo de eso, podemos considerar que para rentabilizar una inversión de este tipo necesitamos una determinada carga de trabajo”. Los nuevos robots serían, pues, ideales para establecimientos que acumulan muchos pedidos y reciben muchas solicitudes de atención.
El sistema de robotización de KLS Pharma Robotics ofrece una carga totalmente automática con lectura de los códigos QR requeridos por la normativa SEVeM, optimizando el espacio disponible gracias a la alta densidad de almacenaje en las bandejas de 1,20 m. x 1,60 m. Además, lleva incorporado un dispositivo inteligente de seguridad, con lo que la máquina nunca se pondrá en funcionamiento si hay una persona u objeto en el interior del sistema.
Según KLS Pharma, con la carga completamente automática “el ahorro del farmacéutico en tareas no productivas es del 99%, mientras que el 1% restante es el trabajo manual de la reposición diaria, volcado de la cubeta a la cinta”.
A juicio de González, los nuevos robots “no deben suponer una reducción de puestos de trabajo”. En cambio -prosigue el experto-, sí que “facilitan la labor y ayudan a que todo el personal de la farmacia se centre en lo que para nosotros es lo más importante: el paciente. No hay ningún trabajador en la farmacia que se dedique exclusivamente a la labor de recepcionar pedidos o retirar medicamentos caducados. Es un trabajo de todos”.