Redacción Famacosalud.com
La tercera ola de la COVID-19 llega acompañada de la nueva variante británica que ha propulsado el aumento de los contagios en España y en el resto de Europa. Ante la preocupación general que desencadena la pandemia, los ciudadanos ven necesario establecer todas las medidas de protección posibles para frenar la nueva cepa. Por estos motivos, según el último estudio del comparador de precios idealo.es, se ha producido un aumento del 490% en la demanda de mascarillas FFP2 durante las dos últimas semanas de enero, con respecto a la primera quincena de 2021.
Este salto descomunal demuestra el malestar general que existe en torno a la nueva variante que ya ha colapsado hospitales españoles.
Francia, Alemania y Austria obligan a utilizar las FFP2
El incremento de las mascarillas FFP2 se ha intuido desde noviembre de 2020 hasta enero de 2021, cuando su demanda subió en un 224,5% debido a las aglomeraciones navideñas y a los nuevos casos declarados en territorio español.
En España se ha abierto un debate sobre la obligatoriedad de utilizar mascarillas FFP2 en entornos públicos; sin embargo, el Gobierno todavía no se ha posicionado al respecto. Una medida que ya han adoptado países como Francia, Alemania y Austria, que obligan a utilizar mascarillas FFP2 y quirúrgicas en espacios públicos quedando prohibidas las caseras, las higiénicas y aquellas de tela que no filtren más del 90% de las partículas.
La ‘cronificación’ de la pandemia y de las medidas de contención pueden tener consecuencias nefastas en esta población
Las restricciones del COVID-19, con impacto negativo en diabéticos
“La prolongación de la pandemia y de las restricciones en la atención clínica eficaz agravarán la situación de las personas con diabetes en España”, según destaca el Dr. Antonio Pérez Pérez, presidente de la Sociedad Española de Diabetes (SED), quien considera “urgente e imprescindible garantizar que los pacientes reciban una atención clínica eficiente que contemple las diferentes prestaciones (incluido el despistaje de la enfermedad en las personas de riesgo), la educación y monitorización del control y de las complicaciones (en visitas presenciales y/o remotas) y la adaptación del tratamiento de la diabetes en un contexto de pandemia COVID-19”.
La pandemia de COVID-19 supone un gran desafío para las personas con diabetes; entre otros efectos, ha provocado que muchas de sus rutinas normales se hayan interrumpido bruscamente para respetar las restricciones impuestas. A juicio del presidente de la SED, “el efecto inmediato es que se ha afectado enormemente la capacidad de estas personas para acceder y recibir atención médica, obtener medicamentos y material de control para la diabetes, así como para mantener un estilo de vida saludable”, afirma el Dr. Pérez, que es Director de Unidad del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona).
Tal y como advierte el Dr. Pérez, si bien en la actualidad se desconocen las implicaciones para la salud a largo plazo de la COVID-19 en las personas con diabetes, “los datos disponibles indican que incluso una interrupción a corto plazo en la atención habitual que reciben estas personas puede ser catastrófica, especialmente en pacientes mayores, de áreas desfavorecidas y con menor capacidad para la automonitorización y autoajuste del tratamiento”.