Redacción Farmacosalud.com
Sin lugar a dudas, uno de los grandes regalos para estas fiestas navideñas en España es el inicio de la campaña de vacunación contra el COVID-19, que incluso podría tener lugar antes de la festividad de Reyes. Aunque la Navidad puede ser un buen momento para explicar a los niños la llegada de esta prometedora vacuna, se recomienda ir informándoles de manera realista y pausada, y no agobiarlos con excesos de información. “Como durante toda la etapa que hemos vivido con este tema, a los niños y niñas hay que ir dándoles información dosificada, funcional, sin saturarlos para evitar confundirlos demasiado, alternando las malas noticias -si las hay- con las buenas y esperanzadoras, como es la vacuna. Pero hay que hacerlo intentando ser realistas, por lo que habrá que seguir manteniendo las medidas que nos protegen. Con todo, las vacunas ayudan a que las personas más vulnerables estén más protegidas y eso es bueno... es un paso más en el que podemos avanzar”, explica a www.farmacosalud.com Marta Rivas, psicóloga y coordinadora del área de Psicología de la Unidad de Salud Mental del Grupo IHP (Sevilla).
Claro que, por muchos beneficios que pueda aportar el nuevo preparado vacunal, muchos ‘peques’ de la casa quizás no entenderán que ya se esté aplicando -o se esté a punto de aplicar- este tipo de protección y ellos sigan sin poder visitar a su abuelo/a ingresado/a en una residencia de ancianos, que es una de las medidas de prevención previstas para evitar posibles contagios por coronavirus.
A este respecto, Rivas opta por decir la verdad a los niños, sin que ello implique renunciar a lanzarles un mensaje esperanzador: “A los niños y niñas siempre hay que decirles la verdad, adaptando las palabras a cada edad y momento del desarrollo… así se sentirán seguros porque tendrán confianza en que las decisiones de papá y mamá será lo más adecuado. Hay que explicarles también que, aunque ahora no se pueda, más adelante podremos estar juntos. También habría que darles alternativas, si están en nuestra mano, para comunicarse con ese familiar con el fin de que lo sientan cerca”.
Aumento de problemas psicológicos infantiles tras el confinamiento
A todo esto, los especialistas en Psicología de Grupo IHP han alertado sobre el aumento de los problemas psicológicos que el confinamiento y la situación de pandemia generada por el COVID-19 están ocasionando en la población pediátrica. Según Rivas, la ansiedad, la irritabilidad, las rabietas desproporcionadas y las alteraciones del sueño son los principales síntomas que se han incrementado. Por si esto fuera poco, la población con necesidades especiales se ha visto especialmente afectada debido a la interrupción de rutinas y terapias.
Para Rivas, las restricciones decretadas para reuniones familiares, desplazamientos, etc. previstas para las fiestas navideñas pueden agravar estos síntomas en algunos niños: “Depende de cada caso. Lo importante es contar con algunas herramientas que nos ayuden a gestionar las situaciones, como por ejemplo ajustando las expectativas de los más pequeños y adelantándoles cómo tenemos planteadas las vacaciones para que puedan anticiparse. En todo este tiempo han ido adaptándose con gran capacidad a los cambios, tanto en lo social como en lo familiar, en los colegios… en esta ocasión, también será necesario acompañarlos validando su malestar -si lo tienen-, y eso se puede hacer estando disponibles emocionalmente para facilitarles la adaptación a estas navidades diferentes, y atendiendo a todo aquello que les pueda preocupar especialmente, como que vengan los Reyes Magos o el hecho de no poder ver a alguien”.
Uso excesivo de pantallas, como teléfonos móviles y tablets
Este incremento de los problemas psicológicos infantiles también se recoge en un reciente estudio elaborado por la Universidad Miguel Hernández y la Università degli Studi de Perugia (Italia), según el cual casi el 89% de los padres en España constató cambios en el estado emocional y el comportamiento de sus hijos durante la cuarentena. Asimismo, tal y como detalla la psicóloga del Grupo IHP, se ha detectado también un uso excesivo de pantallas, como teléfonos móviles y tablets, que se vincula a la dependencia y adicción a las tecnologías. Este ‘abuso’ tecnológico afecta a las capacidades y al rendimiento cognitivo de los niños.
Según los expertos, como consecuencia del confinamiento también se ha apreciado un incremento de los conflictos intrafamiliares. “Las familias han estado expuestas a una situación de estrés continuada y aquellas que tenían dificultades previas o contextos más vulnerables han visto mermada su capacidad de regular y calmar la angustia de sus hijos”, apunta Rivas mediante un comunicado. Al mismo tiempo, ha aumentado la demanda de ayuda psicológica, tanto por la irrupción de nuevos pacientes como por la existencia de casos en los que existían grandes factores de riesgo previos a la cuarentena. De acuerdo con los especialistas del Grupo IHP, una detección rápida de los síntomas más relevantes y una terapia adecuada permiten revertir los problemas psicológicos ocasionados por el confinamiento.
La Unidad de Salud Mental del Grupo IHP cuenta con 18 especialistas en Psicología y Psiquiatría que ayudan a niños y adolescentes en su desarrollo mental a través de una atención personalizada y favoreciendo la detección precoz de posibles problemas. Este servicio trata a niños y adolescentes hasta los 18 años que presentan problemas emocionales y comportamentales, y trabaja a nivel tanto familiar como escolar, empleando las últimas técnicas, metodologías y especialidades. La Unidad está constituida por varias subespecialidades, como la neuropediatría, la neuropsicología o la logopedia, entre otras.
Las restricciones navideñas podrían ayudar a evitar conflictos familiares
Mucho se está hablando, debido a las circunstancias y las limitaciones que impone la pandemia, de salvar la Navidad y los tradicionales encuentros familiares navideños. También de la nostalgia y la tristeza que despierta en muchas personas esta Navidad diferente, con menos compromisos, menos encuentros y menos espacio para las concurridas reuniones familiares de Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Reyes. Sin embargo, según los psicólogos de la Asociación Española de Terapia Gestalt (AETG), esta Navidad diferente puede ser beneficiosa y un motivo de alegría para muchas personas que ven en las limitaciones impuestas 'una excusa perfecta' para evitar estas reuniones, que en muchos casos son motivo de estrés y ansiedad.
“Habitualmente los psicólogos vemos un significativo aumento de consultas de emergencia en las fechas navideñas. Sin duda alguna, se supone que son unas fechas entrañables, pero eso en ocasiones sólo se acerca al ideal de festividad que muchas veces está lejos de la realidad, lo cual produce innumerables situaciones de frustración”, explica Irene Poza, psicóloga y vocal de la junta directiva de la AETG.