Redacción Farmacosalud.com
Por primera vez en 10 años un artículo científico ha logrado aunar un consenso nacional respecto a la armonización de la asistencia sanitaria respecto a la mujer diagnosticada de un cáncer durante el embarazo. Dicho consenso ha sido liderado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) con la participación de las sociedades y asociaciones científicas españolas implicadas en el diagnóstico y tratamiento de la mujer embarazada con cáncer, como: la Asociación Española de Cirujanos (AEC), la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), la Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular (SEMNIM), la Sociedad Española de Radioterapia Oncológica (SEOR) y la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM).
Esta guía se ha visto plasmada en la publicación de un artículo cuyo primer autor es el Dr. Antonio Cubillo, director del Centro Integral Oncológico Clara Campal, HM CIOCC Madrid. El artículo ha sido publicado en la revista especializada ‘Clinical And Translational Oncology’ y ha contado con la participación de reputados especialistas y oncólogos de hospitales públicos y privados españoles y el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM).
Entre los procesos oncológicos que afectan a las madres gestantes, el cáncer de mama ocupa el primer lugar por frecuencia y representa un tercio de todos los casos incidentes. Después del cáncer de mama, siguen el tumor de tiroides, de cuello uterino, los linfomas y el melanoma, clasificados de incidencia alta a baja. “En términos generales, el cáncer no afecta al feto, salvo en casos tremendamente excepcionales de melanoma metastásico con gran carga de enfermedad a distancia. En general, con un equipo multidisciplinar bien preparado, individualizando cada caso, y una oncología de alto nivel, es posible tratar el cáncer durante el embarazo sin secuelas para el bebé. Se han publicado múltiples estudios de mujeres diagnosticadas y tratadas de su cáncer durante el embarazo cuyos hijos nacieron posteriormente sin secuelas”, señala Cubillo.
La mayoría de procedimientos diagnósticos se pueden realizar en gestantes sin poner en peligro al feto, como la ecografía, la mamografía con radioprotección y la resonancia magnética sin contraste a partir de la semana 12 de gestación. Hay que tener en cuenta que lo mejor para la paciente es realizar un diagnóstico adecuado y a tiempo, siguiendo a la vez el principio de asumir el proceso diagnóstico: el mínimo riesgo que sea razonablemente posible. En cuanto a las diversas técnicas de medicina nuclear, como la biopsia de ganglio centinela, se establecen recomendaciones concretas sobre su realización o no en función del tipo de cáncer y la edad gestacional. En general, se establece que la gammagrafía ósea y la tomografía por emisión de positrones (PET) están contraindicadas durante el embarazo. También se hace una evaluación precisa de las múltiples técnicas de diagnóstico por imagen según la edad gestacional, dando recomendaciones útiles para cada una de las técnicas de tomografía axial computerizada (TAC), resonancia magnética (RM), ecografía y otras.
Radioterapia y quimioterapia
El documento también resume las recomendaciones actuales para la administración de radioterapia en el embarazo. Aunque en general se recomienda retrasar, si es posible, la radioterapia hasta después del parto, ésta puede usarse si la localización del tumor es extrapélvica y la dosis planificada se considera de muy bajo riesgo para el feto.
Determinados tipos de quimioterapia se puede administrar a partir de la semana 14 de gestación (segundo trimestre de embarazo) sin riesgo ni para el feto ni para la madre, con las precauciones de tratamiento de soporte adecuadas. En pacientes con cáncer de mama, el tratamiento con doxorrubicina debe ser la primera opción y paclitaxel la segunda. Sin embargo, en el primer trimestre de embarazo, los tratamientos sistémicos en general como quimioterapia, hormonoterapia, terapias dirigidas e inmunoterapia están contraindicados porque conllevan riesgo de malformaciones y aborto, y no existen datos de seguridad disponibles durante este período.
Cirugía
Las intervenciones quirúrgicas durante el embarazo es otro de los aspectos que aborda este artículo científico, que consensua que los procedimientos anestésicos estandarizados para las mismas se consideran seguros durante el embarazo. En el documento se apunta que, 'según la localización del tumor y la edad gestacional, existen indicaciones y procedimientos quirúrgicos adecuados durante el embarazo. A su vez, es importante ajustar los tiempos de anestesia así como llevar a cabo un control exhaustivo del dolor postoperatorio, para que no se produzcan contracciones que podrían precipitar el parto'.
El artículo científico también expone que la cirugía abdominal se considera más segura en el segundo trimestre, en el que el riesgo de aborto es bajo y el tamaño del útero permite procedimientos quirúrgicos. También hace recomendaciones sobre el abordaje técnico, como en el caso de la laparoscopia y el manejo del postoperatorio inmediato.
Cáncer de vejiga CUIM y atezolizumab
Por otro lado, Roche ha presentado un análisis exploratorio del estudio fase III IMvigor010 que evalúa Tecentriq® (atezolizumab) en comparación con la observación, como terapia adyuvante (después de la cirugía) en monoterapia para personas con cáncer urotelial con invasión muscular (CUIM) en el Congreso Virtual de Inmuno-Oncología de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO IO, por sus siglas en inglés), celebrado recientemente. Los datos del IMvigor010 muestran que en las personas con ADN circulante tumoral (ADNct) se observó un beneficio en la supervivencia libre de enfermedad (SLE) en los que recibieron Tecentriq en comparación con la observación (media de 5,9 meses frente a una media de 4,4 meses, hazard ratio [HR]=0.58; 95% IC: 0.43–0.79).
La supervivencia global (SG) en un análisis intermedio también favoreció el tratamiento con Tecentriq en la población con ADNct positivo, con una media de 25,8 meses con Tecentriq, en comparación con 15,8 meses en observación (HR=0,59; IC del 95%: 0,41-0,86). Aunque estos análisis preespecificados son exploratorios y no pudieron ser testados oficialmente según el plan estadístico del estudio IMvigor010, los datos amplían la comprensión de la enfermedad y servirán de base para un nuevo estudio fase III en personas con cáncer de vejiga con invasión muscular y ADNct positivo.