Redacción Farmacosalud.com
Según la doctora Chus Cornellana, ginecóloga y directora de Proyectos de Ginex en la Clínica Corachán de Barcelona, “se consulta poco en caso de disfunción sexual y lo cierto es que los profesionales sanitarios tampoco preguntan ni facilitan demasiado la consulta, a veces por su escasa formación en la materia”. “En lo que concierne a la mujer menopáusica española, a mayor nivel de estudios más facilidad para alcanzar el orgasmo y para iniciar un encuentro sexual, pero es menor la satisfacción sexual”, asegura la doctora. Cornellana advierte, además, que problemas como la sequedad vaginal, la anorgasmia y la disminución del deseo sexual “también se dan en mujeres jóvenes, pero en menor frecuencia”.
-Usted ha sido la directora científica del ‘I Congreso de Salud, Bienestar y Empresa para la Mujer Directiva y Empresaria’, celebrado recientemente en ESADECREAPOLIS, en Sant Cugat del Vallès (Barcelona). ¿Qué conclusiones saca en relación a dicho evento?
Por la gran acogida que ha tenido por parte de las mujeres directivas y empresarias queda claro que la salud es un tema interesante para ellas y poco tratado en ámbitos empresariales. A la vez, para dirigir es fundamental disfrutar de una vida saludable tanto física como mental y emocional.
-¿Qué patologías más frecuentes afectan a las mujeres directivas y empresarias en el ejercicio de su trabajo?
Con toda seguridad, lo más frecuente es el estrés laboral. El nivel de competitividad de ese perfil de mujeres es muy alto, se exige que estén al cien por cien en todos los aspectos, tanto en formación como aspecto físico, dedicación... La conciliación laboral todavía es complicada para ellas, y la maternidad cada vez se aplaza más, tienen mayor edad cuando se deciden y en muchos casos deben acudir a técnicas de reproducción asistida, con el estrés que ello supone.
-¿Qué diferencias presentan esos trastornos con respecto a los sufridos por los hombres directivos y empresarios, lógicamente también en el ejercicio de su trabajo?
Es un tema interesante pero que no se trató en el Congreso, aunque hay demandas al respecto. Tal vez lo que les diferencia más sea que el reloj biológico a esa edad no corre en demasía para los hombres directivos... la paternidad puede esperar.
-Una de las ponencias del Congreso ha sido la que usted ha ofrecido bajo el título ‘Salud sexual. Perfil de sexualidad de la mujer española’. ¿Qué destacaría de esa sesión?
La sexualidad es un aspecto importante de la vida, está en el contexto de la salud. Se consulta poco en caso de disfunción sexual y lo cierto es que los profesionales sanitarios tampoco preguntan ni facilitan demasiado la consulta, a veces por su escasa formación en la materia. Los motivos de consulta más frecuentes son disminución del deseo sexual y dolor con la relación sexual, siendo mayor en la mujer menopáusica, y anorgasmia. En cuanto al perfil de sexualidad de la mujer menopáusica española, según el estudio MUMENESP se observa que una tercera parte de mujeres tienen alguna dificultad para alcanzar el orgasmo, más de la mitad de la población está satisfecha con su vida sexual y en un 62% de casos nunca es ella la que inicia el encuentro sexual con su pareja. También en lo que concierne a la mujer menopáusica española, a mayor nivel de estudios más facilidad para alcanzar el orgasmo y para iniciar un encuentro sexual, pero es menor la satisfacción sexual.
-La sexualidad masculina no es tan compleja como la femenina. ¿Eso es una ventaja o un inconveniente para la mujer?
La sexualidad tanto en el hombre como en la mujer es multifactorial, de ahí la complejidad de esta dimensión humana. Intervienen emociones, influencias socio-culturales, la historia personal con sus vivencias, mitos y creencias. Depende de la relación interpersonal con la pareja y está sujeta a la fisiología, por lo que las hormonas juegan un papel importante… y éstas en la mujer varían en función del ciclo menstrual y con la edad, de ahí una mayor complejidad en la mujer.
-Los trastornos sexuales de la mujer postmenopáusica más frecuentes son anorgasmia (ausencia o insuficiencia de orgasmo), deseo sexual hipoactivo o ausencia de libido, ausencia de lubricación vaginal y dispareunia o dolor vaginal durante el coito. ¿Las mujeres jóvenes de hoy en día también sufren esas patologías?
Los trastornos sexuales pueden manifestarse a cualquier edad, si bien es cierto que en la menopausia hay una mayor sequedad vaginal, lo que puede aumentar el dolor con el coito; aunque, evidentemente, eso se soluciona con relativa facilidad aplicando hidratantes, lubricantes o estrógenos locales vaginales. En la mujer joven también puede presentarse este trastorno; en muchos casos la sequedad es por algún tipo de anovulatorios, y muchas veces por un inadecuado periodo de excitación. La anorgasmia y la disminución del deseo sexual también se da en jóvenes, pero en menor frecuencia. Tanto las jóvenes como las menos jóvenes deben consultar al profesional siempre que el trastorno se prolongue en el tiempo y provoque malestar personal o de pareja.