Redacción Farmacosalud.com
El Hospital La Paz (Madrid) ha realizado por primera vez en el mundo un trasplante multivisceral en combinación con un trasplante de progenitores hematopoyéticos, este último aplicado para inducir a tolerancia con respecto a los órganos transferidos. El paciente, un niño de 15 años afecto de displasia epitelial intestinal, ha recibido un injerto de 7 órganos + el de médula ósea. Según el Dr. Francisco Hernández Oliveros, cirujano pediátrico del Hospital La Paz e investigador principal de la nueva técnica combinada, la intención es que la medicación inmunosupresora, indicada en trasplantes para evitar el rechazo del injerto, sea reducida e incluso eliminada por completo: “La estrategia es que el trasplante de progenitores actúe de forma complementaria a la inmunosupresión habitual. En este momento estamos aún lejos de poder renunciar a los fármacos inmunosupresores habituales; lo que pretendemos conseguir es mejorar los resultados obtenidos y reducir las dosis necesarias de los mismos. A largo plazo el objetivo sería eliminarlos por completo tras un tiempo de administración, es decir, conseguir la tolerancia del órgano trasplantado”.
“Este aspecto es muy importante por los efectos secundarios de estos fármacos, y por la carga que supone para el paciente y su familia la administración de los mismos. En la reducción de los inmunosupresores, y su eventual eliminación a largo plazo, pensamos que puede ser crucial el papel inmunomodulador del trasplante de progenitores, o de otros tipos de terapia celular que también estamos ensayando a nivel experimental”, explica el cirujano pediátrico en declaraciones a www.farmacosalud.com.
Dos trasplantes previos con fracaso por rechazo de órganos
El niño intervenido, Yassine, había recibido dos trasplantes anteriormente, uno de intestino y otro multivisceral, pero ambos terminaron con rechazo de los órganos. Por este motivo, y tras años de tratamientos complementarios, el pasado mes de julio se sometía a su tercer injerto y última oportunidad. Ahora, Yassine ya ha recibido el alta tras someterse al innovador procedimiento, que ha permitido reducir la posibilidad de que su cuerpo rechace los nuevos órganos. "Esta innovación consistió en que, además del injerto del trasplante multivisceral, recibió las células del donante que pensábamos que iban a favorecer que el órgano se tolerara mejor, que iban a evitar el rechazo, que es el mayor problema que tenía", precisa el Dr. Hernández Oliveros a través de un comunicado de la Asociación NUPA. Así, como ya se ha apuntado, el trasplante multivisceral se combinó con uno de progenitores hematopoyéticos, que es un injerto de médula ósea por el que se incorporan precursores hemapoyéticos nuevos y sanos del mismo donante, en un intento de inducir tolerancia a todos los órganos trasplantados y disminuir así el riesgo de incompatibilidad en el tramo final del proceso.
Yassine afronta una enfermedad congénita y hereditaria que impide que su intestino absorba nutrientes por un problema en la mucosa. En su caso concreto se trata de displasia epitelial intestinal. Cientos de niños en España viven una situación similar: debido a un fallo intestinal no pueden comer ni beber de forma natural y necesitan ser alimentados mediante nutrición parenteral, lo que supone tener que conectarse a una máquina por vía intravenosa entre 16 y 24 horas al día. En muchos casos esto no es suficiente y necesitan recibir un trasplante de hasta 8 órganos vitales, la operación quirúrgica más agresiva que existe y que tan sólo se practica en el Hospital La Paz.
El multivisceral es un tipo de trasplante de intestino que incluye estómago, duodeno, páncreas, hígado, intestino delgado e intestino grueso. El trasplante hepatointestinal incluye todo lo anterior excepto el estómago. En Yassine, además de la transferencia multivisceral, se incluyó un riñón porque los suyos se habían dañado con las complicaciones de los trasplantes previos, así que podría decirse que recibió siete órganos. “La inclusión de progenitores hematopoyéticos lo convierte en trasplante combinado. No es ni mucho menos el primer caso de trasplante multivisceral… sólo en nuestro centro se han hecho decenas de ellos; ni de trasplante de progenitores, pero es la primera vez que se realizan ambos de forma combinada con la intención de evitar el rechazo”, argumenta Hernández Oliveros.
El intestino trasplantado absorbe los nutrientes como un intestino normal
“Todos los pacientes trasplantados que tenemos en seguimiento han podido recibir su alimentación oral con el tiempo, ya que el intestino injertado absorbe los nutrientes como un intestino normal. El problema que hemos observado en muchos casos es que los niños que no reciben alimentación por boca durante periodos prolongados, como les ocurre a los candidatos a trasplante cuando están en lista de espera, desarrollan aversión por los alimentos. Es decir, que después del injerto no quieren comer por boca, no les resulta atractiva la comida. Aquí resulta fundamental la labor del equipo de psicólogas y voluntarias de NUPA, que han conseguido grandes progresos trabajando con estos niños”, señala.
Yassine tiene 15 años pero ya ha pasado por muchas intervenciones quirúrgicas. Su último cumpleaños en el mes de julio lo pasó entre las paredes del Hospital La Paz, donde la asociación NUPA celebró su cumpleaños con una NUPAilusión muy especial en el que su familia y personal médico soplaron velas y cantaron un cumpleaños feliz muy sonoro. La familia de Yassine celebra su alta hospitalaria con muchas ganas de volver a casa. Han pasado 10 meses viviendo en la residencia de acogida para familias de NUPA, donde se ofrece ayuda integral a los niños, adultos y allegados involucrados en cuadros de fallo intestinal, nutrición parenteral y trasplante múltiple, convirtiendo estas situaciones tan complicadas a las que se enfrentan de forma habitual en algo más llevadero. "Siempre vengo aquí al piso de NUPA y cocino para mi hijo", cuenta Salija, madre de Yassine.
Por su parte, la Dra. Esther Ramos Boluda, jefa de la Unidad de Rehabilitación y Trasplante Intestinal del Hospital la Paz, recuerda que tras este éxito hay un donante y su familia, que en los peores momentos de su vida decidieron ser generosos y regalar una segunda oportunidad a otros niños como Yassine, quien tras lidiar una dura batalla finalmente puede irse a casa.
La realización del novedoso procedimiento quirúrgico ha sido posible gracias a años de investigación llevada a cabo en el Instituto de Investigación de dicho centro hospitalario (IdiPAZ), donde la propia asociación NUPA destina fondos para investigar el rechazo de órganos, uno de los principales problemas de los trasplantes. "El Hospital La Paz tiene en su ADN, tiene como marca, el trasplante pediátrico", declara el Dr. Antonio Pérez Martínez, jefe de Servicio de Hemato-Oncología Pediátrica. Y es que este centro es el único en España acreditado para la realización de todos los tipos de trasplante pediátrico y el único a nivel nacional para la realización de injerto intestinal y multivisceral infantil.
La IA ayudará a detectar si un hígado es útil para trasplantar
Por otro lado, investigadores del Vall d’Hebron Barcelona Hospital Campus y la Universidad Pompeu Fabra (UPF) han desarrollado un algoritmo de Inteligencia Artificial (IA) que permite conocer los niveles de grasa del hígado. La nueva tecnología, basada en fotografías del órgano hechas con un teléfono móvil, ayudará a conocer de forma más eficiente si un hígado es apto para trasplante. Cada año se realizan más de 1.000 injertos hepáticos en España. Este dato hace del hígado el segundo órgano en el ranking de trasplantes, solo por detrás de los de riñón. Aun así, en muchas ocasiones, los hígados candidatos se tienen que descartar porque no son aptos para el injerto. Una de las causas es la esteatosis o acumulación de grasa en este órgano. En estas ocasiones, el frío que es necesario para la conservación del hígado provoca que la grasa forme pequeños cristales que rompen las células, lo que puede ocasionar que el órgamo hepático quede muy dañado y, por lo tanto, el trasplante no tenga éxito.
Es clave, por lo tanto, analizar los niveles de grasa hepática para poder tomar una decisión sobre si se puede realizar el injerto o no. Sin embargo, esta valoración se acostumbra a realizar a simple vista por parte del cirujano, sólo observando la tonalidad del color amarillo, característico de la grasa. En este contexto, investigadores del área de Enfermedades Digestivas y Hepáticas del VHIR, el Servicio de Cirugía Hepatobiolopancreática y Trasplantes del Hospital Universitario Vall d’Hebron y de la Unidad de investigación BCN MedTech y del Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la UPF, han desarrollado Livercolor, una herramienta que permite valorar objetivamente el grado de esteatosis a partir de fotografías del hígado.
La idea de los creadores de Livercolor es fotografiar con el móvil el órgano candidato para el trasplante y pasar después la fotografía obtenida por un algoritmo de IA basado en características del color y la textura. Entonces, lo que hace la nueva herramienta es, ateniéndose a los niveles de grasa detectados, informar sobre la validez del hígado, es decir, si es válido o no para el injerto.