Redacción Farmacosalud.com
“Hay distintos tipos de test, pero creo que los test rápidos de antígenos e, incluso, los test serológicos, podrían hacerse perfectamente en las farmacias y, de este modo, permitir que el sistema sanitario tuviera otro punto de apoyo para evitar la saturación de los centros de salud y hospitales, así como el retraso de las pruebas diagnósticas”. Con estas palabras, Sonia Saenz de Buruaga, presidenta del Comité Organizador del IX Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC), y presidenta de SEFAC Euskadi, reclama que las nuevas pruebas diagnósticas de COVID-19 puedan realizarse en establecimientos farmacéuticos, y no únicamente en centros médicos y hospitalarios.
La reunión de SEFAC se celebra este año entre el 19 y el 22 de octubre. En su programa está prevista la celebración de una mesa redonda titulada ‘Pandemias & COVID-19: ¿Qué hemos aprendido y qué nos queda por saber?’ A este respecto, Saenz de Buruaga da un tirón de orejas a la clase política: “Hemos aprendido que no se puede salir airoso haciendo lo que hemos hecho hasta ahora. Y me refiero fundamentalmente a la ausencia de coordinación y entendimiento por parte de los responsables y gestores políticos de la crisis. Los profesionales y la población general, a pesar de algunos relajamientos puntuales, creo que estamos cumpliendo sobradamente con nuestras responsabilidades y en la medida de nuestras posibilidades, pero sigue habiendo demasiada desunión entre las distintas Administraciones”.
El coronavirus ha impuesto una edición virtual y no presencial del Congreso de los farmacéuticos comunitarios, pero ello no ha restado ni mucho menos interés al encuentro. Como botón de muestra, la presidenta del Comité Organizador destaca que “hemos vuelto a superar el número de comunicaciones recibidas, con más de 500”.
-El IX Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios de SEFAC es el único congreso científico para farmacéuticos comunitarios que se celebra en 2020 en España. Aunque la sede del encuentro está radicada oficialmente en Bilbao, cabe decir que la reunión tendrá lugar de forma virtual. ¿Qué expectativas hay con respecto a ese formato no presencial, derivado de la pandemia de coronavirus?
Tenemos mucha ilusión. Sabemos que estamos viviendo una situación difícil y ha sido todo un reto transformar un congreso de las dimensiones del Congreso de SEFAC, que en su edición de 2018 reunió a 1.500 profesionales, en un congreso virtual. Sin embargo, el esfuerzo se está viendo recompensado y seguimos manteniendo la esencia de Bilbao 2020, con distintos guiños a la ciudad. Además, hemos confeccionado un programa científico de gran calidad -con ponentes prestigiosos, no sólo del ámbito de la farmacia comunitaria-, de actualidad, en el que tocaremos también lo que está aconteciendo con la pandemia, y, además, hemos mantenido el apoyo de la mayoría de las entidades patrocinadoras y colaboradoras. Por si fuera poco, hemos vuelto a superar el número de comunicaciones recibidas, con más de 500. Por todo ello, estamos convencidos de que el Congreso será un éxito también de participación.
-Entre las 70 sesiones que tendrá el programa científico, se abordará -algo inevitable por razones obvias- el papel de los farmacéuticos comunitarios en la crisis derivada del COVID-19. ¿En lo concerniente a la pandemia, las farmacias se han convertido en algo más que en meras dispensadoras de mascarillas quirúrgicas?
Por supuesto. Aunque en las fases tempranas de la pandemia la farmacia comunitaria no tuvo la consideración y el reconocimiento que se debía por parte de las autoridades sanitarias, si no hubiera sido por la labor sanitaria de los 50.000 profesionales farmacéuticos y el personal de las farmacias, la crisis hubiera sido mucho mayor.
Las farmacias ya lo eran, pero ahora con más motivo, se han convertido en un punto sanitario imprescindible ante el colapso en la atención por parte de los centros de salud. Los farmacéuticos hemos resuelto y atendido todo tipo de consultas, hemos proporcionado atención farmacéutica domiciliaria a los pacientes crónicos y más vulnerables que no podían romper el confinamiento, y hemos estado a disposición de la población de forma continuada a pesar de las dificultades y la ausencia de una estrategia coordinada en materia farmacéutica por parte del Ministerio y las comunidades autónomas. En definitiva, hemos sido y seguimos siendo el primer y último eslabón de la cadena del sistema sanitario.
-Hay prevista una mesa redonda titulada ‘Pandemias & COVID-19: ¿Qué hemos aprendido y qué nos queda por saber?’ ¿Hemos acumulado mucha información sobre el coronavirus, pero no hemos aprendido nada? ¿O al menos hemos aprendido algo, o incluso hemos aprendido mucho?
Creo que hemos aprendido que no se puede salir airoso haciendo lo que hemos hecho hasta ahora. Y me refiero fundamentalmente a la ausencia de coordinación y entendimiento por parte de los responsables y gestores políticos de la crisis. Los profesionales y la población general, a pesar de algunos relajamientos puntuales, creo que estamos cumpliendo sobradamente con nuestras responsabilidades y en la medida de nuestras posibilidades, pero sigue habiendo demasiada desunión entre las distintas Administraciones a la hora de llegar a buen puerto. Además, falta inversión en sanidad e investigación, no ahora, sino desde hace años, aunque ahora se ven de forma más palpable las consecuencias. Y, por si esto fuera poco, se ha hecho oídos sordos en demasía a los ofrecimientos que desde las distintas organizaciones farmacéuticas se han hecho de forma reiterada para que se aprovechase mejor el potencial de la red de farmacias que, no lo olvidemos, es la red de establecimientos sanitarios más extensa del país. Pese a todo, aún estamos a tiempo de enderezar el rumbo y evitar que el otoño y el invierno se conviertan en una nueva pesadilla.
-Hasta la fecha, los test rápidos de coronavirus son de administración y distribución médico-hospitalaria. ¿A su juicio, deberían ser accesibles en farmacias comunitarias (farmacias ‘de calle’), ni que fuera con receta médica?
Hay distintos tipos de test, pero creo que los test rápidos de antígenos e, incluso, los test serológicos, podrían hacerse perfectamente en las farmacias y, de este modo, permitir que el sistema sanitario tuviera otro punto de apoyo para evitar la saturación de los centros de salud y hospitales, así como el retraso de las pruebas diagnósticas. Los farmacéuticos comunitarios tenemos preparación para ello, ya lo hemos hecho con test similares como pueden ser los de VIH. SEFAC tiene planes de formación al respecto y lo hemos comentado varias veces. Solo hace falta voluntad política y un plan de coordinación con las autoridades sanitarias para que los resultados de esas pruebas puedan ser conocidos por Salud y actuar en consecuencia. Además, cada día que pasa aparecen nuevas pruebas con más sensibilidad, y, si se ha sido capaz de hacer pruebas a la población en carpas en la calle, ¿cómo no va a ser posible hacerlas en establecimientos sanitarios como las farmacias, con profesionales cualificados?
-El debate profesional de esta edición del Congreso SEFAC estará centrado en el valor de la indicación farmacéutica en la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS), un asunto que ha cobrado especial relevancia durante la pandemia…
Sin duda. Las farmacias hemos redoblado nuestra actividad en la atención a todo tipo de consultas, especialmente de síntomas menores y ciertos problemas de salud, que en otras circunstancias muchos pacientes habrían buscado resolver en los centros de salud y que ahora no se han planteado. Estudios como INDICA+PRO señalan que hasta el 70% de las consultas sobre síntomas menores podrían resolverse en la farmacia. Por lo tanto, creo que en ese campo se ha hecho y se hace una gran labor, no sólo desde el punto de vista sanitario, sino también desde el punto de vista económico, al propiciarse un ahorro para el Sistema (evitando la saturación de los centros de salud, reduciendo desplazamientos, etc).
-Uno de los temas de la reunión gira en torno a la visión que sobre la farmacia comunitaria tienen los partidos políticos. ¿Los políticos gozan de ‘buena vista’ en ese sentido?
Creo que no conocen el verdadero potencial de la farmacia comunitaria. Se nos sigue considerando a veces un agente extraño sobre el que cargar más medidas burocráticas o de gasto, en lugar de vernos como un profesional clínico que, si se fomentase una mayor coordinación entre profesionales de la salud, podría ayudar a rebajar mucho la presión asistencial y mejorar la sostenibilidad del SNS. Creo que sigue habiendo demasiado recelo hacia la farmacia comunitaria. La gestión de la pandemia es un ejemplo de ello. A veces se consiguen buenas palabras, pero los hechos son distintos.
-¿Qué nos puede ampliar acerca de los sistemas personalizados de dosificación (SPD), presentes en el encuentro de SEFAC?
Los SPD son uno de los servicios asistenciales más destacados que se pueden encontrar hoy en día en las farmacias. En el Congreso habrá varias sesiones donde se expondrán casos clínicos; también se realizará un taller práctico y se presentará un documento de consenso en el que SEFAC ha colaborado con SEMERGEN. Además, habrá la IV edición de los premios Fundación Mylan para la Salud-Fundación SEFAC a la ‘Mejora de la adherencia terapéutica mediante el uso de SPD en las farmacias comunitarias españolas’. No cabe duda de que, hoy por hoy, este servicio puede desempeñar un papel muy importante en la mejora de la adherencia a los tratamientos.
-Se celebrará también una mesa redonda sobre bulos. Suponemos que desmontar, desde la farmacia, falsas creencias sobre salud es el pan nuestro de cada día…
Los bulos son uno de los grandes problemas de la sociedad de la información, especialmente en los últimos años con la proliferación de las redes sociales, los grupos de mensajería, etc. Y en salud hacen mucho daño, porque pueden poner en serio riesgo la vida de las personas. Lo estamos viendo también estos meses con la pandemia, ya que dificultan mucho la aplicación y el seguimiento de las medidas preventivas. Por este motivo, hemos considerado de sumo interés tratar este tema en el Congreso y profundizar en la labor que los farmacéuticos comunitarios podemos llevar a cabo para acabar o paliar la infoxicación en salud. Somos un punto de referencia y somos profesionales que podemos generar confianza y certidumbre… y esto tenemos que aprovecharlo desmintiendo todo aquello que no tenga base científica o no esté contrastado, y ofreciendo información veraz.
-En la cita congresual hay un simposio dedicado al Programa ‘Alivia’, o ayuda al tratamiento del dolor en la farmacia comunitaria.
‘Alivia’ es el último programa de capacitación en un servicio profesional farmacéutico asistencial que ha puesto en marcha SEFAC. En concreto, trata sobre el servicio profesional de ayuda al tratamiento del paciente con dolor en la farmacia comunitaria. Consta de tres fases: una formación online, formación práctica y el registro de casos clínicos. En la farmacia comunitaria estamos habituados a ver pacientes con dolor, por lo que este nuevo servicio es más que oportuno.
-Una de las sesiones abordará el rol del farmacéutico comunitario como agente de salud en la cesación tabáquica. ¿Con la financiación de los fármacos para dejar de fumar -financiación que ya está vigente en España-, estos profesionales sanitarios lo tienen mucho más fácil a la hora de contribuir a que un paciente abandone el hábito tabáquico? Vamos, en palabras coloquiales: ¿‘está chupado’ que dejen de fumar?
El tabaquismo es uno de los problemas de salud pública más graves que existen. Cada año mueren en España 50.000 personas por los efectos del tabaco; por lo tanto, dejar de fumar no es en absoluto fácil. Lo que sí es cierto es que conseguir dejar de fumar con ayuda profesional es mucho más fácil y los farmacéuticos comunitarios estamos en muy buena posición para ser de ayuda a las personas fumadoras. Es por esto que desarrollar un servicio de cesación tabáquica en la farmacia es una gran oportunidad. SEFAC lleva desde hace años desarrollando el programa CESAR para la prestación de este servicio y en el Congreso también se presentarán resultados definitivos del estudio de investigación que se ha hecho para determinar su impacto. Este estudio, en el que han participado mil pacientes, es el mayor realizado hasta la fecha en esta materia en farmacias.