Redacción Farmacosalud.com
Según el presidente de la Sociedad Española de Reumatología, el Dr. José Vicente Moreno Muelas, la artritis reumatoide “afecta al individuo que la padece en todos sus ámbitos: laboral, social y familiar. En el momento del diagnóstico, muchos pacientes hacen una negación de su enfermedad o entran en un proceso de ansiedad o depresión que se suma al sufrimiento físico que padecen por su poliartritis”. Diferentes estudios demuestran como un porcentaje importante de pacientes debe abandonar su trabajo habitual como consecuencia de la enfermedad. En los casos más evolucionados, donde se observan marcadas deformidades articulares, pueden tener también incapacidad para las actividades normales de la vida diaria (lavarse, andar, etc.). Además, algunos pacientes deben abandonar sus actividades preferidas de ocio con objeto de no lesionar más sus articulaciones, han apuntado desde la Sociedad Española de Reumatología.
Moreno Muelas ha realizado estas declaraciones con motivo del VIII Simposio de Artritis Reumatoide celebrado en San Sebastián. Se estima que en España esta enfermedad afecta a más de 200.000 personas y cada año se diagnostican en torno a 20.000 casos nuevos. “Estos datos son muy importantes si tenemos en cuenta que la artritis reumatoide es la más incapacitante de las enfermedades reumáticas”, ha añadido el presidente de la SER. “La incidencia es superior en mujeres que en hombres en una proporción de 3 a 1 -ha continuado-. Además, la artritis reumatoide puede afectar a personas de cualquier edad y sexo, aunque preferentemente se da en mujeres de 30 a 50 años”.
La artritis reumatoide, una enfermedad sistémica
Se trata de una enfermedad crónica que causa la inflamación de las articulaciones y tejidos circundantes y a la que sigue, en ocasiones, un comportamiento extraarticular que daña órganos y sistemas como el pulmón, el corazón y el riñón. Por ello, la artritis reumatoide se considera una enfermedad sistémica. Esta patología cursa con dolor, rigidez, hinchazón y pérdida de la movilidad articular y afecta especialmente a las articulaciones más móviles como las de las manos y los pies, así como muñecas, hombros, codos, caderas y rodillas.
El curso natural de una artritis reumatoide sin un tratamiento correcto es la progresión hacia la destrucción articular irreversible con un deterioro de la capacidad funcional importante. Sin embargo, el pronóstico mejora de forma sustancial con un tratamiento correcto. “Por ello -ha enfatizado el Dr. Moreno Muelas-, es tan importante el diagnóstico precoz de esta enfermedad, como en la mayoría de las patologías reumáticas". En las fases iniciales de la dolencia, el diagnóstico puede ser más difícil, pues no todas las manifestaciones clínicas y alteraciones de laboratorio pueden estar presentes. El diagnóstico es fundamentalmente clínico, es decir, en base a la presencia de una serie de signos y síntomas en las articulaciones en forma de poliartritis (artritis de múltiples articulaciones) de naturaleza simétrica, curso crónico (más de 6 semanas) y con afectación prácticamente constante de articulaciones de manos (muñecas o pequeñas articulaciones de manos como las metacarpofalángicas e interfalángicas proximales).