Redacción Farmacosalud.com
Se dice que el coronavirus causante del COVID-19 tiene dificultades de transmisión o contagio con las altas temperaturas propias del verano. ¿Ahora bien, qué ocurre en los espacios con aire acondicionado? ¿Esas bajas temperaturas y los sistemas de difusión del aire propios de la climatización artificial pueden propagar más fácilmente el nuevo patógeno? Según la Dra. María del Mar Tomás Carmona, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), con un funcionamiento y mantenimiento adecuados de la climatización artificial pueden minimizarse los riesgos de contagio. “Cierto es que se recomiendan las reuniones o estancias en el exterior al presentar mínima posibilidad de transmisión del virus. Sin embargo, en las zonas de interior, para garantizar una reducción de la concentración del virus y por tanto del riesgo de transmisión, debe asegurarse una adecuada ventilación así como una filtración de aire proporcionada por los sistemas de climatización, además del uso obligatorio de mascarilla y la distancia mínima social”.
“Una ventilación adecuada, con un mayor grado de suministro de aire fresco, así como el uso de filtros de partículas de aire correctos junto con un mantenimiento cuidadoso son factores importantes para la disminución de la posibilidad de contagio por coronavirus”, señala la Dra. Tomás, a su vez microbióloga clínica e investigadora del Hospital A Coruña. En resumen, tres son los principales puntos a tener en cuenta en relación a la ventilación de instalaciones interiores:
1) procurar por la calidad del aire en el interior, siendo necesaria la utilización de filtros de aire con alta eficiencia de filtración (filtros ePM1)
2) los filtros HEPA obligatorios en hospitales
3) la ventilación y filtrado del aire en UVIS.
En definitiva, “se debe garantizar una adecuada ventilación con renovación del aire mediante sistemas de ventilación y aire acondicionado, los cuales juegan un papel en la contención de enfermedades infecciosas. Sin embargo, para disminuir el riesgo de transmisión del virus también se recomienda la utilización de mascarillas y una adecuada distancia social en las zonas de interior”, argumenta la especialista.
¿Qué puede ocurrir con la llegada de turistas extranjeros?
Otra de las incertidumbres sobre el comportamiento veraniego del COVID-19 gira en torno a la inminente llegada -que se prevé masiva- de turistas extranjeros. De entrada, cabe decir que en España se han detectado 96 casos importados de coronavirus en el último mes, 24 de los cuales localizados en una sola semana. Se trata de personas con exenciones de movilidad que han llegado procedentes del extranjero. Si no hay un cambio de última hora, a partir del 21 de junio la mayor parte del territorio español podría abrir de par en par sus puertas a los turistas internacionales coincidiendo con el final del estado de alarma.
Así pues, todo parece indicar que la posible irrupción de visitantes infectados pero asintomáticos podría convertirse en una nueva fuente de contagio, que se sumaría a las vías de transmisión de carácter local ya existentes. Debido al alto porcentaje de pacientes infectados por SARS-COV-2 que no muestran síntomas (en torno a un 50%) porque se encuentran en el periodo de incubación de la infección, y debido también a la presencia de asintomáticos que pueden transmitir el virus, “no debe descartarse la posibilidad de que existan fuentes de contagio en cualquier ámbito. Por ello, no debemos relajar las medidas de prevención”, subraya la portavoz de SEIMC.
Para la Dra. Tomás, la llegada de turistas extranjeros debería ir acompañada de la implantación de una serie de medidas de prevención en las fronteras, como por ejemplo la creación de unas fórmulas “de control más estrictas” que se ejecutarían “dependiendo de la situación epidémica del país de origen, según cuestionarios de control epidemiológico", y siempre manteniendo la política de mascarillas obligatorias y distancia social mínima.
Éxito de la dexametasona, pero la hidroxicloroquina no es útil como profilaxis
La dexametasona disminuye en un tercio la mortalidad entre los pacientes más graves de COVID-19, en concreto aquellos que están conectados a la ventilación mecánica, según un estudio que publica la Universidad de Oxford (Gran Bretaña)1. La dexametasona, un fármaco asequible y de fácil acceso, es un glucocorticoide que actúa como antiinflamatorio e inmunosupresor. Peter Horby, Prof. de Enfermedades Infecciosas Emergentes en el Departamento de Medicina de Nuffield, y uno de los principales investigadores del ensayo, dice que “la dexametasona es el primer fármaco que se ha demostrado que mejora la supervivencia en COVID-19”.
Por otro lado, un estudio determina que la hidroxicloroquina no previene la enfermedad COVID-19 cuando se usa como profilaxis posterior a la exposición al coronavirus2. De acuerdo con un ensayo clínico, del total de sujetos que se expusieron a la infección por coronavirus, un 11,8% de los que tomaron hidroxicloroquina desarrolló el COVID-19, por un 14,3% de los que tomaron placebo. La diferencia en el desarrollo de la patología entre los dos grupos es, pues, poco significativa. Así las cosas, la investigación concluye que, tras una exposición de alto riesgo o de riesgo moderado al coronavirus, la hidroxicloroquina no previno la enfermedad compatible con COVID-19 o la infección confirmada cuando se usó como profilaxis posterior a la exposición dentro de los 4 días posteriores a dicha exposición.
La rehabilitación mejora con las técnicas de movilización precoz
Sin dejar el ámbito del coronavirus, cabe destacar que la movilización precoz debe valorarse en todos los pacientes que llevan más de 48 horas con ventilación mecánica o más de 24 horas sin posición decúbito prono y/o relajación neuromuscular, según se recoge en una guía de consenso que han elaborado la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) y la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC). En ella, se plantea la necesidad de aplicar tratamientos de rehabilitación para las secuelas físicas que padece un número importante de pacientes críticos debido a la inmovilización, y con mayor trascendencia en los que aún están hospitalizados debido al COVID-19.
Estas secuelas físicas a medio y corto plazo están englobadas en el síndrome post-UCI y suelen ser principalmente respiratorias y neuromusculares. Se traducen en una importante pérdida muscular y déficits de funcionalidad que impactan de forma negativa en la calidad de vida de los pacientes, así como en la de sus familiares y cuidadores. “Las secuelas de una inmovilidad mantenida pueden ser muy duraderas, incluso después del alta hospitalaria, de ahí que recomendemos la movilidad precoz”, explica la Dra. Mònica Magret, intensivista del Hospital Universitario Joan XXIII (Tarragona).
Fitbit Flow recibe la autorización de uso de emergencia
A todo esto, Fitbit (NYSE: FIT) anuncia que Fitbit Flow, su respirador de emergencia asequible y fácil de utilizar, ha obtenido la autorización de uso de emergencia (EUA) de la FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentación) para ser utilizado durante la crisis de salud pública derivada del COVID-19. Fitbit Flow es un dispositivo automático inspirado en la caja de herramientas MIT E-Vent y basado en las especificaciones de los sistemas de respiración de fabricación rápida.
Fitbit Flow se basa en las bolsas de reanimación estándar, como las utilizadas por los auxiliares médicos, junto con el uso de instrumentos sofisticados, sensores y alarmas que trabajan conjuntamente para soportar compresiones automáticas y monitorización de pacientes. El nuevo respirador ha sido diseñado para ser intuitivo y fácil de usar, lo que puede ayudar a reducir la presión entre el personal especializado.
Aumento de casos de trastorno mental durante el confinamiento
Por último, profesionales de salud mental, farmacéuticos y pacientes han alertado del aumento de casos de trastorno mental que se ha registrado durante el confinamiento por el COVID-19, y de la dificultad que han tenido los enfermos psiquiátricos a la hora de continuar con sus tratamientos. Así se ha expuesto en el webinar ‘Cuéntame tú en tiempos de COVID-19: Situación del paciente con Trastorno Mental Grave en confinamiento y desescalada’, en el que se ha advertido también del riesgo de recaídas por estas afecciones.
Asimismo, en la jornada se ha destacado el importante papel que la farmacia ha jugado en la atención a estos pacientes durante la crisis sanitaria, ya que ha sido el único establecimiento sanitario que ha permanecido abierto todos los días, habiéndose convertido por lo tanto es un punto clave de ayuda, apoyo y consejo para estas personas.
Referencias
1. University of Oxford. Dexamethasone reduces death in hospitalised patients with severe respiratory complications of COVID-19. www.ox.ac.uk. 2020. http://www.ox.ac.uk/news/2020-06-16-dexamethasone-reduces-death-hospitalised-patients-severe-respiratory-complications
2. Boulware DR, Pullen MF, Bangdiwala AS, Katelyn MS, Pastick KS, Lofgren SM, et al. A Randomized Trial of Hydroxychloroquine as Postexposure Prophylaxis for Covid-19. N Engl J Med. 2020. DOI: 10.1056/NEJMoa2016638