Redacción Farmacosalud.com
Desde el inicio de la crisis del coronavirus se recomienda lavar frecuentemente las manos con desinfectante a base de alcohol (solución hidroalcohólica) o bien con agua y jabón como método para evitar la infección por el nuevo patógeno. Es una medida muy eficiente para luchar contra los contagios, pero también es cierto que tanta higiene entraña algunos riesgos para la piel. Según el Dr. Aram Boada, médico adjunto del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol (Badalona, en Barcelona), recurrir con tanta regularidad al uso de esos productos puede llegar a causar problemas dermatológicos, incluso en personas que presentan una epidermis sana (sin afecciones): “Lavarse las manos, tanto con jabón como con desinfectantes a base de alcohol, altera la capa lipídica de la superficie de nuestra piel y favorece el desarrollo de una dermatitis de contacto irritativa”.
“En la situación actual no podemos dejar de recomendar encarecidamente el lavado de manos. Sin duda, esta es la medida más eficaz para disminuir la pandemia. Sin embargo, sí que podemos recomendar que se intente compensar este lavado de manos con el uso de emolientes. El uso de cremas hidratantes serviría para intentar preservar la hidratación de la piel y prevenir el desarrollo del eccema/dermatitis irritativa”, explica el Dr. Boada.
El uso de emolientes, especialmente indicado para sujetos con piel seca o atópica
Cabe recordar que los emolientes, si bien sirven para hidratar igual que las cremas hidratantes, se diferencian de éstas por el hecho de que contienen unos activos específicos que aportan una hidratación extra y, además, ejercen una acción calmante.
En personas con piel seca, atópica o irritable, el uso tan habitual de desinfectante a base de alcohol o la aplicación tan frecuente de agua y jabón comportará que la aparición de la dermatitis de contacto irritativa se produzca “de una forma mucho más precoz. Es decir, serán personas con una mayor predisposición al desarrollo de estos tipos de problemas”, advierte el dermatólogo. El uso de emolientes en estos pacientes “ha de ser mucho más intensivo que en las personas sin estas dermatosis”, añade Boada.
Teleconsulta farmacéutica: ayuda contra el coronavirus
La teleconsulta farmacéutica puede ser una herramienta muy útil para informar sobre el COVID-19 y, por añadidura, sobre todo aquello que esté relacionado con la pandemia, como puede ser el lavado de manos repetitivo con intención profiláctica. Así, la Federación de Empresarios Farmacéuticos de Castilla-La Mancha (FEFCAM) ha puesto en marcha, en colaboración con la compañía de software CompuGroup Medical, un programa piloto de teleconsulta farmacéutica. Se trata de un servicio dirigido a todos los pacientes mediante el que se podrá solicitar información sobre prevención del COVID-19, disipar dudas sobre la medicación o resolver problemas burocráticos, entre otros asuntos. Todo ello se podrá hacer sin tener que desplazarse de casa, a través de sesiones de vídeo gratuitas y seguras.
Mediante este programa, el farmacéutico llamará al paciente con cita programada y resolverá todas sus dudas, como si se tratara de una consulta presencial en la oficina de farmacia. En el contexto actual, ahorrar desplazamientos físicos es particularmente importante para evitar nuevos contagios por coronavirus entre población que puede llegar a ser, en muchos casos, de riesgo. Sin embargo, el objetivo de FEFCAM no es solo facilitar una herramienta muy útil durante la pandemia, sino lograr que la teleconsulta se convierta en un recurso a largo plazo para el bienestar y la salud del paciente, con una implantación cada vez más general.