Redacción Farmacosalud.com
El Grupo de Trabajo de Sedación, Analgesia y Delirium de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) ha publicado los 'Protocolos de analgosedación en pacientes con infección por COVID-19 en caso de desabastecimiento'.
Como han explicado los intensivistas en el propio documento, "debido a la pandemia de COVID-19, estamos sufriendo un desabastecimiento a nivel nacional e internacional que nos obliga a considerar otras pautas de sedación no tan habituales en función de la disposición de fármacos que vayamos teniendo en cada hospital. Las pautas descritas no siempre son las más deseables, pero están realizadas pensando en la disponibilidad de fármacos que se tenga en cada hospital, y deben individualizarse".
Además de la intubación orotraqueal, los especialistas desgranan diferentes estrategias de analgosedación y relajación, que incluyen el uso de diferentes medicamentos y la sedación inhalatoria, si hay disponibilidad (en este caso, los Drs. advierten que hay que tomar precauciones con los filtros empleados, y además recuerdan que se requiere experiencia en su colocación). El texto se acompaña de varios anexos, que incluyen interacciones entre fármacos, las dosis y otros aspectos a considerar.
Desde SEMICYUC, además, se ha redactado una guía con las ‘Recomendaciones de hacer y no hacer en el tratamiento de los pacientes críticos ante la pandemia de COVID-19’. El documento va desgranando, área por área, las principales recomendaciones a llevar a cabo o a eludir en el tratamiento y atención a los pacientes, así como da pautas relacionadas con la medicación, la sedación o el transporte, entre otros aspectos.
Y la compañía biofarmacéutica MSD se ha sumado al proyecto Internacional de Investigación para la humanización de los Cuidados Intensivos (Proyecto HU-CI) con el fin de facilitar la ayuda psicológica en estas unidades durante la pandemia de COVID-19. En concreto, ha firmado un acuerdo para garantizar la atención psicológica en doce Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
En la situación actual, la atención emocional se ha hecho aún más necesaria y sus impulsores intentan llevar ayuda psicológica tanto al personal sanitario de las UCI como a los pacientes y a sus familiares. El Plan de Contingencia de las sociedades de medicina y enfermería intensiva recomienda que los enfermos con coronavirus permanezcan “aislados y con restricción absoluta de acompañamiento/visitas”. Esta situación de aislamiento genera importantes sentimientos de soledad e impotencia tanto en el propio paciente como en la familia. Dichas sociedades también prevén “la sobrecarga de trabajo y el estrés emocional que puede suponer el tratamiento de pacientes con posibilidad de transmitir enfermedades al propio personal (y éstos a su vez a sus familiares)” y determinan la necesidad de “soporte psicológico del personal sanitario y la población atendida”, especialmente en las fases de colapso en las unidades de críticos.
En este contexto, la intervención durará dos meses en cada UCI, para garantizar el soporte en las semanas más difíciles de la pandemia. El proyecto incluye los siguientes servicios:
• Incorporación de un psicólogo experto en crisis, en 12 Unidades de Cuidados Intensivos.
• Asistencia psicológica del profesional, de lunes a viernes, para pacientes, familiares y profesionales sanitarios en primera línea.
• Asistencia presencial para los familiares, pacientes y profesionales que no puedan hacer uso de medios telemáticos, un día a la semana.
El ARN viral, detectable hasta 1 mes en las heces
Por otro lado, la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología clínica (SEIMC) ha difundido un documento en el que se aportan una serie de recomendaciones a tener en cuenta a la hora de dar de alta a personal sanitario que, tras contagiarse, ha superado el coronavirus.
Se ha descrito que el ARN viral se puede detectar durante períodos de tiempo que pueden superar los 15 días en muestras respiratorias y hasta 1 mes en las heces de pacientes con COVID-19, lo que hace plantearse si realmente la estrategia de dos PCR negativas con un intervalo de más de 24 horas en pacientes (personal sanitario) que ya no presenta sintomatología para darles de alta es la adecuada. Entre los criterios que considera el CDC para dar de alta un paciente con COVID-19 están aquellos que no se basan en la realización de pruebas para la detección del virus y, entre ellos, destaca no dar de alta al paciente hasta que hayan transcurrido al menos 3 días (72 horas) desde la recuperación definida.
SEIMC considera que, para dar de alta al personal sanitario, se deberían seguir las recomendaciones citadas anteriormente aumentando el tiempo desde la finalización de los 3 días sin síntomas recomendados por el CDC a 5 días. Una alternativa con una orientación microbiológica sería, si fuera posible, detección de IgG para determinar ‘infección pasada’ o inmunización.