Redacción Farmacosalud.com
La Asociación Española de Cirujanos (AEC) ha elaborado y difundido unos ‘Documentos de posicionamiento y recomendaciones de la AEC en relación con la cirugía y COVID-19’ con el objetivo de establecer unas pautas en quirófano para combatir el coronavirus SARS COV-2, causante de la enfermedad COVID-19. Según el Dr. Salvador Morales, presidente electo de esta sociedad médica y presidente del XXXIII Congreso Nacional de Cirugía 2020, previsto para el mes de noviembre en Madrid, “lo que se deja entrever en estos documentos es la necesidad de hacer un despistaje de la infección por COVID en todos los sujetos que van a ser intervenidos para identificar a aquellos pacientes asintomáticos, dado que parece demostrado que evolucionan peor en el postoperatorio y pueden contaminar a los profesionales, lo que puede contribuir a la expansión del virus”.
“En este sentido, estamos viendo cómo hacer ese despistaje en los pacientes en los que, por la necesidad de una cirugía urgente, no da tiempo a tal procedimiento de identificación mediante PCR. En estos casos hemos observado como el TAC preoperatorio puede ayudar a ese despistaje por la detección de patrones específicos relacionados con esta infección”, explica Morales.
Se valora considerar todas las zonas como de alto riesgo por coronavirus
La nueva guía diferencia, en principio, entre zonas con alta afectación por la pandemia por COVID-19 y zonas de baja afectación. Y decimos ‘en principio’ porque la velocísima expansión del coronavirus -una zona de baja afectación puede convertirse en área de alta afectación en cuestión de horas- podría hacer variar este criterio, tal y como adelanta el Dr. Morales: “la AEC ha creado un grupo de crisis llamado AEC-COVID; nuestro objetivo es intentar ayudar a los cirujanos en la toma de decisiones en estos momentos tan difíciles y, a la misma vez, proteger a nuestros pacientes y a nosotros mismos. Cuando empezamos a desarrollar estos documentos hace 10 días, pensábamos que era necesario hacer esa división porque en zonas de bajo riesgo la organización de las plantillas aún se podía hacer de forma diferente con respecto a las zonas de alto riesgo, siendo conscientes, y así lo comentábamos en los documentos, de que todo estaba sujeto a la evolución de la pandemia. En estos momentos estamos elaborando ya la versión 2.0 del documento con todo lo que hemos aprendido en estos últimos días, y lo que nos estamos planteando es si considerar todo zona de alto riesgo”.
Este cambio en la forma de establecer las recomendaciones se debe a dos motivos: por un lado, porque en cuestión de momentos una zona de bajo riesgo puede convertirse en una de alto riesgo y, en segundo lugar, “porque si consideramos todas las áreas como de alto riesgo, pensamos que es una forma de proteger a nuestros pacientes y profesionales y ayudar así a evitar que se siga expandiendo la pandemia”, sostiene el experto. Pero el problema de base es que en las zonas de bajo riesgo se siguen interviniendo pacientes oncológicos y en algunas de alto riesgo, por el contrario, se han pospuesto esas cirugías, “por lo que de alguna forma hay que seguir dividiendo estas dos zonas para orientar cómo tomar decisiones con la rotación de plantillas de profesionales y organización de guardias, y determinar lo que se debe operar y lo que no”, precisa Morales.
Doble mascarilla, gafas, cubre-zapatos, dobles guantes, batas de diferente material…
Según la guía, en caso de que se confirme un positivo de coronavirus en un paciente ‘se debería utilizar un Equipo de Protección Individual (EPI) bajo la indumentaria quirúrgica para asegurar la adecuada protección del personal de quirófano. En casos no confirmados, pero con alta sospecha clínica, se debería asumir que son positivos y tomar las mismas medidas de protección para evitar una exposición innecesaria del personal’. El nuevo sistema de protección consiste en el uso de doble mascarilla -siendo una especial-, gafas, cubre-zapatos, dobles guantes y batas de diferente material.
A juicio del presidente electo de la AEC, no hay duda de que todo ese equipamiento supone tener que trabajar en unas condiciones diferentes de las habituales en una sala de operaciones, si bien la nueva indumentaria “no va a impedir la maniobrabilidad en quirófano. Es verdad que todos esos elementos pueden producir mayor sensación de calor e incomodar de alguna manera, pero sin duda la capacidad de adaptación de los cirujanos es alta y no supondrá ningún problema. Lo que es cierto es que esta medida de protección es fundamental y supone una gran ventaja para evitar el contagio del paciente y del equipo quirúrgico, con lo que, si analizamos riesgos/beneficios, es evidente que actualmente estos equipos son estrictamente necesarios en un quirófano”.
Ahora mismo, uno de los grandes puntos de debate está girando en torno a la cuestión de si hay que utilizar el sistema EPI en todos los procedimientos quirúrgicos en general, una vez expuestos claramente los casos en los que su uso es estrictamente necesario. Pues bien, la AEC endurecerá en las próximas horas su posicionamiento sobre la seguridad a través de una actualización de su guía. “Vamos a ser más estrictos ampliando las indicaciones y circunstancias de recomendación de los equipos de protección”, revela. Asimismo, el Dr. Morales resalta que “es muy importante entrenarse” en el modo de colocarse y retirarse esa indumentaria con el fin de “no contaminarse y contaminar, ya que deben realizarse maniobras muy minuciosas para evitar los contagios. Por eso, desde la AEC hemos preparado unos videos tutoriales para tener claro esos pasos”.
Diferir toda aquella cirugía programada que no sea prioritaria
En los nuevos documentos hay apartados dedicados a ‘pacientes oncológicos y COVID-19’, ‘patología mamaria y COVID-19’ y ‘patología quirúrgica urgente y COVID-19’. “Respecto a la cirugía programada -señala Morales-, podríamos destacar que debemos diferir todo aquello que no sea prioritario. Incluso dentro de la patología oncológica, existen algunos casos que podemos posponer algunas semanas para ganar en seguridad”.
No falta tampoco en la guía un capítulo dedicado a los recursos para afrontar la pandemia como profesionales de la salud. Se aboga, entre otras medidas, por la ‘regulación emocional basada en mindfulness’. “La población está sufriendo, pero los sanitarios, además de sufrir como ellos, lo hacen además por el hecho de estar más expuestos a contaminarse que la población general, lo cual genera mucha tensión a la hora de volver a casa tras la jornada de trabajo por temor a contaminar a sus familiares. Yo he visto a médicos muy fuertes mentalmente, llorar por el pasillo después de una dura noche atendiendo a pacientes porque tenían que volver a casa. Se necesita apoyo y hemos encontrado psicólogos, psiquiatras y profesionales de salud mental que nos están aportando documentación y realizando conferencias online para ayudarnos a controlar estas situaciones”, remarca el cirujano.
“Si no hay recursos, hay que buscarlos o crearlos con imaginación y ayuda empresarial”
El Dr. Morales es un hombre de acción, por lo que no le valen los lamentos. En ese sentido, no cree que el problema esté en determinar si los quirófanos españoles están preparados o no, en general, para plantar cara al COVID-19. A su entender, la clave está en reaccionar y adaptarse al entorno y a las circunstancias: “la pregunta es si tenemos el material adecuado en quirófano para proteger a nuestros pacientes y a nosotros mismos. Debemos evitar dar recomendaciones en función de los recursos… creo que deben darse las recomendaciones más correctas y, si no hay recursos para cumplir esos mínimos necesarios, buscarlos o crearlos con imaginación y ayuda de la red empresarial que tenemos alrededor, cambiando en tiempo récord las cadenas de producción. Hay que estar unidos y luchar juntos, ya que si no lo hacemos así, no venceremos a la pandemia”.
Las nuevas recomendaciones de la AEC han sido incluidas en la página web de la prestigiosa sociedad americana Society of American Gastrointestinal and Endoscopic Surgeons (SAGES). De igual modo, la Asociación Europea de Cirugía Endoscópica (EAES) está pendiente de traducir al inglés toda esta información y validarla para incorporarla a su página web. Además, miembros de la Asociación Española de Cirujanos han creado un grupo colaborativo con profesionales de la cirugía de otros países, en concreto Corea, Suiza, Italia y Estados Unidos, con el fin de compartir información y experiencias sobre el COVID-19 y tratar de terminar con este coronavirus con la mayor rapidez que sea posible.
Recomendaciones de soporte respiratorio no invasivo
Por otra parte, la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) ha habilitado en su web especial sobre COVID-19 un documento con las ‘Recomendaciones respecto al soporte respiratorio no invasivo en el paciente adulto con infección por SARS-CoV-2’. Se trata de un consenso elaborado entre las sociedades científicas SEMICYUC, SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica), SEMES (Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias) y SEDAR (Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapia del Dolor). Las recomendaciones están basadas, de forma análoga, en los estudios de otras pandemias víricas (gripe, SARS, MERS) y en las últimas publicaciones sobre el COVID-19.