Redacción Farmacosalud.com
Si bien las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo, hasta la reciente creación de ASEMEVE (Asociación para el Estudio de la Medicina Vascular en España) España era el único país europeo sin una Sociedad científica centrada específicamente en el estudio de las afecciones vasculares en su conjunto. El Dr. Manuel Monreal, presidente de ASEMEVE, no encuentra una razón convincente que explique este histórico vacío, pero una cosa es segura: la multidisciplinariedad de la nueva entidad (presencia de especialistas de varias disciplinas médicas) y la necesidad de poner de acuerdo a un colectivo tan heterogéneo no guarda relación con la inexistencia hasta ahora de una asociación como ASEMEVE. “Siempre que nos reunimos médicos que tratamos las mismas enfermedades pero desde distintas especialidades, encontramos puntos de interés en los que discutir y ponernos de acuerdo”, afirma Monreal.
Entre los proyectos de arranque de ASEMEVE figura el estudio de la enfermedad tromboembólica venosa, un ámbito en el que “venimos trabajando más de 200 médicos de distintas especialidades en torno a un proyecto común: el registro RIETE, que nos ha puesto en el mapa y ha facilitado que la Sociedad Europea de Medicina Vascular contactara con nosotros y nos pidiera que rellenáramos el hueco de la Medicina Vascular en España”, explica el facultativo. El Dr. Monreal, asimismo, destaca los obstáculos que encuentran a la hora de convencer a la población de la necesidad de cambiar de hábitos para poder prevenir el infarto de miocardio o la enfermedad vascular cerebral, que son complicaciones de la arterioesclerosis, una alteración que se gesta durante años en silencio: “Dejar de fumar, vigilar la dieta o acudir al médico periódicamente cuando uno se encuentra bien es difícil. Y hacerlo solamente por el riesgo de sufrir un infarto años después precisa de una disciplina y un autoconvencimiento que no son habituales. Uno siempre encuentra una excusa para cambiar de hábitos… más adelante”.
-Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo. No obstante, hasta el nacimiento de ASEMEVE, España era el único país europeo sin una Sociedad científica centrada específicamente en el estudio de las afecciones vasculares en su conjunto. ¿Por qué se ha producido tal ‘vacío’?
No le encuentro explicación. Quizá influya la manera de ser de la gente de este país: más individualista y con menos espíritu de equipo que en otros países europeos.
-La nueva Asociación agrupa, por el momento, a más de 200 especialistas entre los que se encuentran médicos internistas, cirujanos, neumólogos, médicos de Urgencias, hematólogos y otros expertos. ¿La multidisciplinariedad -aparentemente, la variedad de especialistas puede comportar que haya algo más de dificultad a la hora de plantear y lograr consensos- puede guardar también relación con la inexistencia hasta el momento de una organización dedicada a las patologías vasculares?
Al contrario. Siempre que nos reunimos médicos que tratamos las mismas enfermedades pero desde distintas especialidades, encontramos puntos de interés en los que discutir y ponernos de acuerdo. Porque cada uno mira la enfermedad desde una parte, y necesitamos hacerlo más globalmente.
-Entre los proyectos de arranque de ASEMEVE destaca el estudio de la enfermedad tromboembólica venosa (prevención, diagnóstico precoz y tratamiento), además del seguimiento y tratamiento de los pacientes con arteriopatía periférica y el control de los factores de riesgo de las distintas enfermedades vasculares.
En el campo de la enfermedad tromboembólica venosa venimos trabajando más de 200 médicos de distintas especialidades en torno a un proyecto común: el registro RIETE, que nos ha puesto en el mapa y ha facilitado que la Sociedad Europea de Medicina Vascular contactara con nosotros y nos pidiera que rellenáramos el hueco de la Medicina Vascular en España. Con todo, muchos de nosotros tratamos también pacientes con arteriopatía periférica (en las piernas) y esperamos avanzar también en el tratamiento y el seguimiento de estos pacientes.
-El infarto de miocardio, la enfermedad vascular cerebral y la embolia pulmonar son las tres principales causas de muerte vascular en España. Usted opina que, en general, el conocimiento que tiene la sociedad española sobre las enfermedades vasculares -en términos de prevención y detección- es muy mejorable. ¿También piensa lo mismo acerca del archiconocido infarto de miocardio?
No me atrevería a decir que el conocimiento que la población general tiene sobre el infarto de miocardio en general sea insuficiente. Pero sí que muchos desconocen la influencia que tiene la falta de ejercicio, el tabaquismo, el mal control de la hipertensión, o de la diabetes o la hipercolesterolemia sobre el riesgo de infarto o ictus. Y mucho menos conocen los factores de riesgo de la embolia pulmonar, y qué hacer para evitarla.
-Para prevenir la embolia pulmonar hay que mejorar la identificación precoz de los factores que facilitan una trombosis en las venas (cirugía, inmovilización, cáncer, embarazo, anticonceptivos…) con el fin de reducir más los riesgos. ¿Así pues, qué medidas concretas habría que llevar a cabo?
Caminar, estar activo, mover las piernas, no pasar mucho rato sentados con las piernas flexionadas… Y también conocer los síntomas de alarma: dolor en el pecho, dificultad para respirar, dolor o hinchazón en una pierna…
-Volviendo al infarto de miocardio y la enfermedad vascular cerebral: son complicaciones de una enfermedad arterial (la arteriosclerosis) que se gesta a lo largo de años. Por ello, es importante la detección temprana de las personas con riesgo, la modificación de sus hábitos de vida no saludables y el riguroso control de la hipertensión, diabetes e hipercolesterolemia. Dicho así, parece que todo esté ya encarrilado, pero… ¿a qué obstáculos se enfrentan con respecto a la prevención de esas dos afecciones?
Cuando una persona es fumadora, o no le gusta hacer ejercicio físico, o tiene hipertensión o diabetes…puede entender que tiene un mayor riesgo de sufrir un infarto o un ictus. Otra cosa es que lo sienta como un motivo suficiente para cambiar radicalmente sus hábitos de vida diarios.
Dejar de fumar, vigilar la dieta o acudir al médico periódicamente cuando uno se encuentra bien es difícil. Y hacerlo solamente por el riesgo de sufrir un infarto años después precisa de una disciplina y un autoconvencimiento que no son habituales. Uno siempre encuentra una excusa para cambiar de hábitos… más adelante.
-¿Cómo puede la opinión pública concienciarse acerca de las enfermedades vasculares? ¿Qué estrategias podría ser más útiles?
Con una mejor información. Información que debemos trasmitir todos los que trabajamos en la salud: médicos, enfermeras, farmacéuticos, gestores, políticos y también profesionales de la información. Y para ello debemos utilizar todos los medios a nuestro alcance. Incluyendo, claro está, a las páginas web y las redes sociales.
-¿Cuál es, en líneas generales, el nivel de la medicina vascular en España?
El nivel de la medicina en España es muy alto… a pesar de todos los inconvenientes que sufrimos los profesionales de la salud.