Redacción Farmacosalud.com
La mejor secuencia de tratamiento del cáncer de mama más común
El tratamiento del cáncer de mama metastásico con receptores hormonales positivos, que representa ente el 60 y el 70% del total, dispone desde ahora de un mayor conocimiento sobre la secuencia terapéutica a seguir gracias al estudio PEARL (GEICAM/2013-02_CECOG/BC.1.3.006). El Dr. Miguel Martín, presidente del Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama e investigador principal del trabajo, ha presentado los resultados en el 42nd San Antonio Breast Cancer Symposium, celebrado en Texas (EE.UU.) PEARL es el primer estudio académico que compara un inhibidor de ciclinas (palbociclib en combinación con terapia endocrina (exemestano o fulvestrant) frente a quimioterapia oral con capecitabina en mujeres posmenopáusicas en fase metastásica, con receptores hormonales (RH) positivos y HER2 negativo cuyo tumor ya se ha hecho resistente a los inhibidores de aromatasa. El 78% de las mujeres con un cáncer de mama metastásico responde al perfil de las pacientes incluidas en el PEARL.
El estudio tenía un diseño inicial cuyo objetivo primario era comparar la supervivencia libre de progresión de palbociclib en combinación con exemestano (un inhibidor de aromatasa esteroideo, estándar de tratamiento en mujeres con receptores hormonales positivos), frente a la quimioterapia oral capecitabina. Los resultados de este ensayo clínico fase III revelan que, en estas pacientes expuestas a diversos tratamientos previos, palbociclib sumado a terapia endocrina proporciona la misma supervivencia libre de progresión que una quimioterapia oral. “Es un estudio necesario, que revela información esencial para entender mejor cuál debería ser la secuencia de tratamiento en estas pacientes que han recibido varias terapias previas. Los datos sugieren que palbociclib más terapia endocrina debería utilizarse en primera línea de tratamiento”, afirma el Dr. Martín.
Trastuzumab deruxtecan y el cáncer metastásico HER2 positivo
Daiichi Sankyo Company Limited y AstraZeneca han presentado datos positivos detallados del estudio DESTINY-Breast01, un ensayo clínico pivotal fase II global, de un solo grupo brazo de tratamiento con DS-8201 (trastuzumab deruxtecan), un medicamento inmunoconjugado (ADC) en investigación que está dirigido a HER2, en pacientes con cáncer de mama metastásico HER2 positivo. La tasa de respuesta objetiva (TRO), que era la variable principal, confirmada por un comité de revisión central independiente, fue del 60,9% con DS-8201 en monoterapia (5,4 mg/kg) en pacientes con cáncer de mama metastásico HER2 positivo que habían recibido previamente dos o más regímenes dirigidos a HER2. La tasa de control de la enfermedad (TCE) alcanzada en las pacientes fue del 97,3%, con una mediana de duración de la respuesta (DR) de 14,8 meses (rango 13,8 – 16,9) y de supervivencia libre de progresión de 16,4 meses (rango 12,7 – no alcanzada).
“Estos resultados son particularmente sorprendentes, puesto que DS-8201 logró un alto porcentaje de reducción del tumor duradera en las pacientes, en la mayoría de las cuales se habían agotado muchas, si no todas, de las terapias estándar para el cáncer de mama metastásico HER2,” manifiesta Ian E. Krop, MD, PhD, Associate Chief, Division of Breast Oncology del Susan F. Smith Center for Women's Cancers, Dana-Farber Cancer Institute.
Aprobación de ENHERTU® en Estados Unidos
Daiichi Sankyo Company y AstraZeneca también han anunciado que la U.S. Food and Drug Administration (FDA) ha aprobado ENHERTU® (fam-trastuzumab deruxtecan-nxki), un medicamento inmunoconjugado (ADC) dirigido a HER2, para el tratamiento de pacientes adultos con cáncer de mama no resecable o metastásico HER2 positivo que han recibido dos o más terapias anti-HER2 previas en el entorno de la enfermedad metastásica. Esta indicación ha recibido la aprobación acelerada basándose en la tasa de respuesta tumoral y la duración de la respuesta. Las posteriores aprobaciones de esta indicación pueden estar supeditadas a la verificación y descripción del beneficio clínico en un estudio confirmatorio.
“Una vez que las pacientes con cáncer de mama metastásico HER2 positivo manifiestan progresión de la enfermedad tras recibir un mínimo de dos terapias dirigidas a HER2 en el entorno de la enfermedad metastásica, las opciones de tratamiento son limitadas,” manifestó Shanu Modi, MD, Breast Medical Oncologist, Memorial Sloan Kettering Cancer Center. “ENHERTU tiene el potencial de convertirse en un nuevo tratamiento de referencia”, agrega.
Un biológico podría evitar la quimioterapia
Asimismo, el ensayo clínico de fase 2 CORALLEEN, promovido por el grupo académico internacional SOLTI, ha demostrado que la combinación de ribociclib (KISQALI®), un inhibidor de las proteínas CDK4/6 que regulan el ciclo celular, con letrozol, un tratamiento hormonal, tiene una eficacia similar, en el contexto neoadyuvante, a la quimioterapia, que en la actualidad es el tratamiento de elección. Las pacientes que podrían beneficiarse son aquellas con cáncer de mama hormonosensible precoz con un alto riesgo de desarrollar metástasis a distancia en los siguientes 10 años.
Los fármacos que inhiben CDK4/6 como el ribociclib, en combinación con hormonoterapia, han demostrado una eficacia extraordinaria en el cáncer de mama metastático. En este contexto, el uso de quimioterapia ha dejado de ser la opción principal y su uso queda relegado en casos que no funcione el tratamiento. En cambio, en pacientes con cáncer de mama precoz y alto riesgo de recaída, no está aún definido el rol de estos fármacos biológicos. El Dr. Aleix Prat, Jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic de Barcelona, presidente de SOLTI y coinvestigador principal del CORALLEEN, comenta: “Los numerosos estudios en marcha en enfermedad precoz con estos fármacos los quieren testar como un complemento añadido a la quimioterapia. Ahora bien, ninguno se planteó usarlos para sustituir la quimioterapia. Así nació el CORALLEEN”. “Desconocíamos realmente el potencial de estos fármacos para de-escalar la quimioterapia neoadyuvante. Este ensayo nos demuestra por primera vez que es un camino que tiene que ser explorado y apunta a cómo deberá hacerse”, apunta el Dr. Joaquín Gavilá, jefe clínico de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología, miembro de la Junta Directiva de SOLTI y coinvestigador principal del estudio.